El Centro Botín acoge la exposición AS YOU GO (Châteaux en Espagne) de Anri Sala (Tirana - Albania, 1974), uno de los artistas más influyentes de la cultura contemporánea, cuyo trabajo indaga en los modos no verbales de comunicación por medio de novedosas técnicas narrativas que introduce por medio de la imagen en movimiento, la música, el sonido y la propia arquitectura del lugar en el que expone, generando una experiencia inmersiva en el espectador de alto impacto sensorial.

La primera frase del título elegido por Anri Sala para esta nueva exposición –AS YOU GO– implica una doble idea de movimiento: el inherente a una obra basada en el tiempo, que se apoya en la música y la imagen fílmica; y el propio movimiento del visitante al que Sala invita a participar en la creación de su propia experiencia individual de una exposición, que tiene algo de escenario teatral.

Son muchas las lenguas occidentales que comparten el modismo «construir castillos en el aire» para expresar la tendencia a elaborar planes poco realistas o excesivamente ambiciosos. Sin embargo, los franceses utilizan para decir lo mismo «construire des châteaux en Espagne»: ellos construyen castillos en España. La expresión atrajo la atención de Anri Sala, que la consideró muy apropiada para incorporarla al título de la muestra. Para un artista, una nueva exposición supone una oportunidad para explorar nuevos territorios formales. Pese a que las expectativas que genera pueden ser bastante ilusionantes, en ocasiones pueden llegar a intimidar: experimentar comporta riesgos y la puesta a punto de un proyecto complejo conlleva depender de condiciones cuasi mágicas. También para el visitante sumergirse en la nueva producción de un artista puede resultar un desafío. Podríamos ver el encuentro de la propuesta del artista y la percepción del espectador como algo casi improbable.

La acción imaginada por Anri Sala se despliega en tres entornos diferentes. El primero consiste en un sistema de videoproyección de proporciones cinematográficas. A través de él, el artista propone una nueva forma de entender la imagen en movimiento: tres pares de vídeos —todos relacionados con la interpretación musical— desfilan por una pantalla de treinta metros cuya forma hace alusión directa al edificio. Sala ha coreografiado ese movimiento de izquierda a derecha de las imágenes recurriendo a unos intervalos en blanco con los que crea un ritmo visual concreto, y a dos pantallas translúcidas ubicadas a ambos lados de la principal. Con ello genera una impresión de doble visión, transmitiendo al visitante que camina entre las dos pantallas la sensación de inmersión.

Si nos desplazamos hacia el sur entraremos en un espacio protagonizado por la bahía de Santander. Aquí, Sala ha instalado No Window No Cry (Renzo Piano & Richard Rodgers, Centre Pompidou, Paris), un fragmento del famoso museo parisino donde expuso en 2012 y en el que presentó esta pieza. En su nueva ubicación, la ventana permite a Sala enmarcar la vista, como si esta fuera su obra. En ese sentido podríamos pensar que el artista estaría planteando una revisión de la veduta, un género clásico de la Historia del Arte que se remonta al siglo XVI.

El tercer acto se desarrolla en la sala situada exactamente al otro extremo del espacio. En este caso estamos ante una suerte de anti-veduta: en All of a Tremble (Encounter 1), una pared cubierta de papel pintado, obstaculiza la visión de la ciudad. Los motivos ejecutados a mano del papel pintado parecen ser obra de la máquina que vemos fijada a la pared. No conseguimos determinar si la máquina está imprimiendo en la pared o interpretando una extraña y repetitiva partitura musical. Pero al acercarnos comprobamos que la máquina está inmóvil, y que dos antiguos cilindros de impresión de papel pintado activan un conjunto de remaches diseñados al efecto que convierten los motivos del papel en una melodía. Nos encontramos ante otra experiencia de sinestesia: no está claro si el sonido conforma la imagen o si es esta la que da forma al sonido.