Al escribir de poesía romana: con el primer poemario de Publio Virgilio Marón se trata no solo de una cultura en una lengua «muerta», de un pasado conservado para el saber erudito que se mira en lo hondo del presente a través de una cultura muy parecida a la nuestra: inquieta. Roma, conjunto de culturas que aprendió a imitar, emular y divergir de las que conquistaba. En Las bucólicas traducidas en inglés por John Van Sickle en su texto El libro de las bucólicas de Virgilio traducido al verso inglés (Virgil’s Book of Bucolics, the Ten Eclogues Translated into English Verse) doma el latín que yergue en versos.

Roma griega, con sus mitos viejos y nuevos necesita hoy de escritores y pacientes investigadores como él quien ha atesorado el conocimiento de los clásicos, incorporando las nuevas ciencias: las neurociencias al servicio de la lingüística y el clasicismo, como la arqueología: devolviendo la poesía a su tiempo, que es como mejor podemos aprender a valorar los mitos clásicos, y siempre nuestros. Pues como se expresó en el artículo anterior Homenaje a Desiderio entre los retos de los traductores está el no alentar una prosa prosaica sino un conjunto perdurado.

Para responderle al lector quién era Virgilio lo mejor puede ser leer su primer poemario: Las bucólicas, que, junto a las Geórgicas y la Eneida, son los tres grandes poemarios del poeta romano. Si bien la Eneida es su libro más conocido en el cual emuló la Ilíada y la Odisea, Eneas, se convierte en héroe mítico que funda a Roma, este poemario es el primero del autor latino y desde él, la investigación del profesor Van Sickle estudia los temas que desarrollará el autor a lo largo de su carrera.

Esa es la obra que ofrece el Dr. Van Sickle profesor de la City University of New York, graduado en Harvard, con una extensa carrera como escritor e investigador, en la enseñanza de los clásicos, literatura comparada, es un experto en la poesía latina y Virgilio con numerosas publicaciones en lengua inglesa e italiana. Erudito de afable carácter que ha contribuido a la carrera de notables clasicistas y continúa educando, no solo en las aulas de la CUNY, sino desde los modernos medios de comunicación como las redes sociales con sus grupos de Facebook y la participación activa en los debates acerca del presente de los estudios clásicos. Esposo de la reconocida artista y profesora la Dra. Gail Levin.

La bucólicas

Y entre tanto nosotros iremos unos
al África abrasada, otros a la Escitia
y al impetuoso Oaxes de Creta, y a
la Bretaña, apartad de todo el orbe;
y ¿quién sabe si volveré a ver, al
cabo de largo tiempo, los confines
patrios y el techo de césped de mi
pobre choza, admirándome de
encontrar espigas en mis campos?

(Traducción de Aurelio Espinosa)

But we from here will go, some part to thirsty Africa,
some to Scythia and Oaxes snatching silt
and Britain deeply from the globe entire cut off.
Look, ever—a long time after—will I stare on seeing
after some summers’ grain ears borders once my fathers’
and peak of paltry roof-lid piled with sod—my realms?

(Traducción del autor. Autorizada por él su reproducción)

Un entorno problemático en el que dos esclavos: uno liberto, Títirus, y otro que marcha al exilio, Melibeo, en el primer poema contemplan el mundo romano de Augusto y regresan con sus diálogos poéticos a los orígenes de Roma, para ayudar a establecer el nuevo orden en el Imperio recién forjado, con toda su grandeza y futura decadencia compartida por las enojosas instituciones que heredan los césares.

Una nueva metonimia para la conquista del todo el mundo nos da una idea de la relación entre la poesía y el orden social, y los avatares del poeta y de su entorno. Aquí los puntos cardinales expresan en parte el poder de una potencia mundial que necesita consolidarse incluso a través del arte, contexto que explica con profundidad el estudioso y que puede ser consultado en el capítulo Pistas del drama: la mímica. El poeta escribió esta égloga cuando las campañas de Pompeyo y César han expandido el imperio y está en el poder Octavio, conocido como el emperador César Augusto que logra legitimidad entronizando en el corazón de la República desaparecida con su antecesor Julio César: una nueva monarquía.

Es el bardo genial que se remonta al pasado de la fundación romana y que usa los personajes y el hexámetro griego, ya empleado por Teócrito en sus Idilios para justificar el poder de los Ptolomeos, cuya última figura es Cleopatra que se inicia con el general macedonio Ptolomeo (367–283 BCE). Al ocupar el lugar de los faraones e iniciar la etapa final de estos como el lugar que ocuparán los césares en Italia, y para ello un siciliano de habla griega es reclutado en el séquito del faraón y las viejas estrofas siguen los mitos helenos en un rejuego de autenticidad para los nuevos gobernantes egipcios, como ahora pretende Publio Virgilio Marrón con su proyecto lírico, una expansión cultural que mira a los inicios de Roma. Por la misma confusión reinante en una cultura de encuentros, que tiene que entronizarse en las que absorbe, tiende a reusar –como demuestra Van Sickle todos los medios literarios o mitológicos-religiosos, artísticos o políticos en un cuidadoso y genial desfile de tradiciones que amansar.

El verso en ingles con sus ritmos alcanza una gran belleza y sonoridad en esta traducción de Van Sickle, es placentero al oído y el esfuerzo de muchos años de estudio.

Además de su traducción inglesa ofrece las pistas que tienen los dos sentidos como primero para señalar a los actores que representaran las églogas el momento de actuar, segundo una circunstancia que ayuda a la memoria a recuperar detalles no recordados según el Oxford Dictionary of English (Diccionario de inglés de Oxford). Las pistas que el autor nos da en la introducción pensada para su representación contemporánea, ofrecen la ventaja de permitir su interpretación teatral y de introducir al lector en el mundo ideal, que como escribe un gran amigo de Van Sickle en un libro que le recomendó a la autora, esa asociación de la poesía bucólica al medio natural crea la gran «patética falacia» de que no es el que inspira o el motivo de para escribir, sino el que crea la poesía, una idea que llegó hasta el romanticismo. Y que sigue ocupando un lugar en la negación o la aceptación de la naturaleza por los creadores.

¿Por qué es importante entonces, aprender la relación entre la tradición y los temas que desarrolla? Pues cuando el profesor de la Universidad de Nueva York hace mención a las pistas que los 10 poemas de Virgilio ofrecen con respecto a su modelo Teócrito y la manera en que esa herencia es un punto de partida para crear nuevas imágenes, mitos políticos, culturales y líricos que emulan contagiando de preámbulos la hechura de un libro.

Referencias

Van Sickle, J. (2014). Virgil’s Book of Bucolics, the Ten Eclogues Translated into English Verse, Framed by Cues for Reading Aloud and Clues for Threading, Bare Knuckles Press.