Se acerca la Navidad y comienzan a ablandarse los corazones, pero también vienen los estreses de las compras, los regalos y la imaginación respecto a los menús navideños empieza a fluir.. ¿Y cómo contentar a todos? Estas fechas son un huracán de emociones, tanto de felicidad como de añoranza por los que faltan, y una bonita excusa para las reuniones familiares.

Personas nuevas que se incorporan a la mesa, otras que faltan y sus sillas son reemplazadas por otras, recién nacidos, divorcios, separaciones, parejas nuevas, nostalgia de las que ya no están, abuelos y abuelas cuya presencia es añorada desde lo más profundo de nuestros corazones...

Cultura del consumo

Pocas son las personas que no se dejan arrastrar ante el flujo de anuncios y la luminosidad de las miles de tiendas que invitan a entrar. Son como casas encantadas, ambiente hogareño y navideño, acogedor, cuya música y colores hacen que entres sin poder evitarlo aunque sea a dar una vuelta y sentir ese cuento de hadas. Las calles son decoradas con infinidad de adornos, formas y objetos cálidos que caldean el frío ambiente de allá fuera.

Es una casi obligación al consumo, pero también a ser feliz. Y ¿qué pasa con las personas mayores que están solas, a los que les faltan familiares, parejas rotas o personas sin recursos suficientes para destinarlo a esta dorada época del año? Estadísticamente es la época en que más antidepresivos se recetan, y según un estudio reciente publicado en la revista médica The Lancet, no aportan beneficios.

Según su informe, los datos indican que la depresión afecta a alrededor de 350 millones de personas en todo el mundo. En su investigación, donde participaron más de 5.000 personas con depresión y se utilizaron 34 ensayos con 14 tratamientos antidepresivos diferentes, se llegó a la conclusión de que no eran efectivo.

Cuidado con los antidepresivos

Es un hecho que los antidepresivos se venden más en determinadas épocas del año, igual que su consumo ha crecido en los últimos años. El consumo en España y Portugal desde 2007 ha ido en aumento, también fruto de la crisis. Según el periódico El País, entre 2007 y 2011 aumentó considerablemente en un 23%. En cambio, en Alemania, en ese mismo período aumentó un en 46%. Y entre el 2003 y el 2007 el consumo en nuestro país se incrementó en un 28%, afectando a miles de niños y adolescentes.

En otro estudio médico, citado por el diario El Mundo, se afirma que desde 2005 la utilización de medicamentos antidepresivos en España se ha triplicado en los últimos años, según los datos publicados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), que analiza desde el año 2000 el consumo en nuestro país. El número de dosis por cada 1.000 habitantes y día (DHD) consumidas fue de 26,5 hasta el año 2013 cuando registran 79,5 dosis consumidas. Unos datos preocupantes y, como afirmaba anteriormente, que aumentan en Navidad.

El informe refleja que “el mayor de uso de los antidepresivos podría explicarse por el aumento de la incidencia de trastornos del estado de ánimo, por la mayor detección diagnóstica por parte de los médicos de Atención Primaria, así como por la extensión de las indicaciones terapéuticas autorizadas para estos medicamentos".

Comprar lo necesario

Por ello, siempre es aconsejable en estas fechas buscar alternativas y no dejarse llevar. Consumir con cabeza, ya que luego pueden venir los arrepentimientos y, sobre todo, no escudarse en las compras puesto que hay otras opciones para sentirse bien, como hacer deportes, pasear, leer, ir al cine o estar con las personas que nos hagan sentir bien. Al fin y al cabo, tanto las reuniones familiares como las fechas de este consumo agotador tienen fecha de caducidad y, una vez se inician, su término está a la vuelta de la esquina.

Por lo tanto, vivirlas lo más felizmente posible y ver el lado positivo que lo tiene, ya que la excusa de las fechas normalmente, como decía al principio, ablanda nuestros corazones y refuerza los lazos familiares. Y, sobre todo, quitarse la responsabilidad de agradar a todo el mundo, tanto con los regalos como con los platos en la mesa. Cualquier día del año es digno de celebración y de ofrecer un detalle a los tuyos. ¿Por qué comprar en el Black Friday o en el Día de San Valentín? Lo mismo sucede con la Navidad... el bombardeo de información y anuncios al que nos vemos sometidos trastoca hasta al más fuerte. Por ello, no hay mayor regalo que nuestra mera presencia y una buena sonrisa antidepresiva.