Todos comenzamos el año con unas ilusiones, propósitos y objetivos. ¿Sí? Tal vez sea el momento de recomenzarlos.

El presente es la dimensión de la vida. Nos lleva a pensar que tal vez sea hoy, aquí, ahora, cuando debemos visionar, nuevamente, lo que queremos y hemos identificado como objetivos y metas.

A lo mejor muchos de aquellos propósitos, ilusiones, que habíamos planteado se nos han ido al traste. No pasa nada. Volvamos a empezar. Comencemos de nuevo. No pasa nada. Todavía le quedan meses al año. No será igual. La situación puede ser más complicada, el camino puede albergar muchos más obstáculos que antes, pero lo importante es caminar.

Te invito a organizarte y planificar tus cambios. O cambiar y organizarte, como quieras.

Enfocarte para conseguir aquello que quieres. Nada llegará si tú no das el primer paso hacia ello. Nada cambiará si tú no actúas.

Para caminar debemos tener un destino. Un destino es una meta, y para llegar a esa meta deberemos ir cumpliendo varios objetivos debidamente indicados.

Hoy es un buen día para comenzar. ¿Vamos?

Te quería explicar, o presentar, un método sencillo para llegar a esa meta. Se llama método GROW. Este método es una de las metodologías que más empleamos en coaching, cuando ayudamos a nuestros clientes a caminar hacia su destino.

Es bastante sencillo de aplicar, pero, como todo, va a depender de ti.

Definiremos objetivos, resolveremos problemas y definiremos soluciones para lograr algo: aquello que quieres.

GROW, como sabes, en inglés significa crecer. Pero en este caso es algo más. Es un acrónimo creado en el siglo pasado, en los años 80, por Graham Alexander, que se hizo popular cuando John Whitmore publicó su fantástico libro Coaching for performance (bibliografía básica para cualquier coach).

Las siglas GROW se refieren a los cuatro pasos del método. Son cuatro etapas que, como verás, son de sentido común pero que no solemos utilizar habitualmente.

Te puedo asegurar que el método funciona cien por cien; a mí, personalmente, me ha servido, lo utilizo en cualquiera de mis proyectos y, por supuesto, lo trabajo con todos aquellos clientes que buscan el cambio, salir de la zona de bloqueo y conseguir sus objetivos y metas. Es un mapa, una hoja de ruta.

El método GROW te va a permitir:

  • Definir con claramente aquello que quieres conseguir.
  • Saber exactamente dónde te encuentras en este momento.
  • Descubrir opciones y estrategias para avanzar.
  • Conocer si lo que hacemos (acción) nos está llevando en la dirección correcta.

Te explico:

G: goal (meta, objetivo, propósito). Debemos de tener muy claro aquello que queremos conseguir. Precisar el objetivo.

¿Qué te gustaría conseguir? ¿Cuáles son tus objetivos o metas o propósito? ¿Cómo sabremos si hemos conseguido los objetivos? ¿Qué controlamos como elementos para conseguir estos objetivos? ¿Podemos medirlo?

R: reality (realidad actual). Situación actual en la uno se encuentra. Nuestro mundo. De qué disponemos, de qué carecemos. Debemos tener claro si lo que nos planteamos es realista o no, de esta forma evitamos la desmotivación.

¿Cuál es tu situación actual? ¿Cuál es tu realidad? ¿Has hecho algo para cumplir esos objetivos? ¿Lo has intentado? ¿Qué te detiene para llegar a esa meta o propósito? ¿Qué te lo impide?

O: options (opciones). Debemos analizar las diferentes opciones o alternativas que tenemos para ir de la situación actual a la situación que deseamos (objetivo). Cómo alcanzamos el objetivo deseado.

¿Cuáles son tus opciones? ¿Podríamos hacer otra cosa? ¿Ventajas e inconvenientes de cada alternativa? Y si las combinamos ¿obtendríamos mejores resultados?

W: wrap-up o will (plan de acción, acción). Fuerza de voluntad para conseguirlo. Compromiso. Definimos qué acciones, plan de acción, vamos a hacer para alcanzar el objetivo. Decidimos cómo actuar para superar los obstáculos que se nos presentarán en el camino.

¿Cuán es tu plan de acción? ¿Te ayudo? ¿Cómo vas a hacerlo? ¿Cuál es tu nivel de compromiso?

Así que hoy, este momento, es ideal para comenzar con el primer paso que es definir tu objetivo, meta o propósito (otro día te volveré a hablar de los objetivos y cómo definirlos). Aquello que quieres. Dónde quieres estar, lo que quieres ser, donde quieres llegar.

Nuestra mente necesita que concretemos para enfocarse y acertar. No podemos apuntar a tres dianas con la misma flecha.

¿Lo tienes? Pues al siguiente paso.

¿De dónde partimos? ¿Qué tenemos? ¿Dónde estamos? Si sabemos desde dónde partimos, y hacia dónde nos dirigimos, nos será mucho más fácil encontrar opciones y alternativas para ir de un punto al otro.

Anota en un cuaderno aquello que describa lo más claro posible cómo es y cómo te sientes actualmente: de qué dispones, qué te falta, cuánto ganas, habilidades, contactos… Recursos, conocimientos, tiempos. Son nuestros ingredientes para ir de A a B.

Y llega el momento de las opciones que tenemos para alcanzar nuestro objetivo. Cuantas más alternativas tengamos mejor.

Haz una lista de alternativas, opciones, caminos. Compáralas. ¿Alguna de ellas te presenta inconvenientes? ¿Otras son combinables? Cuantas más mejor.

Y una vez hayas hecho esto. Lo tengas todo visualizado. Elige una opción para ejecutar.

A partir de aquí vamos a hacer. Vamos «p’adelante», como digo de manera vulgar: acción, conjunto de acciones, ordenadas y planificadas. Que nunca sea para ti una obligación, sí un deseo.

Lo más importante es ponernos en marcha, actuar. Por eso si elegimos opciones que no nos apetecen corremos el riesgo de no arrancar nunca. Quedarnos en el sitio.

Define:

  • Qué vas a hacer.
  • Cómo lo vas a hacer.
  • Cuándo lo vas a hacer.
  • Dónde.
  • Por qué.
  • Con quién.
  • Para qué.
  • Levántate y hazlo.

Como te he dicho, escoge una opción que te apetezca, lo más pequeña, concreta y realizable posible, y ponte en marcha: hazla. Siente que caminas, que estás en marcha. Eso te va a motivar y generar más energía.

Teniendo definida la acción, decide cuándo la vas a hacer. A qué hora, dónde y con qué medios. Y acto seguido: hazla.

Cuando ya estamos en acción podemos sentarnos y comprobar qué resultados ha dado esa acción. Y cuando hemos hecho este último paso repetiremos todo el proceso revisando en primer lugar cuál es nuestro objetivo, viendo si ha cambiado o cómo ha cambiado nuestra realidad actual. Valoraremos cuál es la siguiente alternativa de acción a seguir (estrategia) y ocupando el siguiente paso para valorar si estamos avanzando con nuestro proyecto o no.

Como coach te puedo asegurar que este método funciona. Es un método que utilizo en mis sesiones y que, por supuesto, te propongo.

Es un proceso secuencial y personalizado, de apoyo (no evalúa ni controla), entre coach y cliente, que eleva la consciencia y otorga responsabilidad y libertad de elección, a través de buenas preguntas que generarán el potencial necesario para lograr una meta.