La asistencia de las personas mayores en España se enmarca en los departamentos de servicios sociales de las distintas administraciones. Sin embargo, la falta de criterios únicos ha paralizado la recogida de datos hasta hace apenas dos años. Antes de 2006, no existía ninguna duda sobre cuáles eran los servicios destinados a las personas mayores. Pero, desde la implantación del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia, no estaba claro si se debían contabilizar o no las personas usuarias de este sistema. Así, mientras que algunas comunidades autónomas entendían que sí, otras sólo ofrecían información de las personas mayores que no tenían reconocida la situación de dependencia.

Otro aspecto que llevó a agravar este estado de confusión fue la segunda transferencia de competencias (en este caso, las Comunidades Autónomas trasfirieron a los municipios este tipo de servicios), que trajo consigo disparidades de criterios a la hora de enfocar la asistencia de las personas mayores y la falta de recogida de datos sobre estos aspectos.

En medio de este caos generalizado, la dirección general del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) tomó cartas en el asunto. Después de invitar a todos los actores públicos a un período de reflexión, sugirió en junio de 2013 una metodología homogénea en la recogida de datos. Así, propuso una nueva ficha de Servicios Sociales para la recogida de información, un documento de definición de los términos de la ficha de Servicios Sociales, otro para el análisis cualitativo, unas instrucciones para cumplimentarla y el documento del análisis cualitativo y un calendario para la recogida, tabulación y explotación de la información.

Con estas medidas, se consiguió una unificación de criterios en la recogida de datos, un aspecto fundamental para abordar la atención del colectivo de las personas mayores y determinar sus necesidades. «El Instituto de Mayores y Servicios Sociales tiene en este momento dos líneas de investigación prioritarias: una, dirigida a promover el envejecimiento activo y saludable; y otra la atención a personas a situación de dependencia, a través del impulso y coordinación, junto con las Comunidades Autónomas, del despliegue de la ley de Promoción de Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de dependencia», explica la directora del IMSERSO durante los Gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero, Purificación Causapié.

El resultado de este trabajo de unificación fue la redacción de un documento informativo que recoge la realidad de los servicios sociales en todo el arco nacional. Fue elaborada a fecha del 31 de diciembre de 2012, tratándose, por ahora, de los datos más actualizados de los que disponemos y la principal fuente de este reportaje. Varios expertos consultados admiten que estos datos no han sufrido muchas variaciones dos años después de su recogida tras ser homogeneizados.

Tres tipos de recursos

En este informe, el IMSERSO diferencia tres tipos de recursos de servicios sociales de asistencia a las personas mayores, clasificados en relación al lugar donde se prestan. Son estos:

  1. Servicios de Atención Domiciliaria: son servicios que se ofrecen en el propio domicilio de la persona mayor. Aunque existen múltiples servicios que se pueden englobar en esta categoría, en este estudio se analizan el servicio de Teleasistencia, el Servicio de Ayuda a Domicilio, las comidas a domicilio, la lavandería a domicilio y algunas prestaciones económicas.

  2. Servicios de Atención Diurna: se incluyen en este documento los Hogares, que ofrecen la oportunidad de participar en programas de Envejecimiento Activo; y los Centros de Día, destinados a personas mayores que precisan de atención psicosocial.

  3. Servicios de Atención Residencial: Se caracterizan por ofrecer alojamiento y manutención en estancias permanentes o temporales. Dentro de la oferta de Servicios de Atención Residencial, analizan la situación de los Centros Residenciales y las Viviendas para Mayores.