«Quienes osan desafiar los grandes misterios del universo creyéndose poderosos, reciben un merecido castigo como recompensa a su atrevimiento».

(José Tejada Maury)

Dentro de la sociedad contemporánea está muy de moda exigir cartones, diplomas en alguna profesión, el mundo académico se ufana de la cantidad de títulos y especializaciones que se otorgan a los interesados en determinada rama o en cualquier campo profesional para desempeñarse.

Hoy en día hasta para una simple inspección o pegar un cable, se necesita primero la presencia del ingeniero y así en determinados ejercicios profesionales.

Lo que no encuadra dentro del panorama es la supuesta aventura sin retorno al planeta Marte, que en el fondo se traduce en una aventura segura hacia la muerte fletando a sus espaldas una carga que trata de encubrir el fracaso y el ocio improductivo de una burocracia con un suicidio moral mediático de la NASA, buscando a como dé lugar a inocentes e ingenuos aventureros en su loca «conquista del espacio». Se sobreentiende que para viajar se necesita ser «astronauta» como requisito, además de ello quienes osan llamarse «astronautas», han estudiado ingeniería aeronáutica, son oficiales de la fuerza aérea, experimentados pilotos, etc.

Produce hilaridad el espectáculo circense de la NASA al buscar voluntarios para viajar al planeta Marte, cuando ellos cuentan con un personal idóneo, entrenado y que siempre ha estado laborando con ellos por veinte o más años, término dentro del cual se les otorga la pensión de jubilación por su tiempo de servicio.

Lo del viaje a Marte: desde que se recuerde esta idea lleva más de 50 años cuando apareció por vez primera. Se nota a simple vista que ha sido una estrategia burocrática ya que muchos laboraron en ese proyecto , llegan nuevos astronautas y funcionarios a reemplazar a otros y así sucesivamente. Hoy cuando estamos ad portas de la realidad, porque «la verdad es hija del tiempo», como reza un viejo adagio: hoy es el tiempo de la verdad y ningún astronauta o empleado de la NASA se le mide a la aventura.

El viaje al planeta rojo nos revive la aventura espacial del viaje a la Luna, pues, se piensa que si en realidad sobre la superficie de la Luna se pudiera estar, ya estos señores que manejan a la NASA habrían invadido la Luna y escriturado sus terrenos, montando bases militares, a estas alturas habrían contaminado la atmósfera lunar o extinguido parte de su existencia, inclusive ya habrían detonado indeterminada cantidad de armas nucleares o estarían explotando el subsuelo dentro de su avaricia crisohedonista.

Hoy, con profunda tristeza, desazón, fragilidad y con los crespos hechos acuden a buscar voluntarios para la supuesta aventura al planeta rojo, algo que carece de sentido y de toda lógica, lo más seguro es que se ponga en duda toda la credibilidad inocente que mantienen en el mundo la gran mayoría de personas con respecto la NASA.

Sólo pongámonos a pensar inicialmente la distancia de la Tierra al planeta Marte, ufanarse de la «conquista del espacio cuando no se atreven a montarse en una aventura cuya idea fue gestada por ellos: son 220 millones de kilómetros los que dista el planeta del Sol. En el planeta Marte nada vamos a encontrar.

Imaginemos lo que serían seis meses de viaje siempre y cuando la Tierra y Marte se encuentren más cerca los dos. Cuando está en el perihelio a 56 millones de kilómetros en la situación conocida como oposición cerrada, o cuando está en el afelio en posición lejana a 101 millones de kilómetros.

Tendríamos que contar con los riesgos durante el viaje, por eso ningún «valiente astronauta» con toda su experiencia se le mide a una supuesta aventura; buscan voluntarios simplemente para ellos mostrar un falso positivo en un proyecto que requirió de mucha burocracia y gastos de inversión, muy seguramente al final saldrán que se hicieron los intentos y que todo fue un fracaso, pero para ello necesitan de tontos o ingenuos seres humanos ya que el proyecto expresa claramente viaje con humanos no importándoles a la NASA la muerte de un ser humano o las vidas que estén de por medio.

