“Si me pregunto qué pintores han sido importantes en mi trabajo, la lista sería interminable. Me he movido a través de muchos “ismos” y he recorrido paisajes de la pintura muy diferentes, desde Grecia a los frescos de Pompeya, italianos primitivos, el S. XVII español etc, hasta llegar a la modernidad, desde el cubismo o la abstracción a la metarrealidad que fusioné a partir del claro-oscuro de Zurbarán con las maderas y redes en la Serie Negra. Y por supuesto Goya.

Acepto ser un pintor “Influenciable” e “influenciado” lo que me ha impedido no extraviarme con demasiada frecuencia.

A inicios del año pasado merodeaba alrededor de algunas pinturas de Picasso posteriores a su época neoclásica. Decidí hacer versiones de algunos de sus cuadros, hice mi autorretrato del retrato que Picasso hizo del autorretrato del Greco. Pinté “señora sentada en un sillón” y “retrato de niña con muñeca” imágenes que más tarde fusioné con un tercer personaje creando un cuadro de familia donde traté de combinar técnicamente con absoluta libertad la pintura y el collage, construyendo así una escena en la que desenfoqué con humor una “sagrada familia”. O lo contrario.

Por casualidad di con el cuadro del holandés Jacob Jordaens -óleo realizado sobre lienzo en los años 1621-2. Ojeando un libro de Picasso, en una de las páginas en pequeña reproducción estaba ésta pintura flamenca.

Era evidente el contraste entre la síntesis e inmediatez de los Picassos a que me he referido y esta “familia del pintor” de Jordaens. Aún así establecí inmediatamente una relación entre ambos cuadros.

En la práctica inspiración significa influencia. Nada, nada surge sin lo anterior – dice Harold Bloom – en su libro “Anatomía de la influencia”.De esta manera me dejé llevar por lo que podría aprender de ambos pintores.

Mi trabajo pocas veces lo programo, pero cuando encuentro el “tema” pico de esa veta hasta intentar agotarla. Y aquí encontré suministro suficiente para trabajar como así hice durante todo un año en estos cuadros que ahora presento en la Sala Parés.

El arte es una forma de pensamiento, éste es un fragmento más de ese tránsito; cuando el cuadro está pintado no está acabado, lo que esconde, lo que no dice… es como un disfraz. Por eso siempre hay que intentar leer entre líneas.”