Disfrutar cualquier tipo de alimentos que se nos antoje es un gusto que nos podemos dar la mayoría de nosotros, pero para una parte de la población esto es simplemente imposible, por que su cuerpo reacciona a determinados alimentos o a sus componentes y los síntomas que pueden llegar a presentar van desde un simple salpullido hasta reacciones graves. Estás reacciones se deben a intolerancia o alergias alimentarias. En los últimos 15 años se han duplicado los casos a nivel mundial, pero ¿sabes cuál es la diferencia?

Alergia alimentaria

La alergia alimentaria es una forma específica de intolerancia a un alimento o uno de sus componentes, que activa el sistema inmunológico. Un alérgeno (proteína del alimento causante, que en la mayoría de la gente no produce reacciones adversas) provoca una serie de reacciones en cadena en el sistema inmunológico, entre ellas la producción de anticuerpos. Dichos anticuerpos provocan la segregación de sustancias químicas, como la histamina, que produce varios síntomas, como picor, moqueo, tos o trastornos respiratorios. Frecuentemente, las alergias a los alimentos o a sus componentes se heredan, y normalmente se identifican en los primeros años de vida. (…) Afortunadamente, la mayoría de las reacciones alérgicas a los alimentos son relativamente leves, excepto en el caso de un número reducido de personas que experimentan una reacción grave con peligro de muerte, que se conoce como anafilaxis. (1)

Los síntomas de alergia son:
Respiratorios
Moqueo o congestión nasal
Estornudos
Asma (dificultad para respirar)
Tos
Sibilancia
Trastornos respiratorios

Cutáneos
Inflamación de labios, boca, lengua, cara y/o la garganta
Urticaria
Erupciones o enrojecimiento
Picazón (prurito)
Eczema

Gastrointestinales
Dolor abdominal
Diarrea
Náuseas
Vómitos
Cólicos
Hinchazón

Sistémicos
Shock anafiláctico (shock generalizado grave)

Los alimentos que frecuentemente causan más alergias son: la leche de vaca, los huevos, la soya, el trigo, los crustáceos, las frutas, los cacahuetes y los frutos secos, como las nueces. Aunque se pueden dar reacciones alérgicas a cualquier alimento o componente del mismo. Aunque la alergia a los alimentos en los niños es alta, en la mayoría de los casos, es una situación transitoria. A los 5 años, cerca del 80% de los niños alérgicos a la leche y más del 50% de los alérgicos al huevo han superado su alergia.

Intolerancia

La intolerancia alimentaria afecta al metabolismo, pero no al sistema inmunológico del cuerpo. Un buen ejemplo es la intolerancia a la lactosa, que se da en ciertas personas por la carencia de una enzima digestiva llamada lactasa, que descompone el azúcar de la leche. Las intolerancias alimentarias que más se presentan son la intolerancia a la lactosa y al gluten. La lactosa es el azúcar que se encuentra en la leche. Normalmente, la enzima lactasa, que está presente en el intestino delgado, descompone la lactosa en azúcares más simples (glucosa y galactosa), para que puedan ser absorbidos por el torrente sanguíneo. Cuando la actividad de la enzima es demasiado baja, la lactosa no se puede digerir, y pasa al intestino grueso, donde es fermentada por las bacterias de la flora intestinal. Esto puede provocar síntomas como flatulencia, dolor y diarrea.

La intolerancia al gluten es un trastorno intestinal que se da cuando el cuerpo no puede tolerar el gluten (una proteína que se encuentra en el trigo, el centeno, la cebada y las avenas). La enfermedad celíaca es una intolerancia permanente que se puede diagnosticar a cualquier edad. Si el enfermo consume alimentos que contienen gluten, la mucosa del intestino delgado queda dañada, y tiene mucho menos capacidad para absorber nutrientes esenciales como las grasas, las proteínas, los carbohidratos, los minerales y las vitaminas. La enfermedad celíaca puede presentar muchos síntomas, incluyendo síntomas gastrointestinales típicos (por ejemplo, diarrea, pérdida de peso, distensión abdominal, flatulencia, dolor abdominal) y también anomalías que no son gastrointestinales (por ejemplo, pruebas anormales de la función hepática, anemia por deficiencia de hierro, enfermedad ósea, trastornos de la piel, y muchas otras manifestaciones proteicas). De hecho, muchas personas con enfermedad celíaca no tienen síntomas en absoluto. En los niños, se pueden además presentar síntomas de desnutrición, problemas de crecimiento, etc. Desde el momento en que se diagnostica, es necesario mantener una dieta libre de gluten de por vida, la cual aliviará en la mayor parte de los casos los síntomas de la enfermedad.

Las alergias y las intolerancias alimentarias se pueden diagnosticar adecuadamente mediante diversos métodos de detección que van desde pruebas cutáneas, dietas basadas en la eliminación de alimentos, biopsias entre otras. Si tú o tu hijo están presentando algún tipo de síntomas ante algunos alimentos es importante no tomarlo a la ligera y acudir al médico para hacer una valoración adecuada. Una vez que ya se fue diagnosticado, la única forma de prevenir los síntomas es eliminar dicho alimento o componente de su dieta y del entorno. Es importante leer las etiquetas de los alimentos cuando vas al supermercado, para prevenir que no contenga componentes que te dañen.

Fuentes:
(1) EUFIC. European Food Information Council
Elika. Fundación Vasca para la Seguridad Agroalimentaria
Celíacos de México
Delicias para Celíacos

Nuestra próxima cita es para el día 20 Octubre.