#NoMeCansaré explora algunas prácticas que, entre el arte y la movilización social, manifiestan y dan forma a reclamos actuales en un país en el que la violencia subsume y rebasa al Estado, generando una máquina de guerra informe y difícil de nombrar.

A mediados de los años noventa, el historiador argentino Roberto Amigo utilizó la noción de “prácticas estéticas de praxis política” para nombrar una serie de acciones realizadas contra la dictadura argentina, cuyo centro fue la acción conocida como el “Siluetazo”. Esta descripción permite explorar las acciones que rebasan lo que normalmente conocemos como “arte”, pues son prácticas que no se deben a un autor individual sino a largos procesos de trabajo colaborativo que, sin embargo, conforman nuestro horizonte cultural.

Para pensar los procesos sociales que interpelan las complejas realidades de México es imprescindible aproximarnos a los vocabularios y formas sensibles que generan estos modos de hacer. Desde esas materialidades, es posible interrogar cómo opera la visibilidad y comunicación del intrincado proceso de la política.

Esta exposición no busca una delimitación precisa, algo imposible al tratar procesos vivos en constante mutación, ni pretende mostrar todos los conflictos existentes. La intención es presentar las herramientas y estrategias con las que algunos agentes están trabajando y que nos permiten entender, por un lado, la transformación de las prácticas políticas y, por otro, la materialidad que toman para hacer visible su reclamo. Su radicalidad está en la urgencia y las formas de imaginación que ponen en marcha.