La tecnología de compra más avanzada. Así presenta Amazon al mundo su última revolución: Amazon Go. Un supermercado sin cajeros, sin colas y en el que no es necesario pagar. Bueno, sí, pero se hace a través de la aplicación móvil, no presencialmente. Un invento que la compañía americana ya lleva tiempo testando en su edificio central, en el que hay instalado un Amazon Go para sus empleados. Ahora, el gigante del comercio online quiere llevar su idea al resto de la sociedad. Y ha empezado en Seattle, donde ya se puede comprar en este supermercado inteligente.

«El objetivo es reinventar la forma en la que compran los consumidores», aseguró a la prensa el vicepresidente Dilip Kumar tras la inauguración de Amazon Go. La frase esconde una pregunta esencial que muchos han empezado ya a plantearse: ¿conllevará la tecnología una pérdida masiva de puestos de trabajo en el mundo? La respuesta no es simple. Si nos basamos en el funcionamiento de Amazon Go, surgen muchas dudas. ¿Un supermercado que no necesita trabajadores? ¿Acabará haciendo la tecnología el trabajo del hombre en un sector tan importante a nivel mundial como el comercio?

Para comprar en el nuevo supermercado inteligente, sólo es necesario tener instalada en el dispositivo móvil la app de Amazon Go. El cliente escanea el producto que desea comprar, y la aplicación carga el ticket de compra a la cuenta vinculada con Amazon. Si colas, sin esperas, sin necesidad de tener dinero o tarjetas de crédito a mano. Todo se hace con el móvil.

Amazon asegura -se puede leer en su página web-, que el supermercado sí emplea a personas directamente en la tienda. «Hay un gran equipo que trabaja en las cocinas, preparando los alimentos, colocando los productos en la tienda, y ayudando a los clientes. Si necesitas alguna recomendación de un producto, pregúntales». Con esta puntualización, la empresa busca zanjar la polémica general que ha levantado la inuaguración del establecimiento. La misma polémica que inevitablemente surge cuando el hombre se enfrenta a cualquier cambio tecnológico.

Amazon Go es sólo un ejemplo más del futuro que se presenta para el mundo laboral. Muchos de los empleos, tal como hoy los conocemos, desaparecerán. El motor, el textil, los call centres, la mensajería tradicional… La tecnología hará el trabajo por nosotros en todos estos sectores ecómicos. Se prevé que en 2025, el 45% de las tareas del sector industrial en general serán realizadas por máquinas (actualmente la cifra es del 10%). Y el Foro Económico Mundial ya ha advertido de que el 47% de los puestos de trabajo denominados «rutinarios» están en serio peligro.

¿Significa esto que habrá menos empleo en el mundo? Los expertos aseguran que no. Simplemente cambiaremos los puestos de trabajo tradicionales por otros nuevos, relacionados con la tecnología. Sólo el ‘Internet de las cosas’ demandará casi cinco millones de empleados expertos en los próximos años. La Comisión Europea prevé que de aquí hasta 2020 se creen cerca de un millón de puestos de trabajo en el sector tecnológico. La salud, la biomecánica, el ocio y otras muchas industrias están sufriendo ya una revolución tecnológica que necesita de trabajadores cualificados para consolidarla.

Así que sí: nuestros hijos trabajarán, pero no en lo mismo que nosotros. Quizá ya no sean cajeros y cajeras de supermercado, pero serán los que creen y mejoren la tecnología que hace que esos supermercados funcionen. O pondrán en marcha los coches inteligentes del futuro, o revolucionarán la medicina. Al fin y al cabo, quizá no tenga tan mala pinta este futuro que se asoma por la puerta.