Hace algún tiempo escribí acerca de la paradoja del abuelo: un supuesto viaje en el tiempo, en el que, el viajero, viaja al pasado y mata a su abuelo; generando la paradoja.

Si el viajero nunca fue concebido en el pasado, entonces, nunca pudo haber partido del futuro; porque el futuro es la continuidad de los eventos que ocurrieron en el pasado.

Algunos conjeturan que, si viajara al pasado, se entraría en un ciclo infinito de repetición del preciso momento que se llegó; en donde el viajero nunca podría salir del bucle, impidiendo cambiar el pasado. Eso se conoce en física como lógica de bucle temporal o recurrencia temporal y se basa en el denominado principio de autoconsistencia de Nóvikov, que postula que es imposible para una secuencia de eventos (en este caso, el viaje del viajero al pasado), provocar una paradoja (matar al abuelo); ya que, la probabilidad matemática de ese evento es cero.

Otra variante del principio de autoconsistencia es la paradoja de la predestinación; según la cual, no importa las veces que viaje en el tiempo, la serie de eventos que realice (en el pasado); siempre estarán predestinados a tener el mismo efecto que se dio, en el pasado, sin alterarlo. En otras palabras, no importa lo que, el viajero intente hacer, nunca podrá matar a su abuelo.

No obstante, para mí, hay una tercera alternativa; el viaje en el tiempo hacia el pasado es posible, pero, al momento de partir, cambia la realidad espacio-temporal, pasando a otra; a un Universo Paralelo, si usted así lo quiere ver. Manteniendo la continuidad del espacio-tiempo, la flecha del tiempo, el principio de auto consistencia y la predestinación.

Me explico, al abandonar el presente, al momento (instante) de partir, el viajero, hacia el pasado, abandonó también, la realidad física espacio-temporal que, le brindaba ese presente, ese Universo. Y al momento (instante) de llegar al pasado, también cambió la realidad física espacio-temporal, del pasado; creando otro pasado y otra realidad física espacio temporal; otro Universo Paralelo.

Así las cosas, si alterara la realidad de ese Universo Paralelo, en realidad no lo estaría haciendo; ya que, no es el Universo, ni la realidad de la que partió, sino otra. No estaría violando el principio de autoconsistencia, ni la predestinación; ya que, serían otros; lo que pasó en su realidad, en el Universo del que partió, es otra realidad, otro Universo,(valga la redundancia); en consecuencia, no tiene porque pasar en la realidad y en el Universo al que llegó y no estaría cambiando nada; sino viviendo una nueva realidad; en la que incluso podría matar a su abuelo; ya que, éste no sería el mismo abuelo de la realidad y el Universo del que partió; sino el supuesto abuelo del Universo y la realidad a la que llegó (de nuevo, valga la redundancia).

Y ¿qué pasaría cuando decidiera volver?

Que también volvería a otra realidad y Universo Paralelo que, no serían ni del que partió hacia el pasado, ni el que abandonó en el pasado; sería un nuevo Universo Paralelo y por ende, una nueva realidad; que tampoco sería, ni la que tuvo antes de partir hacia el pasado, ni la que vivió o modifico en el pasado; encontrándose con la gran sorpresa de que, aunque sigue siendo él o ella; ya no tiene pasado; porque la realidad es otra; todo lo que conoció o existió cambió, en la medida que, haya cambiado o alterado el pasado y tendrá que empezar de cero, a adaptarse y a conocer la historia de ese nuevo Universo Paralelo y su realidad.

Y, ¿qué sucede con el Universo y la realidad que abandonó?

Pues seguirán su curso normal, acumulando historia; sólo que, la propia del viajero, llegará hasta el momento en que partió en su viaje, y si se le menciona, será como parte de la historia, no del futuro. Simple y sencillamente porque, a partir del momento (instante) en que partió, en su viaje al pasado, dejó de existir en la realidad y el Universo que abandonó al partir. ¡Qué ironía, verdad!

Pero se preguntará usted, ¿hay alguna teoría física-matemática que soporte o valide tales suposiciones? Pues sí, la hay, la Teoría Cuántica de los Campos; en específico, la teoría cuántica de campos en espacio-tiempo curvo, una extensión de la teoría cuántica de campos estándar que, contempla la posibilidad de que, el espacio-tiempo, por el cual se propaga el campo cuántico, no sea plano, como lo requiere la métrica de Minkowski; específicamente, el espacio-tiempo de Minkowski. En palabras entendibles, un espacio-tiempo curvo, no lineal, permitiría el viaje en el tiempo, hacia atrás, al crear un lazo de tiempo, sin violar la dirección, hacia adelante, de la flecha del tiempo, ni el continuo del espacio-tiempo.

Y la posibilidad de la existencia de una realidad o realidades paralelas, está soportada por la teoría de cuerdas; un modelo de la física teórica que asume que las partículas fundamentales de la materia, aparentemente puntuales, son en realidad estados vibracionales de un objeto extendido aun más básico llamado y fundamental que los físicos teóricos llaman cuerda o filamento. Lo interesante de este filamento o cuerda es que vibra en un espacio-tiempo de más de tres dimensiones; de hecho, según el planteamiento matemático dela teoría; ésta no funcionaría a menos que el Universo tenga 11 dimensiones.

Más interesante aun es que a nivel subatómico, o sea, a nivel cuántico, dependiendo de la frecuencia a la que vibre la cuerda, ésta produciría una onda que generaría un electrón; pero si oscila a otra frecuencia, la onda generaría un fotón, a otra un quark; o cualquier otra partícula del modelo estándar; dependiendo de la frecuencia específica a la que vibre la cuerda. Pero lo más interesante de todo es que la partícula no se percibiría como un ‘punto’; sino como un ‘lazo’ que vibra. Y de hecho así se observa el electrón, en las fotografía más precisas y detalladas que se han podido hacer.

Así las cosas, y dado que tanto la matemática como la física teórica lo permiten, ¿qué impide extender la Teoría de las Cuerdas, junto con sus otras dimensiones extra, a la existencia de Universos Paralelos? Junto con otras realidades extra, creadas al momento (instante) de curvar el espacio tiempo tan drásticamente que, la cuerdas del espacio-tiempo forman lazos o bucles que, forzosamente, deben vibrar en otras frecuencias; creando o accediendo a otras dimensiones y realidades paralelas a la que se partió; pero ciertamente separadas e imposibles de alcanzar, una vez que se traspasaron.

Qué impide extender dicha teoría, preguntamos.

¡Ciertamente nada!