True Story retoma un dispositivo previamente experimentado en 2007, durante el mes de mayo en Puebla con Entre Patio y Jardín simulacros, exorcismos y otros subterfugios y luego durante el mes de noviembre en Guadalajara, con yäq. Estas tres exposiciones han sido concebidas como campos de fuerzas creados al poner en tensión el espacio,polarizándolo, mediante las obras mismas, según un procedimiento activo que en mucho se parece a lo que se conoce en física como electrólisis.

Digamos que, en True Story, harían las veces del ánodo y del cátodo una nueva producción de Juan Pablo Macías y un video de Jean-Charles Hue rodado en Tijuana en 2007. Macías se las ingenia desde hace bastantes años ya para sacar del olvido hechos y escritos relativos al anarquismo. En True Story, traslada al español Problems of the Hour in Nine Brief Studies [Problemas del momento en nueve estudios breves], obra publicada por Albert Kimsey Owen en 1896. Owen fundó a finales del siglo XIX una colonia socialista en Topolobampo, localidad sinaloense a orillas del Pacífico, al poniente de México, cerca de Los Mochis.

Jean-Charles Hue, por su parte, acompañó a Jorge Hank Rhon, candidato del Partido Revolucionario Institucional durante su campaña como candidato a gobernador del estado de Baja California en 2007. Entre ambos electrodos, uno libertario, otro más “pragmático”, unos veinte objetos elegidos por catorce artistas comparten un mismo espacio; cada uno de ellos, solitario, flota entre ánodo y cátodo; reunidos, constituyen una secuencia semiótica en la cual severidad y frivolidad establecen relaciones de contigüidad, cuando no de plano van junto con pegado. En cuanto a la verdad concierne, ¡démosle la palabra al poeta!

El entendimiento avanza a cierto paso, no sé cuál; la Verdad lo hace mucho más lentamente. Debo decir incluso que, en lo que a mí atañe, Ella se tarda cada vez más en alcanzarme. De manera general, la Verdad no me parece ser algo que se consiga, sino algo que se espera. Todo lo que podemos hacer, en lugar de perseguirla, es intentar frenar el ritmo de nuestro pensamiento, para que Ella se acerque hasta nosotros. Las notas que acumulamos, las palabras que alineamos tienen ese único propósito. Si Ella un día llega a nuestra altura (como suele decirse), y nos toca el hombro, la sorpresa, entonces, nos deja inmóviles; La reconocemos por su faz inaudita. (Francis Ponge, enero de 1964) Citado por Philippe Jaccottet en Ponge, pâturages, prairies, Le Bruit du Temps, París, 2015, pp. 17-18.

Texto de Michel Blancsubé