El camino más noble que puede tomar el conocimiento es una ciencia al servicio de la humanidad

(José Tejada Maury)

Mucho se ha especulado sobre los virus, inclusive la medicina tradicional manejando sus dogmas ha impuesto la creencia de la indestructibilidad de los virus y esto se ha convertido en una verdadera odisea para quienes tienen en sus manos la misión de recetar fármacos para tratar a sus pacientes. Por no hablar de la incompetencia de la medicina tradicional ortodoxa ante la lucha implacable de los virus: a los médicos se les vendió la idea de que los virus mutan y esto es lo que impide que puedan ser destruidos de manera oportuna y adecuada; además el afectado tiene que aprender a convivir con ellos de por vida usando los paliativos que le formula la industria farmacéutica, es decir, le venden unos antivirales que son inhibidores de la enzima proteasa que supuestamente impide la replicación del virus. Además si se trata de herpes le formulan un antiviral y una crema tópica que ayuda a aliviar el escozor y los brotes que no duran más de cuatro días. Sin embargo, los antivirales para casos de herpes en cualquiera sea su forma, ordenan una dosis fuerte que a la postre no soluciona el problema y vuelve a reaparecer bajo circunstancias de «estrés» o cuando hay demasiado calor, tal como sucede en regiones tropicales.

El sistema inmunológico del cuerpo no detecta a los parásitos y mucho menos a algún virus que para movilizarse o activarse necesita un vehículo o un huésped, de ahí que la literatura científica jamás haya interpretado este mecanismo y en forma simple mencione que los virus mutan o se esconden y por ello la imposibilidad de destruirlos.

Se pone en tela de juicio la existencia de un supuesto virus que ataque al sistema inmunológico (VIH), lo que nos induce a concluir para este caso que realmente existen parásitos que roban los nutrientes al organismo e impidan la buena producción de las inmunoglobulinas como proteínas que conforman el sistema inmunológico. Sólo un PCR podría confirmar la existencia de este patógeno y no determinarla por una escala aleatoria o de tanteo (Elisa) y mucho menos una prueba que nos indica la incertidumbre de cuál sería la respuesta del organismo ante un supuesto VIH (Western blot).La supuesta existencia del VIH la determinan sobre un piso y un techo de una subclasificación de los linfocitos T en CD4 y no sobre la base de un virus real mediante PCR.

Dentro de las conversaciones e intercambios que he mantenido con otros investigadores para tratar de esclarecer el asunto, ya en estos momentos de la vida se ha venido despejando el misterio de los virus, inclusive se afirma que los virus fijan el límite entre lo vivo y lo inerte: un virus por sí solo no puede existir, de allí que para su motilidad o su movilidad requiera de un huésped u organismo vivo para poder desplazarse, no pueden hospedarse en las células del cuerpo humano, pero sí lo hacen a través de los macro y microorganismos tales como los parásitos. Debemos entender que las bacterias tienen un sistema de defensa innato, por consiguiente, los virus no se hospedan en las bacterias del cuerpo humano, sino en los parásitos.

Durante años sentí interés por el herpes culebrilla, pues ancestralmente se ha venido diciendo que éste camina y va dejando una marquilla por su paso a través de las diferentes partes del cuerpo por donde circula sobre todo en la piel, y centré mi atención en los herpes VIS- 1 como el VIS -2 (genital). Los VIS- 1 y VIS- 2 sólo se transmiten de persona a persona si ésta tiene parásitos, para este caso el VIS-2 no es transmisión sexual, es de transmisión parasitaria tanto del emisor como del receptor, porque el portador lo tiene , pero si el receptor está limpio y libre de parásitos jamás se contagia; tendríamos que considerar no tanto los parásitos en las vías digestivas, sino a nivel de cerebro, mucosas, músculos ,nervios, debajo de la piel, pulmones, tejidos, etc.

