¿Por qué envejecemos?

El ser humano, como cualquier otro ser viviente, está formado por células.

Cada una de las células está compuesta por una membrana y varios elementos, entre ellos el más importante es el núcleo celular.

En el núcleo se almacena el material genético: información vital que hace que la célula desarrolle, se alimente, excrete, se reproduzca y muera.

Esta información se almacena en forma química.

Los cromosomas son secuencias de proteínas que forman largas filas de información. Cada proteína se agrupa para codificar las tareas de la célula, sus funciones fisiológicas y hasta la herencia que transmitirá a las futuras generaciones (esos grupos codificados se conocen cono genes).

Los telómeros

En los extremos de los cromosomas, están los telómeros (del griego telos, «final» y meros, «parte»).

Son regiones de ADN, altamente repetitivas, cuya función principal es la estabilidad estructural de los cromosomas en las células eucariotas, la división celular y el tiempo de vida de las estirpes celulares.

Este conjunto lineal de proteínas es una repetición continua de la misma secuencia X veces (siendo timina [T] y guanina [G] las proteínas presentes en la secuencia de cada una de estas subunidades TTAGGG, las más comunes en el ser humano), por ejemplo:

5'...TTAGGG TTAGGG TTAGGG TTAGGG TTAGGG TTAGGG..3'.

Cada vez que se realiza una división celular para originar una nueva célula, el núcleo se divide en X nuevas entidades (como mínimo dos).

Durante esta etapa fisiológica —la más importante en la vida de una célula— los cromosomas se dividen y conforman nuevos núcleos. De esta división surgen nuevos cromosomas que son casi idénticos a los de la célula madre. Y digo casi, porque han perdido algo.

En cada división celular, una de las repeticiones del telómero, una de las X letanías del rosario, desaparece. Si el telómero del cromosoma «original» era la secuencia de proteínas:

5'...TTAGGG TTAGGG TTAGGG TTAGGG TTAGGG TTAGGG..3',

el telómero de cada cromosoma «retoño» puede quedar como:

5'...TTAGGG TTAGGG TTAGGG TTAGGG TTAGGG..3'.

Y así funciona el contador de la vida.

Telómeros más cortos implican menos «vidas» en el videojuego de la división celular.

Cuando el desgaste del telómero es completo (sólo hay una cuenta en la letanía de proteínas), se activan los procesos de apoptosis o muerte celular programada. La célula entra en un estado vegetativo y ya no es capaz de reproducirse. Es el final de su vida biológica.

La ansiada inmortalidad

Científicos de todo el mundo estudian actualmente cómo retrasar o incluso revertir este proceso.

Parece ser que el secreto puede estar dentro de los mismos organismos celulares. Existe una enzima, llamada telomerasa, que es capaz de sintetizar el ADN a partir de un secuencia de ARN que ella misma porta. En castellano: la telomerasa copia y pega la secuencia de proteínas que tiene cada letanía de los telómeros de una célula en particular.

Haciendo llegar a las células la enzima telomerasa, ésta es capaz de copiar y pegar nuevas letanías en los cromosomas y alargar nuevamente los telómeros. En dos palabras: podemos resetear el contador de la vida. Suena genial, ¿no?

Nada es tan fácil como parece ni tan preciso como debería.

Llegar con suficiente enzima telomerasa hasta las células para regenerarlas es un problema difícil de resolver. Habría que dispensar, en la cantidad necesaria y en un tiempo controlado esta enzima. Los medios conocidos actualmente no son fácilmente controlables y este está siendo el mayor rompedero de cabezas para los científicos.

Parece ser que la última prueba científica realizada para resolver este problema ha sido modificar el núcleo de un virus añadiendo ADN de las células «víctima» y la enzima telomerasa y posteriormente propagando el virus por el organismo a «regenerar».

A nivel riesgo, la idea de crear y dispensar telomerasa sin control dentro de un organismo tampoco parece ser la mejor idea.

La telomerasa es una de las enzimas presentes en la gran mayoría de las células cancerígenas.

Aunque no está demostrado que sea responsable de la mutación de células normales en células tumorales, sí está demostrado que una vez que las células han mutado es responsable de la capacidad que tienen las células mutadas para reproducirse indefinidamente.

Estas células «descontroladas», al tener genes mutantes (células cancerígenas) poseen además tanta telomerasa que los telómeros se alargan sin control, por lo que en cada división celular, aparecen nuevas secuencias de proteínas y el ciclo nunca acaba. Podríamos decir que, si fuera por sí mismas, las células cancerígenas serían inmortales.

Por lo tanto, dado el desconocimiento de la capacidad de la telomerasa para generar o mantener un cáncer, hace que el uso de esta enzima sea extremadamente riesgoso a nivel orgánico.

Más cerca, aún lejos.

El estudio del envejecimiento de ciertos conjuntos celulares, como por ejemplo la piel, los músculos o los huesos, está bastante avanzado y probablemente se realicen en el mediano plazo pruebas clínicas.

Pero aún estamos lejos de controlar la forma de extender los telómeros para prolongar la vida de nuestras células. El proceso está en marcha, ¿llegaremos a ver los resultados?