En la actualidad los mariposarios son una realidad en diferentes países. Varios son los motivos y uno de ellos es conservar tanto las diferentes especies de estos maravillosos insectos como las especies vegetales (tomillo, romero, flores) de los entornos naturales, por ejemplo, en cascadas, etc.

De este modo, el visitante tiene la oportunidad de conocer y proteger esos entornos naturales a través de una educación ambiental dentro del mismo mariposario, para que el proceso natural tenga más posibilidades de que ocurra. Conocer mejor el mundo de las mariposas nos permitirá comprender numerosos aspectos, tanto de ecología y de su conservación como sobre la complejidad de la naturaleza y la vida. De hecho, las mariposas son un grupo muy numeroso dentro de los insectos que ha producido mucha fascinación en todas las culturas.

Ya sean las vistosas y exóticas mariposas, el proceso que le lleva a la transformación (crisálida), o la oruga, y el huevo, acciones de las diferentes etapas de su ciclo biológico, que pueden verse en estos espacios, donde los insectos danzan a sus anchas. Un ciclo biológico muy complejo y con varias fases, cada una de ellas muy diferente de las demás, que hace que se entienda por qué se han considerado especies distintas lo que sólo son diferentes etapas de un mismo ser vivo.

Al respecto, existe una estrecha relación entre las orugas y las plantas de las que se alimentan, de manera que si desaparecen estas lo hará también la mariposa, es decir, cada especie de mariposa necesita una planta específica para poner los huevos que es la planta que come la oruga, llamada planta hospedante. La hembra de la mariposa debe encontrar e identificar su planta hospedante entre la enorme diversidad botánica del bosque tropical ya que de ello depende la supervivencia de su descendencia.

Al ser el ciclo de vida tan corto, de tan solo pocas semanas (tres exactamente), el mariposario ofrece al visitante no sólo información y visionado de las etapas del ciclo biológico sino también los delicados bailes nupciales, los apareamientos, los nuevos nacimientos con el despliegue de las alas y su primer vuelo tras la metamorfosis, etc.

Por eso, ¿puede ser bello ver nacer una mariposa?

De colores llamativos debido a las escamas de sus alas teñidas de un pigmento que le dan el color final y los dibujos que son la mezcla de los colores de sus escamas o las escamas especiales que producen efectos ópticos como tonalidades metálicas o reflejos; de tamaños variados; de formas diferentes, con grandes colas, diseños espectaculares; estilos de vuelos diferentes, en zig-zag, e incluso las que permanecen inmóviles en el aire; de especies tan diversas como hypolimnas bolina, papilio rumanzovia, morpho peleides, attacus atlas, etc.; y de lugares y paraísos tropicales de Europa, Asía o África, todo un abanico de especies e insectos muy variados (con una existencia de unas 200.000 especies) que se deben conocer para conservar y proteger.

Su paraíso está en los trópicos que es donde se encuentran la mayoría de las especies y también la mayor variedad de formas, tamaños y colores, por la elevada temperatura y humedad del trópico, a lo largo de todo el año, que facilita el que haya siempre plantas alimenticias y que el ciclo biológico no pase por una etapa de hibernación o letargo.

Pero es que en cualquier rincón más recóndito se puede encontrar uno de estos insectos, desde los polos a los trópicos, pasando por los desiertos, las montañas y los prados.