Así que es mejor no nos ufanemos de la conquista del espacio que eso seguirá siendo una utopía, antesala de la arrogancia de un poder que resulta vacuo cuando nos enfrentamos a los misterios de la naturaleza y a la inmensidad del universo.

Que siga la aventura enviando telescopios, satélites y sondas no tripuladas que son excelentes dispositivos, además brindan buen servicio. Y los astronautas, que se queden a 300 kilómetros de altura, en la Estación Espacial Internacional, con la mirada irónica y satírica de los Cinturones de Van Allen.

Temperaturas del planeta Marte

Sobre las temperaturas que reinan en Marte, todavía no se dispone de datos suficientes que permitan conocer su evolución a lo largo del año marciano en las diferentes latitudes y, mucho menos, las particularidades regionales.

Por hallarse Marte mucho más lejos del Sol que la Tierra, sus climas son más fríos, y tanto más por cuanto la atmósfera, al ser tan tenue, retiene poco calor: de ahí que la diferencia entre las temperaturas diurnas y nocturnas sea más pronunciada que en nuestro planeta. A ello contribuye también la baja conductividad térmica del suelo marciano. La duración del día y de la noche en Marte es prácticamente la misma que en la Tierra, de 24 horas y media aproximadamente.

La temperatura en la superficie depende de la latitud y presenta variaciones estacionales. La temperatura media superficial es de unos 218 K (-55 °C).​

La variación diurna de las temperaturas es muy elevada como corresponde a una atmósfera tan tenue. Las máximas diurnas, en el ecuador y en verano, pueden alcanzar los 20 °C o más, mientras las mínimas nocturnas pueden alcanzar fácilmente -80 °C. Ahí ocurre el fenómeno que a la máxima diurna, en el lado solano de un peñasco se registre 20 °C; pero en su sombra, la temperatura fácilmente llegue a los -50 °C. En los casquetes polares, en invierno las temperaturas pueden bajar hasta -143 °C.

En una de esas ocasiones​ Marte se hallaba bastante cercano al Sol y entonces se registró en el ecuador, en pleno verano, la temperatura de 27 °C. En 1976, Marte se hallaba, por el contrario, a su máxima distancia del Sol cuando llegaron al planeta las sondas Viking. A pesar de hallarse el hemisferio en verano, la máxima temperatura diurna registrada fue de -13 °C (a las 15:00) y la mínima de –86 °C (a las 06:00, antes de la salida del Sol). Por su parte, la segunda Viking se posó en la latitud de 47,89°N y midió allí, también en pleno verano, temperaturas máximas y mínimas que, en promedio, fueron respectivamente de -38 y -89 °C.

El más reciente sueño de aventuras de la NASA, una misión tripulada por humanos al planeta Marte, con el objeto de buscar la manera de idear algún medio para así poder establecer un asentamiento en este planeta y «convertirlo» en habitable para los humanos, será una pesadilla eterna para la NASA la cual pensará que seguirá engañando a la humanidad con sus utopías, cuando el tiempo y la realidad les demuestra que son ellos los que se han engañado a sí mismos.

Marte se encuentra ubicado a 227 millones de kilómetro de distancia del Sol, con temperaturas máximas de 20° C, con una media de -60 °C y con una mínima de -140º C, pensemos solo en su media y en su mínima, de las necesarias para mantener condiciones adecuadas de vida, que sean capaces de mantener un ciclo del agua como lo tiene la Tierra. Allá no vamos a encontrar vida de ninguna índole como tampoco será habitable para seres humanos.

¿Qué carga y pertrechos llevarán los ilusos viajeros?

