Desde pequeña he amado mucho la Naturaleza y he pasado muchos momentos en los prados, en los bosques, entre las flores, a lo largo de un hermoso arroyo.

El árbol, la flor, el agua, las hormigas, los pececillos, los pájaros, eran mis amigos con los que jugaba y charlaba.

Sentía que ellos conocían mi corazón, comprendían mis palabras como yo sentía en mi corazón lo que ellos me expresaban.

Y estaba segura de que allí también vivían otras Criaturas que no veía pero que percibía claramente.

Me sentía circundada por verdaderos amigos que me amaban y me comprendían.

Ésta era mi Casa, mi Mundo.

Cuando, extendida sobre la hierba, miraba el Cielo, tenía la misma certeza de que más allá de las nubes existían otros amigos, otra Casa, otro Mundo aún más bonito.

Mi vida ha sido constelada por lutos muy dolorosos desde cuando era pequeña y las Almas de estas personas queridas que dejaron este mundo se me aparecían de vez en cuando, en los lugares más diferentes, pero siempre en la Luz y con un gran Amor tranquilizador.

A los 24 años viví la experiencia del coma y del túnel de Luz. Ha sido maravillosa, pero al mismo tiempo lacerante.

Ha sido maravillosa porque me ha confirmado la existencia de aquel mundo que de niña percibía y porque sentí el Amor verdadero, la gran paz, el éxtasis.

También ha sido muy doloroso porque ha sido como volver a Casa, en una Casa de Luz, de Amor, de paz y luego fui arrancada de nuevo para ser catapultada a un mundo que nunca sentí mío y dónde me sentía muy incómoda.

En aquel tiempo quedé muy desorientada porque no conocía nada del coma, de esta experiencia y temía de compartirla.

Me ha quedado una profunda e indescriptible nostalgia que ha requerido años de elaboración antes de ser por mí aceptada y amada.

La experiencia del túnel de Luz me ha abierto una gran puerta al mundo de la Luz, del Amor, de la paz.

Desde aquel momento, los Ángeles me acompañaban. Almas que deseaban llevar un mensaje de Amor y ayuda a sus seres queridos.

Al principio fui muy reacia a hacerlo, porque para mí era difícil y embarazoso, especialmente con personas desconocidas.

Pero los Ángeles me han ayudado mucho, porque estas Almas se daban a conocer a sus seres queridos mediante detalles que eran conocidos sólo para la persona a la que estaba dirigido el mensaje.

También he tenido la misma resistencia y turbación cuando los Ángeles me han dado los primeros channeling, porque me sentía inadecuada.

He logrado superar esta resistencia sólo después de haber tenido muchas confirmaciones de la ayuda y del Amor que traían las palabras de los Ángeles o los mensajes de las Almas que volaban a otras Dimensiones.

Es por esto que tengo un inmenso respeto por estos Mundos que para mí son Mundos Sagrados, que permanecen en todo caso desconocidos por su dimensión e inmensidad.

Por lo tanto, he quedado siempre solo en la recepción de esto y de Quien proviene de estas Dimensiones.

Nunca he tratado de pasar sus puertas, por cuanto deseara estar cercana a las Almas que dejaron este mundo y que quise y quiero cada día más.

Esto también ha sido después de haber logrado dejar ir la resistencia e ir más allá de mi sentido de inadecuación, que en todo caso me acompaña todavía.

Los Ángeles y estas Almas me han ayudado a vivir la relación con Ellos de manera natural y simple como una niña.

Me siento inmensamente amada por Ellos, dulcemente ayudada, protegida, asegurada, apoyada, respaldada y acompañada ininterrumpidamente. En todo, en las grandes y pequeñas cosas cotidianas, de la vida.

Es por esto que me siento honrada y felicísima cuando Ellos se hacen ver o sentir más intensamente.

Pero esto no lo pido nunca, porque estoy segura de Su presencia incesante.

Me han enseñado también a pedirles ayuda en las cosas pequeñísimas, aparentemente banales y en las cosas prácticas porque esto les permite ayudarme aún más.

Y es esto que hago y que me confirma en cada instante la presencia de Ellos y Sus ayudas, la protección de Ellos y sobre todo Su inmenso Amor.

En mi vida ha habido muchos traumas, eventos intensos y experiencias muy dolorosas, pero he superado todo con la ayuda de los Ángeles que me siguen donando la maravillosa sensación de ser una niña en Sus brazos.

Esto me lleva a estar cada vez más enamorada de la Gran Luz y de los Ángeles.

Estoy inmensa e ininterrumpidamente agradecida a Ellos por haberme dado la posibilidad de conocer la fuente más grande de satisfacción y felicidad: ofrecer mi vida a la Luz, al Amor, estar al ‘Servicio' de la Luz, del Amor, consagrándome a las Almas que encuentro.

He acompañado y estoy acompañando a personas en el ‘Despertar' del Alma y en el camino de crecimiento personal.

He hecho y también estoy haciendo esto con un grupo.

Con ellos camino intensamente y alegremente por un Sendero que nos ha llevado a vivir experiencias inimaginables, en lugares diferentes.

De este Camino he hablado en el artículo anterior.

Estoy muy agradecida y agradezco infinitamente a mis Compañeros de Camino que me han permitido crecer en el arte de ayudar, de aprender cómo amar, apoyar, asegurar, respaldar, respetando las elecciones de cada uno.

Gracias a ellos he comprendido el equilibrio necesario en darse total e ininterrumpidamente, pero dejando libres en todo, también en la elección de lo que puede hacer sufrir.

Con los Ángeles he redescubierto mi Esencia de niña y como niña camino feliz por el mundo apretando Sus manos.

Cada mañana les pido a Ellos que me lleven donde tengo que estar, que me ayuden a hacer lo que tengo que cumplir para estar ininterrumpidamente al ‘Servicio' de la Luz y del Amor, para ser un ‘Medio' de Ellos y un ‘Don' y para realizar el diseño de mi Alma.

Esto me lleva a vivir totalmente abandonada y feliz de colaborar con Ellos en todo, por todo y para todos.

Ha sido y es una inmensa alegría colaborar con Ellos en crear los libros que recogen Sus Mensajes y donarlos así a todas las Almas.