Estamos en una terraza de La Barceloneta, rodeados de verde. Adela Martínez ha conseguido llevar a cabo una idea que hacía años le rondaba por la cabeza: transformar los terrats/azoteas de Barcelona en huertos urbanos. Hablamos con la creadora y fundadora de «Huertos in the Sky».

Buenos días, Adela, ¿cómo surgió la idea de «Huertos in the Sky»?

Buenos días. La idea surgió en 2018 cuando vivía en La Barceloneta, en un piso con una terraza privada, desde allí vi que muchas terrazas estaban vacías y pensé que eso tenía que aprovecharse, ya que todas son planas y hay muchísimo espacio.

Entonces, me puse a investigar y vi que en otros países del mundo ya se estaban haciendo cosas en azoteas, como huertos urbanos, por un interés creciente hacia la alimentación natural y sostenible. A partir de ahí, surgió la idea de crear huertos urbanos en Barcelona.

Y una vez tenías esta idea, ¿cómo llegaste a construir el primer prototipo de huerto?

Realmente fue una casualidad, porque yo vengo del mundo tech y trabajaba en ese sector cuando empezó el proyecto. Vi una campaña de crowdfunding del Ayuntamiento de Barcelona que se hacía con Goteo por cada euro que la ciudadanía ponía, el Ajuntament ponía otro euro.

Entonces presenté mi idea, al fin y al cabo, no tenía nada que perder y el proyecto salió elegido y conseguí levantar un poco de inversión para hacer el huerto donde ahora estamos.

En ese momento no tenía un terrat y tenía que buscarlo y de ahí surgió otra de las casualidades de la vida…

A ver, cuéntanos esa casualidad…

Los objetivos de «Huertos in the Sky» son tres: el primero, conectar la ciudad con la naturaleza; el segundo, conectar las comunidades, ya que en muchas ocasiones no conocemos a nuestros propios vecinos; y el tercero, es crear puestos de empleo, es decir, un huerto sostenible de forma que pueda generar puestos de trabajo, sobre todo en colectivos vulnerables…

Entonces el match se hizo porque yo al ser vecina de La Barceloneta, venía mucho al restaurante de abajo, L’Òstia, porque conocía al dueño. Una vez hablando con él, le comenté el proyecto y le pareció muy interesante, ya que él justamente, siempre había querido montar un huerto en la terraza de arriba del restaurante… y ahí se alinearon los planetas… Le presentamos el proyecto al propietario de la finca donde afortunadamente le interesó muchísimo el proyecto y no nos puso ninguna dificultad para tirarlo hacia adelante, solo nos dijo «haced lo que queráis pero que no se caiga la casa» (risas).

Aparte, también hacéis otras actividades aquí en el huerto…

Este modelo está basado en uno que hay en Brooklyn, Brooklyn Range Farm que es la referencia de todos los huertos urbanos en terrats del mundo, llevan 9 años. Cultivan y después lo venden, también hacen talleres, bodas, fotos… Yo quería replicar ese modelo, pero en huertos pequeños, ya que en Barcelona hay muchos. No sabía si sería posible hacerlo a pequeña escala y en mucha cantidad, pero parece que sí (sonríe). Entonces, igual que en Brooklyn, en este huerto, intentamos hacer talleres de huerto urbano, de cocina, voluntariado, puertas abiertas, para que la gente venga a conocerlo y lo viva.

Y después de hacer el prototipo de huerto y ver qué funciona, ¿cuál es el segundo paso?

Ahora queremos llevar el concepto y materializarlo en más sitios y estamos probando distintas formas de expansión, por ejemplo, ir a empresas para que ellas lo hagan en sus propios terrats para sus empleados; otra posibilidad, es en hospitales, para abastecer a los enfermos. Todo esto, de hecho, está ya probado en otros lugares.

Otra idea, es en las azoteas de Poblenou, donde el espacio es más extenso para hacer más producción, aunque lamentablemente por una ley del Ayuntamiento, ahora mismo no se podrían vender los productos cultivados.

Y ahora mismo estamos enfocados en el interior de les illes de l’Eixample, de hecho, el urbanista Ildefonso Cerdà, el creador del Plan Cerdà, quería que estas illas fuesen jardines. Ahora estamos haciendo todas las gestiones pertinentes, hablando con los propietarios, etcétera, para ver si nos pueden dejar el espacio y hacer un huerto urbano, hay mucha economía de escala y mucha gente que vive allí… así que ese es nuestro objetivo más cercano.

¡Mucha suerte en vuestro proyecto!