La supuesta aventura exige unas condiciones de salud óptimas para la claustrofobia de los astronautas tercerizados no idóneos, entre ello no solamente alimentación para seis meses, debe incluir agua potable para consumo y aseo personal, suponiendo una tripulación de mínimo seis aventureros y máxima de ocho , en promedio dos litros de agua por día equivaldrían a 16 litros por día y al mes 480 litros y en seis meses sería aproximadamente en esa agua solo para el consumo 2.880 Kilogramos sólo en agua potable para el consumo, pero por seguridad la nave de estos supuestos aventureros debe llevar una reserva del triple como medida de precaución y como norma de seguridad de supervivencia, además del agua para el aseo personal y las necesidades fisiológicas para el servicio sanitario, sin mencionar la alimentación tres raciones diarias , habría que presupuestar toneladas de alimentos no sólo para el viaje, sino para la estadía en la superficie de Marte no hay que olvidar que la nave debe llevar suficiente agua y alimentación para la supervivencia sobre la superficie del planeta Marte hay que ir pensando en mínimo 50 toneladas entre alimentación y agua , además considerar los equipos auxiliares para salir a la superficie marciana , tanques de oxígeno trajes especiales , pues en la superficie de Marte no hay oxígeno, se necesita mucho combustible y sistemas de generación eléctrica para diversos usos, tal como se mencionó anteriormente las condiciones climatológicas de Marte son adversas para que exista o prolifere la vida en cualquiera de sus formas.

Tendríamos que ir pensando en la carga de combustible, además para el caso en que haya errores en los cálculos de aproximación del planeta Marte con respecto a la Tierra, que la NASA en su afán de salvaguardar su deteriorada imagen en esta aventura cipayo y mercenaria no les mientan a las ingenuas víctimas en su desespero de quedar bien ante la opinión pública internacional y en realidad el planeta Marte se esté alejando de la órbita terrestre en su recorrido y terminen «perdidos en el espacio», totalmente a la deriva.

¿Cómo detener este holocausto espacial y crimen burocrático lleno de cobardía?

La naturaleza nos concedió sólo al planeta Tierra para vivir, la avaricia, la codicia, la arrogancia de un país o del corazón mezquino de seres humanos , no tendrán espacios ni lugares a dónde ir fuera de nuestro planeta, jamás se podrá habitar o vivir fuera de este lugar llamado Tierra, la naturaleza castiga a quien ose desafiar sus misterios y menos con una infraestructura frágil ante el poder insondable y los arcanos que encierra el universo, así que mejor no nos creamos que hemos conquistado el espacio cuando ni siquiera hemos valorado la vida en el planeta Tierra. Es mejor que intervenga la Comisión Internacional del Derecho Humanitario (CIDH) y la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados(ACNUR) ya que éstas víctimas pueden considerarse desplazados del planeta Tierra a fin de impedir sacrificar inocentes e ingenuos aventureros (mercenarios cipayos) para salvaguardar la arrogancia o la imagen de una entidad que como pequeña pulga se siente amo y señora de un inconmensurable universo, la misma naturaleza, sus leyes y los principios universales, jamás permitirán un acto de arrogancia de esta índole, así que mejor a poner los pies firmes sobre el suelo terrícola y no desperdiciar inoficiosamente tantos recursos habiendo hambre, miseria ,dolor, enfermedad y mucha desigualdad en el planeta Tierra.

Así que, por favor, la NASA se deje de tantas fantasías burocráticas , que no inventen más aventuras utópicas, porque no ha terminado un engaño cuando ya empiezan a fabricar otro, ahora piensan averiguar sobre vida en Europa, una de las lunas de Júpiter. Si ustedes analizan las condiciones de Europa, satélite de júpiter las temperaturas oscilan entre 50 y 150 Grados Kelvin, que convertidas a grados Celsius oscilan entre -223.15 °C y -148°C. Sencillamente allí no existe vida.

La NASA debe entender que la humanidad merece más respeto y poner sus pies firmes en la Tierra que ya la humanidad empezó a despertar y no es tan ingenua como en el pasado.