Los escozores que producen en la piel tanto los VIS -1 y VIS- 2 obedecen a que éstos utilizan los ácaros para desplazarse. Así se explica por qué con el calor reaparecen los síntomas del virus. En esta encrucijada nos percatamos que el retroviral es sólo un paliativo más en el negocio de los fármacos, pues la solución está en destruir el medio que utiliza el virus para desplazarse, lo mismo que el herpes culebrilla su nombre y situación nos explica claramente que está movilizándose a través de giardiasis, oxiuros, lombriz (culebrilla), ácaros, hongos, nematodos, etc. Por consiguiente, si no se destruye el medio o su organismo huésped (ácaros, nematodos, etc.), ningún virus desaparecerá del cuerpo humano. De allí que los antibióticos no funcionan para estos casos y los retrovirales sólo son paliativos.

Por consiguiente, para destruir de raíz todos los virus hay que formular antiparasitarios sistémicos ya que éstos sí combaten parásitos como entidades huéspedes de los virus en cualquier lugar del cuerpo humano, además el facultativo debe formular las dosis correspondientes tanto la inicial como la que se dosifica para evitar la recurrencia dentro del tiempo requerido.

Conclusiones

Tal como se mencionó anteriormente, el sistema inmunológico no reconoce a los parásitos. ¿Cómo es posible que vaya a reconocer a un virus que utiliza como huésped a otro parásito si viene camuflado en su interior? Volvemos al interrogante ¿por qué mejor detectarlo con PCR? Seguramente vamos a entender la realidad: el VIH no existe, por consiguiente, se concluye que esto del VIH ha sido no sólo un engaño, sino una estrategia para formular unos retrovirales como estrategia de mercado y a la vez incluir a víctimas en una lista negra con fines no muy claros y mantener a la población sumida en el miedo, terror y en la discriminación, porque se ha estado utilizando un supuesto retroviral para algo que en realidad no existe, aun cuando hayan cambiado la semántica en la entrega del diagnóstico de «seropositivo a reactivo», eso en nada modifica los arbitrarios y anticientíficos protocolos establecidos para su detección y posterior diagnóstico. Sin embargo, estas acciones terminan en la más absoluta impunidad debido al poder dictatorial y el contubernio que existe entre el Centro para Diagnósticos y Control de Enfermedades (CDC), Agencia para el Control de Alimentos y Drogas (FDA), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), además de las respectivas organizaciones que existen dentro de la Comunidad Europea como la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).

De ello se deduce la desfachatez de la Real Academia Sueca de Ciencias, el Instituto Karolinska, la Academia Sueca y Parlamento y Banco Sueco al haber galardonado en el año 2008 con el premio Nobel de Medicina al virólogo francés Luc Montagnier junto con la bioquímica francés Françoise Barré-Sinoussi por el «descubrimiento del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) causante del sida», también compartido con el médico alemán Harald zur Hausen por haber inventado la necedad de que el virus del papiloma humano (VPH) es el causante del cáncer del cuello uterino.

De ahí que necesitamos encausar a la ciencia, al ejercicio profesional del médico por un camino más ético y humano, pero para ello se hace necesario hacer una revisión detallada y minuciosa sobre la literatura científica que se impone a través de los protocolos al mundo académico y científico. Las academias y centros de investigación deben entrar a validar, verificar y confirmar todo lo que se haya protocolizado en materia de literatura científica y de los procedimientos a aplicar a los pacientes tanto para prevenir como para los tratamientos de las respectivas afectaciones de la salud.

Vocabulario

PCR (Reacción en cadena de la polimerasa)
La reacción en cadena de la polimerasa (PCR) es una técnica de laboratorio que permite amplificar pequeños fragmentos de ADN para identificar gérmenes microscópicos que causan enfermedades.

Sistémico
Dícese de la enfermedad que afecta de modo general a todos los órganos o estructuras que componen un aparato o sistema.

Test de Elisa
Es una de las pruebas más eficaces para detectar el virus del VIH. Se trata de un examen de sangre el cual no detecta el virus, sino la presencia de anticuerpos que el organismo crea para defenderse del virus.

Western blot
Prueba de laboratorio que detecta anticuerpos para el VIH en la sangre. El sistema inmunitario responde a la infección por el VIH con la producción de anticuerpos contra ese virus.

Entiéndase claramente cómo dentro de los test de Elisa y Western blot se diagnostica sobre «anticuerpos» y no sobre la detección real de un virus, lo cual nos induce a concluir que dichas protocolos son acomodados a intereses particulares y desde todo punto de vista son anticientíficos.