Tener un negocio, trabajar en tu pasión y ser tu propio jefe puede parecer una opción bastante convincente y una experiencia liberadora. Sin embargo, a menudo significa invertir incontables horas para llevar a cabo tu proyecto y hacerlo realidad. Un grupo de expertos participantes en el proyecto de la Comisión Europea FACE Entrepreneurship realizó un estudio, concluyendo que el miedo a perder la libertad personal y carecer de tiempo libre es uno de los que más preocupan a potenciales emprendedores. Pero, ¿qué opinan aquellos que ya montaron su propio negocio? ¿Es posible la conciliación laboral con la vida privada? ¿Es esto más complicado para las mujeres que para los hombres?

La conciliación del trabajo con la vida privada fue el tema tratado en un evento de emprendimiento, FACE Helsinki, que tuvo lugar el pasado 16 de Junio en Microsoft Flux, Helsinki. Cuatro emprendedores (Elina Uutela, Claudia Nagel, Joe Haslam y Nina Ignatius) participaron en una mesa redonda en la que compartieron sus experiencias a la hora de conjugar sus negocios con su vida personal.

Todos ellos se mostraron de acuerdo en que, aunque no siempre resulta sencillo, es necesario encontrar un balance. “No estoy dispuesta a sacrificar la relación con mi hija a causa de mi negocio y lo bueno de tener mi propia empresa es que puedo gestionar mi tiempo a mi parecer, no hay jefes ni nadie que te diga cómo debas hacerlo”, explicó Nina Ignatius, cofundadora de Beibamboo. Esta emprendedora finlandesa confesó que, a pesar de ello, no han sido pocas las ocasiones en las que se ha sentido culpable por pasar muchas horas en el trabajo, especialmente por los prejuicios sociales que esto conlleva. “Si un hombre viaja mucho y pasa muchas horas en el trabajo, la sociedad a menudo le aplaude y piensa que lo hace por su familia, mientras que cuando es una mujer quien lo hace, muchos la consideran una madre terrible que no pasa tiempo con sus hijos,” señaló Nina.

Elina Uutela, fundadora de la startup finesa Oppimo, se mostró de acuerdo con esta evaluación, argumentando que las mujeres tienen que enfrentarse a mayores expectativas que los hombres. “Frecuentemente, las mujeres que trabajan mucho son asociadas con características negativas. Si trabajas constantemente eres considerada una persona fría a todos los niveles, carente de sentimientos”.

Por otro lado, para Joe Haslam, cofundador de Hot.es y profesor en la Escuela de Negocios IE, ser emprendedor tiene muchas ventajas a la hora de poder conciliar el trabajo con la vida privada. “Adoro la flexibilidad que te da ser emprendedor. Una de las razones por las que decidí montar mi propio negocio fue para poder tener un balance. Creo que es mucho mejor que la situación que se da en las oficinas, donde se suelen trabajar largas horas y sin flexibilidad sólo para que el resto vean que lo estás haciendo”, explicó este irlandés. Asimismo, admitió que, gracias a esta flexibilidad, puede dedicar mucho más tiempo a sus hijos y a las tareas de la casa que su mujer, empleada por cuenta ajena.

La emprendedora alemana Claudia Nagel, fundadora de Kiwi.ki, reconoció que esta conciliación le supone un reto constante, aunque su pasión por lo que hace lo compensa. “Sí, los emprendedores tenemos más flexibilidad para organizarnos, pero al mismo tiempo es muy difícil establecer unos límites. Es complicado salir de la oficina y desconectar un fin de semana completo… de hecho, yo nunca lo consigo”.

Elina también sacó a colación la otra perspectiva, la de los hijos cuyos padres pasan demasiado tiempo en el trabajo. “Es evidente cuando tus padres se sienten miserables y recuerdo cuando mi madre montó su propio negocio. Aunque la veía aún menos que antes, durante el tiempo que pasaba con ella, estaba claro que era mucho más feliz que antes. Eso era mucho más importante para mí que tenerla un par de horas más al día”, compartió.

Para concluir, Joe realizó una declaración con la que todos se mostraron de acuerdo: “Cuando eres emprendedor, el peor día trabajando para ti mismo es mejor que el mejor de los días trabajando para otro. Ser emprendedor significa libertad y autoexpresión”.