El edificio del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) está rodeado por un jardín xerófilo, con el consiguiente ahorro de agua, propio de la región mediterránea y en concreto se establecen correspondencias en sus diferentes tramos con las diversas unidades botánicas presentes en la Comunidad de Madrid. Desde los ambientes propios del sur-este, zona de Aranjuez, hasta los del norte de la Comunidad, zona de la Sierra de Guadarrama. Jardín Educativo del Bosque Mediterráneo ha sido creado para el disfrute del visitante, dotándolo del contenido educativo necesario para conocer tanto la diversidad vegetal como la geología del terreno de la Comunidad de Madrid. Para ello se han confeccionado núcleos independientes dentro del propio jardín que reflejan no sólo la flora autóctona de la Región Central, sino la de un gran número de comunidades peninsulares.

El terreno ha quedado dividido en tres zonas principales: la montaña, ubicada en las pronunciadas laderas que rodean al Museo por el este, el monte estepario de los yesos de Madrid en la zona oeste y la zona de transición. El visitante podrá adentrarse y apreciar las especies que conforman cada uno de estos núcleos a través de las rutas diseñadas para facilitar su acceso. Cinco módulos recrean los diferentes ecosistemas que integran el Bosque Mediterráneo: el Jardín de las Rocas, con rocas representativas de cada región; los Yesos, que recoge algunas de las plantas del sureste, como el pítano, la efedra o la nébeda; las Calizas, que alberga ricas comunidades de plantas calcícolas de la parte este de la provincia; el encinar manchego, el alcornocal, el quijar y las fresnedas están ubicados en la zona de transición. Por último, y aprovechando el desnivel del terreno, la parte alta acoge la zona del piornal y pinares albares en el módulo de la Montaña. En el jardín del museo también se pueden observar algunos árboles y arbustos exóticos.

Fueron plantados hace tiempo y suponen una representación de la flora de distintos continentes. Así podemos encontrar el cedro del Atlas (Cedrus atlantica) de África, la acacia del Japón (Sophora japonica), la fotinia (Photinia), el gingo (Ginkgo biloba), la morera (Morus alba), el palmito chino (Trachycarpus), y el pitósporo (Pittosporum) como representantes asiáticos, de Australia el eucalipto (Eucalyptus), de Norteamérica el arce negundo (Acer negundo) y de otras zonas mediterráneas el árbol del amor (Cercis siliquastrum). La creación de este Jardín Educativo se debe al generoso mecenazgo de la Familia Díaz-Bastien y Sánchez-Amillátegui y de la Fundación Solventia, una organización constituida para promover iniciativas formativas dirigidas fundamentalmente a la infancia y a la juventud, que fomenten la difusión de la ciencia y la cultura. Con este mismo espíritu educativo, el MNCN (CSIC) aprovecha este espacio para desarrollar un programa de actividades orientadas a la enseñanza de la riqueza del Bosque Mediterráneo, y además existe una Guía didáctica, a la venta para su adquisición en la tienda del Museo, orientada a todas aquellas personas interesadas en un conocimiento más detallado del mismo.

Si bien es posible recorrer el Jardín adquiriendo un conocimiento gradual de los ecosistemas, los bloques temáticos que se establecen son independientes entre sí, de tal manera que puede visitarse sin necesidad de seguir un itinerario fijo, pues existe un vial principal por el que se accede a todos los módulos y viales secundarios que ofrecerán al visitante varios paseos alternativos. Sin duda, un lugar para el disfrute y el aprendizaje de niños y adultos, estudiantes y especialistas.