El Museo del Prado y la Fundación AXA, con la colaboración de la ONCE, presentan la primera exposición accesible a personas con algún tipo de discapacidad visual que se celebra en las salas del Prado. En la galería norte de la planta baja del edificio Villanueva se exponen las imágenes en relieve de una selección de obras representativas de sus colecciones, entre las que se encuentran La fragua de Vulcano y El quitasol, para que puedan ser recorridas y tocadas con las manos.

Coincidiendo con esta iniciativa, el Museo del Prado ha puesto en marcha un nuevo servicio de audioguías con audiodescripciones de más de cincuenta obras de su colección especialmente dirigidas para los visitantes con algún tipo de discapacidad visual.

El Museo del Prado pone en marcha su primera iniciativa accesible a personas con discapacidad visual a través de la exposición de seis imágenes en relieve correspondientes a diferentes géneros y estilos artísticos que reflejan la riqueza de sus colecciones.

La pintura religiosa, la mitología, la escena costumbrista, el retrato y la naturaleza muerta son los géneros que se acercan por primera vez en el Prado a invidentes o personas con residuo de visión a través de la reproducción en relieve de obras como Noli me tangere de Correggio, La fragua de Vulcano de Velázquez, El quitasol de Goya, La Gioconda del Taller de Leonardo da Vinci, El caballero de la mano en el pecho del Greco y Bodegón con alcachofas, flores y recipientes de vidrio de Van der Hamen, estas tres últimas reproducidas a tamaño real.

Desarrollado con la colaboración de profesionales con discapacidad visual, este proyecto cuenta con material adicional como paneles y cartelas en braille, audioguías de apoyo que proporcionan las indicaciones necesarias para hacer el recorrido táctil de las piezas expuestas y gafas opacas -que impiden la visión- para facilitar esta experiencia sensorial a todo tipo de público.

La reproducción en relieve de estas obras, desarrollada a partir de fotografías en alta resolución a las que se confieren texturas y volúmenes de hasta seis milímetros, se ha realizado con la técnica Didú de los Estudios Durero.