En la primavera del 2018, el Museo Rodin saca a la luz el encuentro de Rodin con el mundo de la danza. La exposición gira en torno a la famosa serie de Movimientos de danza nunca expuestos durante la vida del escultor y alrededor de cincuenta dibujos.

La fascinación de Rodin por la danza se ve reflejada en sus encuentros con los bailarines de la época, como Isadora Duncan, Loïe Fuller, bailarines camboyanos y Hanako, la bailarina japonesa. Un conjunto de obras excepcionales que reúne esculturas, fotografías, dibujos y antigüedades, sumergiendo al visitante en un mundo de gracia y poesía.

El Museo Rodin agradece al grupo CCR, patrocinador de la temporada 2018.

Desde la década de 1890, nuevas experiencias transformaron el arte de la danza, lejos del entretenimiento codificado y mundano que podría ser hasta entonces. Sensible a las innovaciones, Rodin se interesa en personalidades excepcionales, como Loïe Fuller y Hanako. Uno de los puntos culminantes de estas reuniones se establece con los bailarines camboyanos con representación en París para la Exposición Universal. A su partida, Rodin apunta que "llevaron consigo la belleza del mundo".

La complicidad compartida con los artesanos de esta revolución lleva a Rodin a vincular la danza y la escultura en su exploración común de las posibilidades del cuerpo humano. Rodin está interesado en la danza en todas sus formas; danzas folclóricas regionales u orientales, actuaciones de bailarines de cabaret, las principales personalidades de la danza contemporánea y asimismo, el interés que comparte con Isadora Duncan por las prácticas de la danza en la antigüedad.