Desde los años ochenta, Smith ha abordado temas interrelacionados que abarcan los efectos y detritos de la industrialización, la economía y la estética de la abstracción, la urbanización, el colonialismo y, más recientemente, la naturaleza y la entropía a través de desdibujar y mezclar las lógicas del universo pictórico, cinematográfico y performático.

El MACBA desarrolló Melanie Smith. Farsa y artificio, exposición que abarca todos los medios en los que se expresa la artista, desde sus primeras esculturas, ensamblajes, relieves y pinturas hasta sus piezas en video, fotografía e instalaciones. La adaptación para el MUAC y el Museo Amparo se concentra en el impulso que recorre sus obras más recientes por experimentar con su propia mirada como artista/productora de imágenes en términos espacio temporales.

En sus creaciones más recientes, Smith trabaja con la distancia a partir de una perspectiva física —con viajes a la selva amazónica o el desierto de Atacama en Fordlandia y María Elena hasta el antiviaje de Skype—, pero también lo hace por medio de una perspectiva formal y tecnológica al utilizar cámaras de seguridad o dispositivos que la alejan de la posición de control autoral.

Las obras de esta exposición se despliegan simultáneamente en dos ciudades diferentes: Puebla y la Ciudad de México. El proyecto no se concibe como dos muestras paralelas, sino como una misma. Para lograr esta simultaneidad, se ha planteado un sistema de cruce de miradas y referencias entre las obras a través de mirillas que permitan a los espectadores asomarse en vivo a la otra sede. Así se construirá un diálogo entre dos espacios y entre distintos momentos de la producción artística de Melanie Smith.

En el centro de esta operación se encuentra la producción de una pieza nueva que continúa su investigación sobre la deconstrucción del plano pictórico a partir de recursos performáticos, esculturales y de la imagen en movimiento. Smith registrará y dirigirá desde el Museo Amparo, en Puebla, la producción de un ambicioso tablaux vivant, en el MUAC, de The circle of the lustful (1884-1887), acuarela de la serie de ilustraciones que realizó William Blake para la Divina comedia. Para esta acción en vivo —planeada para la inauguración— la artista agregará una nueva capa de interpretación a la escena, un ejercicio iniciado por el mismo Blake.