Hasta hace poco más de un año, muchos no sabían quien era Manuela Carmena. Ahora a la alcaldesa de Madrid la conoce todo el mundo. Puedes encontrarla en el anden de la estación esperando el metro o paseando por la calle, tratando de hacer una vida de lo más normal a pesar de su popularidad. Pero ¿quién era antes de ser la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena? Abogada, jueza, y escritora, se licenció en derecho en el año 65, ingresando ese mismo año en el Partido Comunista, PCE. Cofundadora del despacho laboralista en el que tuvo lugar la matanza de Atocha, donde asesinaron a varios de sus compañeros, defensora de los derechos de los detenidos durante el régimen franquista, jueza durante más de 25 años y Premio Nacional de Derechos Humanos. En 2010 se jubila de la judicatura y en 2015 se presenta como candidata a las elecciones municipales por Ahora Madrid, convirtiéndose en la alcaldesa de la ciudad en junio de ese año.

A mi me parece una mujer valiente y comprometida, algo hermética y, aunque cercana a la gente, difícil de llegar realmente a conocer. Por eso quiero charlar esta mañana con Manuela.

Me recibe en su despacho del Ayuntamiento, en el que hacemos esta entrevista. Un despacho modesto, la mitad del que, en su día, ocupase Gallardón, que según me dicen hoy ha sido reconvertido en Sala de Juntas. En la azotea han plantado un huerto urbano, que ya tiene tomates, y las ventanas están llenas de macetas con unas flores violetas, que creo que son petunias.

Nos saludamos y empezamos a hablar sobre política, sobre este año al frente del Ayuntamiento y sobre su vida personal.

Echando la vista atrás y con la visión que da un año de las cosas que tenía previsto hacer al llegar al Ayuntamiento, ¿cuáles ha podido llevar a cabo y cuáles se le resisten?

Creo que hay muchas que están en marcha y muy pocas concluidas. La impresión que yo tengo es que todo tarda más tiempo de lo que a mi me hubiera gustado. Justo hace un año empecé a trabajar para que pudiera desarrollarse el Museo de la Duquesa de Osuna y las mujeres del siglo XVIII, que es un proyecto muy bonito, y ahora por fin ya está el proyecto seleccionado, ya está encargado a los arquitectos que van a hacerlo. Pero ha tardado un año. Hay muchas cosas como esta que están empezando a hacerse.

Cuando uno se presenta a alcalde puede pensar que le gustaría cambiar tal o cual cosa. ¿Qué cree que no funciona en la ciudad? Algo que hiciese el Ayuntamiento anterior y pensase "esto no lo querría hacer así".

A mi lo que me parecía es que el Ayuntamiento estaba muy distante, que había una gran distancia entre las personas y la clase política y en ese sentido si me siento muy satisfecha con lo que he hecho. No utilizar el coche oficial, moverte en transporte público, eso te da un contacto enorme y mucha cercanía con la gente.

Después de jubilarse y estando, presupongo tranquilamente, disfrutando de esa jubilación, ¿cómo surge la idea de presentarse a la Alcaldía?

Fue una propuesta que me hizo Javier Barbero. Nosotros nos conocíamos de cuando yo estaba en la judicatura. Él en aquel momento era un fraile que trabajaba con personas con sida. Después dejó la orden, se casó y fui yo quien le casé y hemos mantenido una buena relación. Javier me llamó y me dijo que había un grupo de personas con una candidatura alternativa muy vinculada a los barrios y pensaba que yo podía ayudarles y encabezarla. Pero le dije que no, que me había jubilado y tenía muchos proyectos; en concreto uno muy bonito, de una pequeña empresa para hacer juguetes de trapo, vestidos de para bebé, vinculado con personas vulnerables y gente que estaba en la cárcel y que además estaba escribiendo un libro, tenía un proyecto de sociología jurídica, y que no quería. Me volvió a insistir, le volví a decir que no y siempre no, no, no. Después me vino a ver una representación del partido de Podemos, para decirme que se estaba haciendo una nueva candidatura en la que iba a ver personas de muchos grupos pero que no iba a liderar ningún partido, sino que era una candidatura ciudadana y también dije que no y que no, pero la verdad es que muy al final vi que se presentaba de nuevo la señora Aguirre y que otras mujeres que tenemos otra manera de entender la cultura femenina y de entender la política pues quizá no nos debíamos quedar en casa y que era necesario hacer este esfuerzo. Y lo hice.

