Los Mandalorianos generalmente son asociados con guerra, mercenarios y muerte. Pero lo que el público general desconoce es que su cultura, además de ser una de las más antiguas conocidas (y que se mantienen hasta nuestros tiempos), ha evolucionado selectivamente manteniendo los más sólidos principios que trascienden tiempo, espacio e incluso razas por toda la extensión de la galaxia.

Los Mandalorianos son seres pertenecientes a una cultura que funciona bajo seis preceptos principales, conocidos como Resol´Nare o “Las Seis Acciones”: * Usar armadura.
* Hablar Mando'a.
* Defenderse a sí mismos y a sus familias.
* Criar a los niños como Mandalorianos.
* Ayudar al clan a tener éxito y sostenerse a sí mismo.
* Unirse al Mandalore cuando los llamara a tomar armas.

Para los que no lo saben aún, el Mando´a es el idioma de los Mandalorianos. Se ha venido usando desde hace más de 4.000 años por su cultura, la cual tuvo su origen en el planeta Coruscant. Pero a diferencia de lo que muchos piensan, los Mandalorianos – o Mando´ade – deben su nombre a un evento muy especial que ocurrió luego de la guerra entre los Zhell y los Taung. Son estos últimos los fundadores de esa cultura, que honra el coraje, la tradición y la habilidad en pro del bienestar de su cultura sobre todas las demás cosas.

El origen de una cultura universal

Estos seres humanoides de piel grisácea y más de dos metros de estatura fueron los más acérrimos enemigos de los humanos de Coruscant, y durante cientos de años combatieron por el control del planeta. Luego de una erupción volcánica que mantuvo al planeta en total oscuridad durante dos años, la victoria cosechada por los Taung fue sorpresivamente contrarrestada por una ofensiva Zhell, logrando expulsarlos del centro de la galaxia.

Los Taung sobrevivientes se refugiaron en el planeta Roon durante algo más de un milenio, hasta que Mandalore el Primero recuperó el honor de la humillada raza y los sacó de la Oscuridad. Roon, un planeta extremadamente difícil de acceder por cualquier ruta espacial, estaba ubicado en la zona exterior del Sistema Abrion (llamado el Manto de los Sith), y rodeado de un peligrosísimo cinturón de asteroides. Tras lograr abandonarlo, Mandalore llevó a su pueblo a un planeta de una región exterior de la galaxia aún no explorada por los navegantes interestelares, y tras constatar que era un lugar ideal para comenzar de nuevo, inició la conquista de lo que sería la nueva cuna de su pueblo.

Este mundo desconocido estaba habitado por criaturas colosales a quienes llamaron Mythosaur, y cuya extensión física era tan sorprendente que sus historiadores la equiparaban a una ciudad pequeña. Madalore el Primero lideró su conquista, y junto a su pueblo los exterminó a todos y cada uno de ellos. Tras esta increíble hazaña, la cultura comenzó a llamarse a sí misma como Mando´ade en honor a su Líder, y bajo su reinado comenzaron una época dorada de esplendor y expansión por todos los mundos de ese sistema.

El Renacimiento Mandaloriano

Los Mandalorianos se convirtieron en una de las culturas más poderosas y reconocidas de la Galaxia, aliándose en un principio con la Raza Sith y sus posteriores descendientes. Nunca fueron del agrado de los Jedi, contra quienes pelearon en numerosas oportunidades – aunque también aceptaron alianzas en situaciones que eran de su conveniencia. Gracias a su ambición expansionista, los Jedi decidieron enfrentarlos de una vez por todas y combatieron ferozmente en lo que se conoció como las Guerras Mandalorianas, las cuales fueron catalogadas como las más sangrientas en la historia de la Galaxia. Los Taung, exterminados en casi su totalidad, se replegaron a su Sistema Hogar y recobrando fuerzas en Mandalore, comenzaron una de las etapas más significativas de la cultura Mandaloriana: la Expansión Universal.

Durante miles de años, los Mandalorianos obtuvieron cualquier cantidad de conocimientos y tecnología proveniente de todos los rincones de la Galaxia. Gracias a esto, desarrollaron un modo de vida que les permitía adaptarse fácilmente a cualquier situación, sistema y planeta. Al no tener prejuicios contra otras razas, los Mandalorianos aceptaron a todo aquel ser que sintiese afinidad por su cultura y acepte el Resol´Nare como forma de vida. Es así como tras el casi exterminio de los Taung, la cultura Mandaloriana sobrevivió gracias a los cientos de razas que la conformaban.

Desde Taungs y humanos hasta inclusive rodianos, los Mado´ade se mantuvieron fieles a sus preceptos y gradualmente se recuperaron hasta volver a alcanzar un estatus respetable en toda la Galaxia. Tras la Guerra de los Sith, los Mandalorianos pelearon contra ellos y los Jedi al mismo tiempo, sobreviviendo a tan cruenta época y adentrándose hacia su propia Guerra Civil. Tras ella, su cultura fue una vez más unificada por un huérfano rescatado por el Mandalore de aquella época, Jaster Mereel, quien fuese asesinado años después gracias a la traición de uno de los suyos.

Fue bajo el mando del joven sucesor de Mereel que los Verdaderos Mandalorianos ganaron la guerra civil contra la Guardia de la Muerte. Su nombre era Jango Fett, y tras su corta victoria se convirtió en el único sobreviviente de la masacre Jedi liderada por el Conde Dooku que acabó con la vida de todos los líderes de su cultura, excepto él. Gracias a su pericia y valentía Jango fue recordado por el afamado Jedi y maestro de Qui-Gon Jinn, quien lo contrató para que no solo supervisara la creación del Ejército de Clones en el Sistema Kamino, sino además para que se encargará de su instrucción militar incorporando los mejores elementos de la cultura y tecnología Mandaloriana.

"Los Mandalorianos no amenazamos. Prometemos.” ― Canderous Ordo

Desde su armadura hasta sus tácticas de combate, idiosincrasia y más importante aún. sus genes, los clones deben su esencia a la herencia Mandaloriana, y por consiguiente sus sucesores los Stormtroopers y el Ejército del Imperio Galáctico también.

Luego de la muerte de Jango Fett a manos de Obi-Wan Kenobi, los Mandalorianos se mantuvieron un tanto bajo perfil como fuerza de combate, sin descuidar su cultura y expansión por todos los rincones de la Galaxia. Pasarían unas cuantas décadas antes que uno de sus más famosos representantes dirigiera un nuevo esfuerzo para unificar su pueblo y encontrarles un nuevo hogar, llevándolos hacia una época de reconocimiento galáctico como la cultura más influyente de la historia. Ese mandaloriano se llama Boba Fett, y su increíble historia la contaremos en una próxima oportunidad.