Ser artista hoy en día, encontrar tu lugar, saber posicionarte en las redes, tener una idea muy clara de las cosas es una labor muy difícil de sobrellevar. Pero cuando estamos ante un trabajo sugerente, lleno de diferentes tonalidades, texturas, materiales y plagado de iconos mediáticos con un toque de parodia, ironía o sarcasmo es más atractivo; así podemos describir la obra de Roberta Marrero. Su trabajo gira alrededor de su propia cosmovisión, por lo que es normal encontrar elementos religiosos, personajes de Hollywood, Disney, Tom of Finland, entre otros que protagonizan su obra.

¿Qué es para ti el arte, la televisión y la cultura queer?

La verdad es que no tengo una noción muy clara de lo queer… las etiquetas siempre me han parecido más una cárcel que una ventaja. El funcionario desnudo de Quentin Crisp, por ejemplo, se vende como un libro gay o queer y para mí es solo un libro maravilloso que puede disfrutar cualquiera que sea distinto… desde un gay con mucha pluma a un gótico heterosexual al que insultan en su pueblo.

¿Qué significan Hollywood, Disney, Tom of Finland, la dictadura y la religión?

Forman parte de mi imaginario, son cosas que me han fascinado desde siempre. Algunas porque me identifico con ellas como el Hollywood clásico o Tom of Finland y otras porque me espantan y fascinan al mismo tiempo, como la religión católica o las imágenes creadas desde las dictaduras políticas como el Nazismo o el Franquismo.

¿Cuál es tu forma de trabajo y qué valor le das a la técnica empleada en tu obra (mayormente el collage)?

Trabajo por impulsos y desde el subconsciente. Cuando hago algo estoy como en una especie de trance y no pienso en realidad en lo que estoy haciendo, solo lo hago. A nivel consciente no hay mensaje alguno en mi trabajo; pero a nivel inconsciente sí que lo hay, porque soy una mujer pensante y tengo cosas que decir, aunque prefiero que sea el espectador el que saque sus propias conclusiones. A veces uso el collage, otras veces dibujo y otras solo escribo algo sobre una foto.

Además de haber sido Dj, cantante, actriz, artista visual, (entre otras cosas) ahora estás en el catálogo de Ediciones Hidroavión. ¿Cómo surge este proyecto?

Es un libro que recopila mi trabajo sobre dictadores. Los chicos de ediciones Hidroavión me lo propusieron y me pareció muy buena idea. El libro además tiene un texto precioso de Víctor Mora.

¿Cuáles son los artistas españoles e internaciones emergentes que te llaman la atención actualmente?

Los artistas que me gustan ahora mismo son muchos: Rubenimichi, Xavi Katalá, Sergio Mora, Ryan Heshka, Ricardo Cavolo… Hay más, pero no me vienen ahora mismo a la cabeza.

¿Cómo percibes a la sociedad, en general, frente a identidades sexuales heterodoxas?

Bueno, parece que la gente le sigue prestando mucha atención a los demás y no mucha a sí mismos. Creo que todo el mundo debería meterse en sus asuntos y dejar a los demás en paz. La sociedad así maduraría bastante porque estaría formada por individuos pensantes que se piensan y se repiensan a sí mismos. Por desgracia no es así y el común de los mortales sigue estando muy nervioso ante todo lo que no le entra en su esquema de la realidad, el cual suele ser un esquema que aprendieron de niños y nunca jamás han modificado.

¿Por qué crees que hay un retroceso cultural y político en países "primermundistas" como España? Me refiero por los casos interminables de homofobia, sexismo, etcétera que cada vez tienen mayor presencia en los medios de comunicación.

No es un retroceso, porque nunca ha habido adelantos reales. Una cosa es tener a la ley de tu parte… que ya no te metan en la cárcel por ser lesbiana o una persona transgénero, por ejemplo; otra cosa muy distinta son los cambios reales en la sociedad. El machismo y la misoginia están muy dentro de la cultural mundial, eso es muy difícil de erradicar. Luego, naciones como España lo tienen aún peor porque han sufrido una dictadura política y es un país muy religioso. Creo que somos, principalmente, todos y todas —los que no seamos un hombre heterosexual blanco de clase media— quienes podemos cambiar las cosas. Las podemos cambiar respetándonos, reeducándonos día a día, luchando contra toda la basura que nos han inculcado desde pequeños a través de la cultura imperante. Solo así podemos cambiar el mundo, cambiando nuestras realidades. Es nuestra obligación, además, para con nosotros mismos. De todos modos, el mundo nunca será una hermandad que viva en paz y armonía. Los negros llevan mucho tiempo luchando por sus derechos y todavía sufren ataques racistas. Ese tipo de cosas siempre van a suceder.

¿Crees que el arte hoy en día juega un importante papel político, sobre todo por la difusión que puede tener a través de la red?

Internet en general juega un importante papel político, porque ahora muchísima información está al alcance de la mano en casi todo el mundo y para casi todos, o por lo menos para mucha gente. Por otro lado, ahora que es todo tan accesible hay un nivel de desinterés brutal.

¿Qué le depara a Roberta Marrero para el futuro y qué crees que le depara a España?

No lo sé y creo sinceramente que es mejor no saberlo.