Muchas historias comienzan cuando un niño mira al cielo. Ésta es una de ellas.

Miguel Alcubierre es uno de esos pocos mexicanos por los cuales nos sentimos muy orgullosos. Cuando era muy joven quiso dedicarse a la astronomía, debido a su fascinación por el cielo, hasta que descubrió que la Astronomía no es una carrera y que todos los astrónomos primero tienen que ser físicos, así que al entrar a la universidad, se decidió por la Física. Posteriormente hace el doctorado por el cual se marcha a Reino Unido, donde ingresa a la Universidad de Gales. Y es ahí en donde surge la idea de poder viajar más rápido que la luz.

Se encontraba viendo Star Trek cuando le surgió la idea de desarrollar un modelo matemático que le permitiera viajar más rápido que la luz pero sin violar el principio físico que sostiene que nada puede superar la velocidad de la luz. ¿Cómo hacerlo?

Si bien su modelo es una métrica matemática, aún no tenemos un transporte que logre estos viajes.

Las mentes convencionales trazan un camino que va del punto A al punto B, pero la métrica de Alcubierre plantea la opción de la deformación del camino entre A y B, en donde sea posible acercar el espacio–tiempo, sin mover mucho al ente que está transitando entre los dos puntos, como si en vez de desplazarse entre los dos puntos, el que se moviera fuera el piso, logrando no sólo una velocidad superlumínica, sino una deformación total del espacio–tiempo, que acerque el punto de destino.

Todo este viaje tendría que realizarse dentro de una burbuja de deformación plana: dentro de dicha burbuja nada se movería más rápido que la luz, pues la periferia de la burbuja es la que, al ser deformada, ubicaría más cerca puntos que, en una circunstancia lineal, no podrían alcanzarse tan rápidamente y, dentro de dicha burbuja, la “nave” encargada de transitar las distancia tendría que “surfear”dentro de la burbuja para soportar las distorsiones.

La Teoría de la Relatividad afirma que ningún objeto puede viajar a una velocidad más rápida que la luz, pero la velocidad en que pueda moverse el espacio–tiempo, es un misterio.

Hasta aquí todo se escucha muy atractivo, la cuestión es que esta deformación sólo existe en ecuaciones matemáticas, aún no es posible viajar ya que para ello se requeriría trabajar con una materia de densidad negativa, o materia exótica, materia que aún no existe, y menos aún en la cantidad necesaria para llevar a cabo este viaje.

Ahora sólo nos resta esperar a que descubran cómo crear la burbuja y la nave, el mapa ya fue escrito por este brillante científico.

También trabaja con simulación de choques de agujeros negros, y realiza investigaciones de ondas gravitacionales.

Y haciendo este análisis de su historia y descubrimientos, vienen a mi cabeza Leonardo Da Vinci, Tesla y muchos otros que, al igual que Alcubierre, vieron en algo trivial opciones que en su momento constituyeron todo un desafío a la razón y a lo conocido, pero ahora sus descubrimientos forman parte de nuestra vida cotidiana

Alcubierre es un hombre modesto como pocos ya que se considera a sí mismo como una persona inteligente, que tiene facilidad para la física y las matemáticas y con un nivel de cultura razonable. Su forma de explicar física hacen que cualquiera podamos entender conceptos muy abstractos de una forma general y divertida, es de esos científicos con un no sé qué que qué se yo, a los que sí les entendemos y nos hacen sentir que la física es algo amigable.

Mientras que a la mayoría de nosotros jamás se nos hubiera ocurrido mover el suelo para llegar al pasado o al futuro, a una mente enamorada de la magnificencia del cielo se le ocurrió: vale la pena ampliar nuestras opciones y que el límite sea el mismo cielo.

Para saber más: Ondas gravitacionales y Viajar a una estrella lejana y regresar a tiempo para cenar