Y ahora que ya sabes lo que se cuece por dentro, ¿volverías a presentarte?

No lo sé, es difícil volverse a poner en la misma situación. Si en ese momento tuvieras la información que tienes no tendrías la capacidad de decidir. Pero probablemente sí.

Tienes dos hijos, tu hijo arquitecto, tu hija directora de casting. ¿Qué te dijeron ellos cuando les comentaste que te ibas a presentar como alcaldesa de Madrid?

Mi hijo me llevaba animando desde hacía mucho tiempo. Me decía "tienes que hacerlo porque vas a ayudar mucho". Y ya le dije que no me lo dijera más veces. Mi hija todo lo contrario, me decía que hacía muy bien en decir que no. Pero cuando ya dije que sí los dos se volcaron en ayudar.

Cambiando de tema, hablemos un poco sobre el urbanismo. El Partido Popular te ha acusado de frenar las inversiones en Madrid. Me estoy refiriendo la grupo Wanda con el Edificio España, que acaba de comprar un empresario murciano, pero ¡qué pasó realmente ahí?

Bueno, no es verdad que nosotros paralicemos nada, sino todo lo contrario. Yo no hago más que insistir en que lo que hemos hecho es renovar procedimientos que estaban atascados, y conseguir que salieran adelante. Nos hemos encontrado muchos procedimientos de inversión que estaban inmersos o en sentencias judiciales o en conflictos sociales y los hemos afrontado. Por ejemplo, la alternativa que nosotros hemos hecho al llamado proyecto de Chamartín, que nosotros llamamos Puerta Norte, es muy bonita y estoy segura de que al final vamos a convencer a los inversores porque tiene muchas posibilidades y es un proyecto mucho más adecuado a lo que necesita Madrid. Yo creo que hay que entender que un Ayuntamiento, claro que recoge todo tipo de sugerencias, claro que recoge inversiones, pero lo tiene que hacer cuando todas ellas benefician a la ciudad en general, y por eso esa capacidad nuestra de intermediación. Cuando nosotros llegamos a un acuerdo con el Atlético de Madrid, se quedaron muy satisfechos, entre otras cosas porque el proyecto inicial ya había sufrido una sentencia judicial y estaba parado, pero llegamos a un acuerdo con los vecinos y, bueno, eso es lo que debe hacer un Ayuntamiento y es lo que estamos haciendo.

Entonces, si es así, ¿por qué se ha ido el grupo Wanda, y por qué no se ha llegado a un acuerdo con ellos?

Con Wanda estábamos en una buena relación, estaba dándose cuenta de lo que tenía que hacer, sabía lo que era y lo aceptaba pero las empresas privadas tampoco nos dan una relación diaria de lo que están haciendo. Yo tengo las cartas de Wanda de como él puso sus condiciones y nosotros las nuestras y todo iba marchando bien, pero la impresión que tuvimos es que le resultaba demasiado costoso el proyecto en la manera en que se tenía que hacer. No sé cuáles son sus negocios pero en un momento determinado preferió venderlo puesto que es lo que ha hecho. No nos notificó nada, de hecho hasta días antes se seguía negociando y partiendo de las propuestas que el Ayuntamiento aceptaba y que habían hecho sus propios arquitectos. Eran sus arquitectos quienes nos hacían una propuesta que el Ayuntamiento había aceptado, que le costaba más dinero aquello que lo que él pensó en un principio, pues sí, pero era lo que le enseñaban sus propios arquitectos, y eso es lo que nosotros sabemos.

En qué estado está la Operación Calderón?

Ya se ha llegado a un acuerdo y ahora empieza a desarrollarse con las correspondientes licencias que el Ayuntamiento irá dando.

He leído por ahí algún titular de este tipo: “La cacería de Carmena a las terrazas de Madrid provoca el despido de 3.000 camareros”. ¿Qué ocurre con el tema de las terrazas de verano?

