Un estudio científico, desarrollado por un equipo de investigación chino encabezado por el doctor Sung ha determinado que los afectados de artritis reumatoide tienen menos riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson que la población general. La artritis reumatoide es una es un trastorno autoinmune inflamatorio crónico que afecta típicamente a las mujeres, dañando principalmente las articulaciones. Sin embargo, esta enfermedad puede causar lesiones fuera de las articulaciones por ejemplo, en el sistema nervioso central, que es precisamente el núcleo donde radican las lesiones que provocan la enfermedad de Parkinson, la segunda enfermedad neurodegenerativa más común.

Y la razón parece estar ligada al tratamiento de la artritis reumatoide, aunque las conclusiones del trabajo de investigación no determinan que sea ésta la causa. Los artríticos se medican con Fármacos Antirreumáticos Modificadores de la Enfermedad (FAME) biológicos, unos antiinflamatorios que mitigan la inflamación del sistema nervioso central. Aunque el origen de la enfermedad de Parkinson es en gran parte desconocida, la creciente evidencia sugiere que la inflamación del sistema nervioso puede contribuir al desarrollo de esta última enfermedad.

El estudio chino contó con la participación de más de 33.000 personas con artritis reumatoide y más de 130.000 personas sin esta enfermedad, como grupo de control. Después de un tiempo trabajando con este amplio colectivo, los investigadores comprobaron que las personas con Artritis Reumatoide presentaron un riesgo inferior de desarrollar la enfermedad de Parkinson que la población general. Esta reducción del riesgo fue independiente del tratamiento con FAMES, aunque su rama biológica parece reducir aún más el riesgo de párkinson.

En este sentido, ya se conocía que el uso de fármacos Antiinflamatorios No Esteroideos (AINE) puede estar asociado a un menor riesgo de desarrollar párkinson. Además, el mundo científico desconoce el efecto de los FAME, un tratamiento común en la artritis reumatoide, sobre la enfermedad de Parkinson.

Pese a todo, la asociación entre la artritis reumatoide y el riesgo de desarrollar párkinson no está clara. La asociación entre estas dos enfermedades sigue siendo difícil de comprender aunque se han dado casos de coexistencia de ambas enfermedades en el mismo individuo.

La enfermedad de Parkinson es una enfermedad progresiva de larga duración caracterizada por la combinación de temblor en reposo, rigidez, lentitud en los movimientos o bradicinesia e inestabilidad postural. Estos síntomas corresponden a la pérdida progresiva de neuronas dopaminérgicas (las que segregan la dopamina, sustancia que se produce principalmente en la parte compacta de la sustancia negra, una parte del cerebro).

Por su parte, la artritis reumatoide es una enfermedad frecuente, ya que la padece una de cada 200 personas. En España existen alrededor de 250.000 personas afectadas. Pertenece a la gran familia de las artritis (en lenguaje coloquial, antiguo: reuma, denominación que actualmente no se utiliza en el ámbito profesional) es un grupo de enfermedades en las que se desencadena un proceso de inflamación de las articulaciones, que supone la aparición de hinchazón, enrojecimiento, aumento de la temperatura cutánea, dolor e incapacidad funcional en la articulación.