Las figura del influencer no es nueva, simplemente ha evolucionado, adaptándose a los tiempos y a las plataformas. Si hace 10 años vivíamos el auge de los bloggers, hoy en día las tendencias van más hacia los instagrammers o youtubers. Al final se trata casi de los mismo, perfiles con algo que contar, con dotes para la comunicación online y una personalidad única.

Las nuevas generaciones los han acogido como sus nuevos referentes. Ya no existe esa diferenciación entre el celebrity apoyado por los medios de comunicación tradicionales y el influencer nacido en el mundo online.

Sin embargo, del mismo modo que no es fácil dar el salto a Hollywood desde el grupo de teatro de tu barrio tampoco lo es convertirse en un influencer relevante por subir algunas fotos bonitas a tu perfil de Instagram.

En este artículo vamos a repasar 5 claves que, aunque no son la panacea, sí pueden ser útiles para quién se plantee llegar a ser un influencer profesional.

Crea

Para destacar entre la enorme cantidad de contenido que circula en la red es fundamental tener un talento creativo innato y que sea aplicable al medio/largo plazo. Esto significa que por mucho que hayamos tenido una publicación muy inspirada si no conseguimos dotar a nuestros perfiles de cierta continuidad dejará de interesar a los posibles seguidores. Se trata de crear una historia, tu historia, a través de un contenido único y que te representa en todos los aspectos.

Emociona

En este caso no nos referimos a emocionar con una historia lacrimógena de superación. Estamos hablando de realmente impactar con el contenido que creamos, que al ver tu publicación se genere algún tipo de sentimiento en la audiencia. Una foto cuidada y técnicamente perfecta puede ser fría y no transmitir nada a tus seguidores. Jugar con los tiempos también es importante, un mismo post publicado en el momento oportuno puede transmitir mucho más que cuando no se liga a un sentimiento de actualidad.

Disfruta

Por mucho que lo intentes disimular si no disfrutas con lo que haces tus seguidores lo acaban notando y es una de las peores cosas que le pueden pasar a un influencer. Impostar la pasión es algo muy complicado y poco viable a medio plazo. Por tanto, si notas que ya no disfrutas lo mejor es parar y ver cómo podrías volver a hacerlo, aunque eso implique dar un giro arriesgado a tu estrategia de contenidos.

Colabora

Cuando un influencer demuestra su talento y empieza a crecer es normal que llamen a su puerta con múltiples propuestas. Pueden llegar desde otros influencers, agencias, marcas, medios de comunicación, etc. En estos casos lo mejor que puede hacer el influencer es tomar aquellas en las que realmente crea y por tanto, aunque haya un beneficio económico de por medio, tomarlas como una colaboración en la que el contenido se va a cuidar tanto o más que lo publica habitualmente.

Evoluciona

Lo que hoy triunfa mañana puede llegar a aburrir. Para mantenerse entre tanta competencia un influencer debe saber evolucionar, sin perder su esencia, para seguir pareciendo «nuevo e inspirador» aunque lleve años dedicado a la creación de contenido. Saber leer las situaciones de estancamiento y actuar antes de que sea demasiado tarde es una de las habilidades que cualquier buen influencer debe tener.