Cacería ninguna, no hay más que mirar los datos. Hay informes en los que se ve el número de terrazas que hemos creado desde que estamos nosotros y han crecido las terrazas. Tenemos los informes con los datos en el año que llevamos aquí. Lo que sí hacemos es hacer cumplir la ley. No nos parece bien que haya terrazas que no cumplen los permisos, pedimos que se cumplan las normas y, si se da un permiso de 12 mesas, son 12 mesas las que hay que tener y no permitimos que se tengan 24. Pero el número de terrazas lo cierto es que ha aumentado.

¿Qué tal llevas las críticas?

Bien, me gustaría que hubiese más críticas y menos descalificaciones. Las críticas te ayudan a mejorar mucho lo que haces. Fíjate, yo recordando intervenciones en el Pleno, a veces te dan una sugerencia que puede ser interesante, pero como la envuelven en constantes descalificaciones personales e insultos pues es una pena porque lo bueno es que se hicieran críticas y no descalificaciones.

¿Es tan difícil llegar a un acuerdo entre los políticos para formar Gobierno?

Yo creo que no y la prueba es que en el Ayuntamiento en eso somos ejemplares. Más de un 60% de las decisiones que tomamos las hacemos por acuerdos entre unos y otros. Es muy interesante cuando te ves cual ha sido el perfil de los acuerdos que hemos tomado en el pleno, ver la cantidad de acuerdos que nosotros hemos tomado por ejemplo con el Partido Popular, o con el PSOE o Ciudadanos. No hay más que verlo, estamos sistemáticamente llevando a cabo acuerdos. Este último pleno no recuerdo, pero hay un número de resoluciones importantes que hemos tomado de conformidad unos con otros.

¿Qué supondrían unas terceras elecciones para España?

Yo creo que sería un fracaso. El otro día oí decir a alguien que las personas que no habían sido capaces de conseguir establecer las relaciones para llegar a un acuerdo quedaban dañadas para volver a ser candidatos y me pareció un planteamiento interesante.

Las pasadas elecciones del 26J las encuestas daban a Podemos como fuerza mayoritaria y no fue así. ¿A que crees que pudo ser debido un resultado tan distinto?

Yo no soy experta en política, trabajo exclusivamente en el Ayuntamiento. Soy una política ocasional, me relaciono con lo municipal y no soy quien para hacer un análisis de este tipo.

Se puede decir que estás viva de milagro, tras los atentados de Atocha en el que mataron a tus compañeros. (MC. Sin duda) ¿Cómo se vuelve al trabajo días después?

Pues se vuelve con miedo, se vuelve con muchísima pena y con cierta sensación de mutilación, porque éramos un grupo de amigos muy unidos y hubo algunos que se quedaron allí. Y luego se vuelve, y creo que eso es lo más importante, con una visión muy clara de que no hay nada más importante que la propia vida. Te das cuenta de que la vida es un valor absoluto y que nada puede justificar la pérdida de una vida.

Montó Zapatelas, una pequeña tienda de ropa en Malasaña, hecha por reclusas. ¿Cómo surge esta idea?

Fue casi una casualidad. Yo tenía muy buena relación con mi suegra, que era una persona interesantísima con una gran capacidad estética, tenía su casa decorada muy bonita y tenía muchas telas. Cuando ella falleció, a mi me apetecía quedarme con todas las telas. En ese momento yo me acababa de jubilar y pensé "¿qué puedo hacer yo con tantas telas?". Busqué una revista y diseñé unos zapatos de tela, se los enseñé a mis hijos, me dijeron que eran preciosos y pensé que eso podía ser el principio de una empresa social. Y así fue. Ahora yo me he apartado de ello, pero lo continúa una ONG que se llama Cosiendo el Paro. Y aunque hemos cambiado de sitio, sigue estando la tiendecita en la misma calle de Malasaña.

Hablando de paro. ¿Cuáles son los últimos datos del paro en Madrid?

