“Madrid te comería a Versos” es el nombre del proyecto elegido por el colectivo de artistas Boa Mistura para decorar la ciudad de Madrid. Este grupo de antiguos grafiteros han plasmado frases inspiradoras en los pasos de peatones de la capital de España.

En tiempos de crisis, rodeados de malas noticias, desempleo, corrupción, pobreza… este grupo de artistas ha tomado las calles de Madrid para regalar una sonrisa a los transeúntes que pasean a diario por las céntricas calles de la capital.

“Consideramos que se puede invertir la situación y el estado de ánimo de las personas, pues todo ese tipo de malas noticias te minan la moral”, comentaba Javier Serrano, miembro de Boa Mistura, en una entrevista concedida a El País. Su misión es lanzar mensajes positivos como: “A veces reírse es lo más serio”, como reza uno de sus versos en la calle Segovia, “porque creemos que en cierta manera influye en nuestro estado de ánimo y deja huella”, señala Javier.

Con el lema: “Cinco cabezas, diez manos, un solo corazón”, este elenco de antiguos grafiteros dan luz y vida a una ciudad hermosa, repleta de monumentos históricos, con una gran diversidad cultural, pero falta de alegría e inspiración. Estas carencias llevaron al colectivo Boa Mistura a trabajar sobre el terreno.

El repentino deseo de vandalismo sentimental ha despertado la curiosidad de millones de personas, que ven con muy buenos ojos los 22 versos plasmados sobre pasos de peatones de la capital española, muchos de ellos sacados de las letras de las canciones de Leiva, Rayden y Ajo.

“Madrid te comería a versos” es el nombre que han elegido para este proyecto. Sin embargo, pese a la aprobación de la población, el colectivo Boa Mistura no cuenta con permiso del ayuntamiento para realizar este acto. Es decir, actúan al margen de la ley, con un único fin: demostrar su afecto a Madrid, la ciudad que les vio nacer, crecer y a la que profesan un amor incondicional.

No se entiende de otra manera si no, como este grupo de jóvenes se ha vuelto a atrever a decorar la ciudad sin permiso licito de la comunidad de Madrid, después de que en 2012 ya fueran multados con 6.000 euros por cometer un acto similar. Aquella vez, según relataba Javier Serrano, fueron pillados in fraganti cuando llevaban a cabo un proyecto donde pintaban algunos muros grises de la ciudad con frases como “Madrid, me gustas en colores”

Sin embargo, si contaron con autorización para redecorar el Mercado de la Cebada, un clásico del barrio de La Latina. Una intervención con un punto crítico, porque tras considerar que Madrid era un poco gris, decidieron dotar de color a ese espacio con el propósito de motivar a la ciudad a huir de ese estado. Boa Mistura procede del portugués Buena Mezcla, lo que les define a la perfección, puesto que se trata de un equipo multidisciplinar con raíces en el grafiti. Pero si algo incomoda es que no esté aun definido el trabajo de este grupo de artistas en cuanto a un marco legal. Es algo tan contemporáneo que todavía no se conocen los límites de qué es vandalismo o qué aporta algo a la ciudad. Sus orígenes están ahí, pero los proyectos hoy son diametralmente opuestos al grafiti. “Sentimos una responsabilidad para con la ciudad y el tiempo en el que vivimos”, señala Javier.

Lo que sí tienen muy claro es su lugar de trabajo: la calle, el espacio público. "Nos gusta la calle porque no hay segmentación de público, como en un museo donde entra un determinado perfil de personas. En la calle es un regalo para todo el mundo”. Precisamente por ese motivo tienen una fuerte responsabilidad con su trabajo, con lo que comunican. “Este sentido no existe, quizás, en el grafiti".

Lo que Pahg, rDick, Purone, Arkoh y Derko empezaron a plasmar en los muros del barrio cuando eran niños, hoy es todo un trabajo depurado con profundo sentido social y gran reconocimiento internacional. Su trabajo se desarrolla principalmente en el espacio público, pero no solo en España. Ya han realizado proyectos en Sudáfrica, Brasil, México, EE.UU, Reino Unido, Georgia, Argelia, Noruega, Serbia o Panamá.

Ahora ellos son el ingeniero de caminos Rubén Martín, el publicista Pablo Purón, los licenciados en Bellas Artes Pablo Ferreiro y Juan Jaume y el arquitecto Javier Serrano. Hoy en día ya gozan de un gran reconocimiento, como si no se podría entender que este grupo de antiguos grafiteros colaboren con entidades de la talla de ONCE, Oxfam Intermón o Cruz Roja,

Si atendemos a la definición de la propia Wikipedia, el arte se podría considerar como la actividad o producto en los que el ser humano expresa ideas, emociones o, en general, una visión del mundo, a través de diversos recursos como los plásticos, lingüísticos, sonoros o mixtos. Esa definición fue la que intentó acuñar este grupo de artistas desde sus comienzos.

Ya poco queda de esa época de rebeldía juvenil, quizá solo la esencia, esa que les llevo a la maduración y el reconocimiento global que les ha permitido trabajar en proyectos para la mejora de zonas deprimidas de las favelas de Brasil o áreas devastadas en Sudáfrica. Algo de lo que se sienten muy orgullosos.

Con una buena mezcla de concepto, filosofía y arte, las obras del grupo Boa Mistura se destacan, más allá de la belleza estética, por su influencia en la comunidad. La maduración de este grupo se percibe muy bien en su compromiso: su compromiso con la ciudad, con el país, con la humanidad y con la historia, como demostraron en Berlín con la petición de un dibujo por parte de galeristas para lograr una imagen que simbolizaba la caída del muro y la unión de una Alemania años atrás dividida.

Quizá la mejor enseñanza que nos pueden trasmitir es su propia forma de ver la vida: “En realidad somos millonarios porque hacemos lo que queremos. Hay proyectos de este tipo que económicamente no son muy rentables, pero vitalmente son impagables", relataban a Lilliana Velez en una entrevista en El Colombino.

Sin duda la mejor definición de este grupo nos la dan ellos mismos: ”Cinco amigos que viven de su sueño y que están luchando por hacerlo realidad”.