Todos los años cuándo planeamos nuestras vacaciones de verano nos hacemos la misma pregunta, ¿qué hago ahora con mi mascota? Por desgracia en España para mucha gente la respuesta está clara, el abandono del animal. Algunos afortunados puede que sean entregados a alguna protectora, pero eso no garantiza que el animal consiga un nuevo hogar.

Un estudio publicado por la Fundación Affinity dice que el abandono es estable durante todo el año, a pesar de la creencia de que es en verano cuándo más mascotas se abandonan y que existen más razones aparte de no saber qué hacer con el animal durante el periodo estival. Según la fundación, 140.000 animales fueron abandonados en España en 2015, 104.000 perros y 33.000 gatos. El 44% de ellos terminan siendo adoptados, el 20% devueltos a sus dueños gracias a los microchips y un 10% son sacrificados.

Sin duda la principal razón para abandonar a un animal es la pérdida de interés por él y especialmente en verano, aunque actualmente existen otros motivos. En 2015 las principales causas que han declarado los dueños para dejar a su mascota en un refugio son el comportamiento del animal con un 15%, las camadas no deseadas con un 14%, el gasto económico que supone el mantenimiento del animal con un 12%, el final de temporada de caza con un 10% y el cambio de domicilio un 9%. Además de éstas, existen otras razones como las expectativas incumplidas o la falta de tiempo para educar al animal.

Otro factor muy importante a la hora de abandonar a un animal es su raza y su edad. El 80% de los perros y el 89% de los gatos abandonados son mestizos. En cuanto a la edad, la mayoría de los perros que llegan al refugio son adultos, mientras que los gatos son cachorros ya que proceden de camadas no deseadas.

A pesar de la gran cantidad de animales abandonados que hay, sólo uno de cada diez gatos o perros es adoptado, de forma que la compra de animales en tiendas de mascotas sigue siendo la más extendida a la hora de buscar una mascota.

Las protectoras intentan concienciar de la necesidad de adoptar en vez de comprar animales, y de la importancia de reducir el número de abandonos en España, uno de los más elevados en Europa. De las razas más adoptadas en los últimos años es la de los galgos, como consecuencia del elevado número de muertes que se producen cuando acaba la temporada de caza.

A la hora de adoptar un animal son los cachorros los que consiguen una familia antes - por lo general suelen tardar unos 3 meses en ser acogidos -, mientras que los perros adultos pueden tardar hasta siete meses en ser adoptados y en algunos casos tienen que ser sacrificados.

Es una lástima que las estadísticas de acogida vayan en contra de los perros más mayores, ya que sin duda el encanto de un cachorro es irresistible, pero la lealtad y el aprecio que ofrece un perro adulto al ser rescatado no tiene comparación.

El tener una mascota es una responsabilidad que hay que aprender desde pequeños y hoy en día cada vez se encuentran más hoteles donde aceptan mascotas o guarderías para animales, así que ya no existe la excusa de no poder llevar a los peludos de vacaciones con la familia.