La Galeria Carles Taché tiene el placer de anunciar la inauguración de la exposición del artista de la galería Bosco Sodi.

Bosco Sodi (México DF, 1970) encarna la renovación de la tradición muralista mejicana. La materia, su consistencia y su destrucción son los puntales de un proceso creativo que es, casi en paralelo, un proceso orgánico de desaparición. La monocromía se ha convertido en una constante en su obra, e invita a proyectar una mirada atenta y a re exionar sobre las derivaciones de la pintura contemporánea.

El artista trabaja constantemente de manera deslocalizada pese a tener su principal estudio en Brooklyn. A ello se suma que las materias primas empleadas en la realización de sus obras suelen ser las que ofrece cada lugar. Este gesto, mínimo pero determinante, no responde a cuestiones de logística o practicidad sino que es, más bien, el primero de los gestos pre-pictóricos de alguien que siente un vínculo con la tierra y que trabaja desde ese sentimiento. Las mezclas de Sodi, masas incorpóreas, se basan fundamentalmente en pigmentos y materias orgánicas.

A partir de ahí, la fuerza que desencadena la práctica artística de Bosco Sodi es probablemente la curiosidad por experimentar (primero en un sentido material) con los elementos dispuestos sobre la super cie de la tela. En esta primera fase, podríamos decir que la mano del artista interactúa con el desarrollo natural del proceso reactivo de la mezcla. La e cacia natural de lo orgánico no es que exima al artista de su participación pero sí le convierte en un claro observador. Un observador implicado, que “conduce” de manera intuitiva un proceso que depara todo tipo de reacciones y accidentes – oportunidades, al n y al cabo, para quien se maravilla ante lo imprevisible y saca provecho de ello.

Bosco Sodi vive y trabaja en Nueva York, a donde llegó tras haber residido en París, Berlín y Barcelona. Ha expuesto individualmente en instituciones como el Bronx Museum de Nueva York, el IVAM de Valencia y más recientemente en el Museo Nacional de Arte de México. Su obra forma parte de importantes colecciones internacionales como, por ejemplo, la Colección Jumex, la colección De La Cruz, o la colección del Museum of Modern Art de Gunma de Japón.