Pues el mejor, me da mucha alegría ver como vamos mejorando. Dicen que hemos logrado reducir el paro en nada menos que 28.000 personas. Hemos reducido un 10,4 % el paro y eso es indicativo de que el gran esfuerzo que estamos haciendo desde todos los sectores sociales da resultado. A nosotros nos importa mucho la solidaridad y pedimos a las empresas con las que el Ayuntamiento trabaja que, en la medida de lo posible, incrementen sus plantillas y sobre todo en relación con lo que llamamos las listas de desempleo de las zonas más perjudicadas de Madrid, que son los barrios. El Ayuntamiento tiene determinados barrios, en el Sur de Madrid especialmente, donde tiene agencias de empleo y ahí vemos como hay unas bases grandes de personas desempleadas, jóvenes y sobre todo mujeres mayores de 45 años, algo que a mi no se me alcanza a entender por qué las empresas no contratan a mujeres mayores de 45 años cuando tienen unas posibilidades enormes, una experiencia, y una capacidad normalmente de coordinación mayor de la que tienen los hombres. Entonces trabajamos mucho en eso estableciendo pactos de solidaridad con las empresas.

En 1997 publicó el libro Crónicas de un desorden: Notas para reinventar la justicia. ¿Qué hace falta reinventar de la justicia? ¿Que es necesario cambiar para que no ocurran injusticias como las que ocurren, que gente (y no hace falta dar nombres) estafando millones estén en la calle y otras personas por mucho menos vayan a la cárcel?

Hay que tener mucho cuidado cuando hablamos de la justicia: no hacer líneas demasiado gruesas. Conocemos gente que está en libertad provisional, y la libertad provisional es la situación en la que están la mayor parte de personas cuando es muy lamentable que una persona pueda entrar a cumplir una condena aunque sea pequeña por haber hecho un hurto o un robo. En la justicia hay que cambiar mucho la estructura del propio concepto de la justicia. Hay que hacer una justicia que sea muchísimo más cercana a la ciudadanía, que esté muy vinculada a procesos de mediación y que tenga una capacidad de incidencia muy rápida. Algunas cosas ya han cambiado y han mejorado, pero aún hay muchas cosas que cambiar. Creo que la cercanía, la simplificación, la mediación y la eficacia siguen siendo las asignaturas pendientes.

Llevamos meses viendo en la fachada del Ayuntamiento el cartel de Welcome Refugiados. ¿Cuántos refugiados han llegado a Madrid desde que comenzó el conflicto sirio y de los que han llegado finalmente cuántos se han quedado aquí?

Nosotros hemos constatado fundamentalmente los refugiados que han llegado por la Estación Sur y la mayor parte de ellos querían irse. Por Méndez Álvaro han entrado 1.828 pero también han entrado por otros sitios, en total calculamos aproximadamente unas 2.400 personas desde que empezó la crisis. El Ayuntamiento les ha atendido, pusimos un departamento especial en la Estación Sur, muchos de ellos han estado un par de días porque querían irse a Noruega o a Alemania donde tenían familias, pero les hemos atendido y ha habido algunas ocasiones en las que ha habido que darles tratamiento en un hospital, ropa, manutención y algunos se han quedado, pero más bien los que no han podido pasar a Francia porque casi todos ellos buscaban la idea de irse a los lugares donde ya tenían familiares. Después nosotros no hemos recibido por la vía oficial propia del Ministerio del Interior ningún colectivo.

Algunos la pintan como una abuelita adorable, otros como una mujer con muchos redaños para hacer frente a los vaivenes . ¿Quién es realmente Manuela Carmena?

Bueno, no sé. Sois los demás los que me veis así. Está claro que mis nietos me quieren y también que sigo adelante con un trabajo que requiere mucha responsabilidad, supongo que de todo tiene algo.

Cuándo deje la alcaldía que le gustaría hacer, ¿seguir en política o alejarse?

Alejarme no. Yo siempre he tenido una visión del compromiso personal, pero mi decisión de tener un cargo fue muy particular y desde luego pasados los 4 años volveré a mi vida habitual y seguramente seguiré con todas mis actividades sociales.

Para terminar me regala un cuentecito escrito por ella, El Ayuntamiento para niños, en el que con dibujos y de forma sencilla se les enseña a los más pequeños que es el Ayuntamiento. Nos despedimos, después de una entrevista correcta y amena en la que hemos tratado de muchos temas y, a pesar de eso, me queda la sensación de que quedaron muchas cosas por hablar.