¿Sabéis que las opiniones que vertéis en Internet sobre vuestro médico le afecta emocionalmente? Pues sí, es así. Así lo garantiza el estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard (Massachusetts, Estados Unidos), cuyos datos indican que el 78% de los facultativos encuestados señaló que la posibilidad de encontrar un comentario negativo online aumentaba su estrés laboral; mientras que un 46% indicó que estas prácticas podían dañar las relaciones médico-paciente.

Quizás este tipo de herramientas para captar la opinión del paciente y que hacen públicos los comentarios son más cotidianas en el mundo anglosajón que en el latino y europeo, por lo que es más raro que nos encontremos aquí páginas digitales que contengan estas críticas. Pero no es menos cierto que el paulatino empoderamiento de los pacientes en la necesidad de información cada vez más detallada de sus diagnósticos y la toma de decisiones sobre sus terapias puede llegar a confundir la crítica constructiva con la más descarnada.

De hecho, el trabajo de la prestigiosa universidad estadounidense, publicado en Journal of General Internal Medicine (Springer), advierte de que uno cada cuatro pacientes encuestados (en concreto, el 29%) reconoció que sus comentarios podrían ser menos francos si sabían de antemano que estos pasarían a convertirse en conocimiento público en el entorno online. En definitiva: que se vienen “arriba” cuando saben que van a ser leídos, y no controlan sus críticas más destructivas, que están distorsionadas en numerosas ocasiones.

La web de noticias de comunicación Prnoticias explica que los médicos analizados se mostraron más reacios que los pacientes a que sus calificaciones fueran marcadas por una masa de pacientes impersonal, y confiaban más en la información derivada de las encuestas estandarizadas del sistema de salud, las cuales se llevan a cabo como parte de los programas internos de mejora de la calidad de los hospitales y las prácticas de salud.

La mitad de los médicos leen las opiniones

Los facultativos muestran un gran interés en las opiniones que los pacientes vierten sobre su atención. De hecho, uno de cada dos (concretamente, el 53%) reconoce que ha leído los comentarios que se vuelcan sobre ellos mismos.

La otra parte de esta relación de comunicación (los pacientes) es cada vez más activa en las Redes Sociales y expresa sus opiniones sobre la atención recibida (20% de los encuestados; dos de cada cinco). El perfil del paciente que vuelca sus comentarios sobre la atención recibida es mujer, joven y con estudios universitarios.

El estudio sobre las consecuencias de las opiniones de los pacientes en el trabajo de sus médicos se realizó sobre encuestas online a 828 médicos y a 494 pacientes de cuatro hospitales de una gran corporación de cuidado de Massachusetts (Estados Unidos). Tras dar a conocer los resultados, Alison Hollyday, la autora del estudio, reconoce que “los pacientes carecen de confianza en los sitios web del sistema de salud debido a las preocupaciones sobre el sesgo, ya que publican revisiones con respecto a sus propios médicos”. Por esa razón, Hollyday extrae como conclusión que “los sistemas de salud que buscan publicar datos de encuestas sobre la experiencia de los pacientes, por lo tanto, necesitarán comprometer a los pacientes en su confianza en lo que es muy probable que sea una fuente de datos nueva y complicada para ellos”.