Jorge Marín es uno de los mayores exponentes del arte contemporáneo figurativo en México. Con una trayectoria de más de 25 años y 250 exposiciones individuales y colectivas, ha trabajado con diversos materiales, llegando a dar con la resina y el bronce, convertido, éste último, en su signo distintivo, ya que a pesar de ser un material duro y frío, contrario a la esencia y simbolismo de sus piezas, logra retratar el detalle, textura y movimientos de alas y telas, temas tan recurrentes en sus obras.

Producto de la contemporaneidad, el artista busca una interrelación del espectador con sus piezas, que funcionen como espejos, espejos capaces de producir en el espectador una reacción que vaya más allá de lo que la obra representa y llega a un lugar en donde el espectador se vea reflejado y pueda interpretar, desde su muy particular cosmovisión, las sensaciones producto de las piezas. Ejemplo de ello son las obras en donde diversas figuras humanas juegan con el equilibrio, situándose en posturas irreales, sobre bases inestables y endebles, dejándole al que las contempla la tarea de crearles una historia, un desarrollo y un fin, que depende de lo que cada persona reflexiona acerca de sí mismos, mientras se abstrae en la contemplación de la figura.

Un tema recurrente en sus obras son las alas, alas que reflejan la fijación del artista acerca de la libertad y de su amor por los animales. Es entonces cuando se percibe la riqueza de las múltiples percepciones, ya que los espectadores ven ángeles o demonios, mientras que su creador ve hombres pájaros.

Otro rasgo que resalta acerca de la contemporaneidad de su trabajo es la búsqueda del artista por la democratización del arte. A lo largo de su trayectoria, los caminos lo han llevado a transitar esa ruta. La historia de las Alas de México, distintivas y aclamadas, fue justamente a raíz del montaje de una exposición pública, en la Avenida Reforma, en la Ciudad de México, ya que le faltaba una pieza para completar la exhibición, por lo que decidió colocar unas alas monumentales que estaba haciendo en su taller, y que formaban parte de una pieza monumental en proceso, y montarlas en una estructura metálica que permitía su contemplación e interacción con el público.

Esa elección fue tan acertada que el público adoptó sus alas como un emblema del camellón de la avenida, y se viralizaron las fotografías posando con dichas alas. Tal fue el éxito que el público demandó seguir teniendo a su alcance la obra, lo que lo llevó a donarla y que esa escultura ya tenga un lugar permanente en nuestra ciudad. Esta historia refleja cómo una pieza inacabada encuentra su final perfecto en la particular interacción de cada uno.

Ese fue el inicio de su trabajo de democratización. El artista concibe como una necesidad básica consumir y hacer arte, y ponerlo al alcance de todos para fomentar así una apropiación del arte y verlo como algo cotidiano que nos dé identidad. Para ello está entregado a la tarea de crear obra pública. Muestra de eso es la obra monumental El Vigilante, creada en Ecatepec, un municipio caracterizado por ser el más poblado y violento del estado de México.

Esta pieza tiene como objetivo otorgarles a las personas que viven ahí, una identidad, darles patrimonio y fomentar la conciencia social del bien que hace el arte público. Un dato curioso de esta pieza que corrobora su finalidad fue que en los mercados populares de la zona ya se crean pequeñas piñatas (recipiente de barro o papel maché que se llenan de dulces o frutas y se cuelgan en fiestas para romperse con palos) de dicha figura, mostrando así su incipiente cualidad emblemática del lugar.

Otra muestra de este esfuerzo por llevar arte para todos es la reciente publicación del libro Bronce en plenitud, cuya calidad extraordinaria está al alcance de todos ya que se distribuye de forma gratuita a través del sitio web del artista, y de diferentes eventos de distribución y donaciones.

Es así como la obra sublime de este autor, nos habla con su particular lenguaje de la forma y de la luz, acerca de figuras masculinas cuya perfección refleja no sólo la cualidad atlética del cuerpo, si no la cualidad de humanidad óptima.

Para mayor información del artista u obtener su libro, éste es su link