Todo organismo celular en su afán de adaptarse al medio que lo acoge se reproduce. Existen formas diversas de reproducción celular. La proteína es común o está presente en todo ser vivo, incluido el ser humano. La diferencia es la cantidad y forma en que se reproducen en cuanto a sus proteínas. Eso diferencia a un organismo de otro.

El ser humano hoy día enfrenta un gran reto: la resistencia a los antibióticos. De ahí que sea importantísimo clasificar según cantidad y forma de reproducción proteica a cada organismo vivo.

¿Cuál es el afán? Determinar y comparar y encontrar diferencias de todos los organismos vivos desde el punto de vista proteico en relación con nosotros, para preparar nuestro sistema inmunológico.

¿Cómo preparamos nuestro sistema inmunológico? Reorganizando, quitando o agregando proteínas, según el área cómo uno u otro organismo esté dañándonos. Esto en laboratorio, como cultivo. Se trata de encontrar el aspecto de debilidad biológica del organismo en cuestión al comparar su organización proteica con la nuestra.

Luego, preparar el ataque biológico de nuestro organismo al organismo que nos ataca en el laboratorio. Para entonces ya conoceremos cuáles son nuestras fortalezas y nuestras debilidades.

Proteínas y coronavirus

Esto también es importante en el caso de seres como el coronavirus, que está constituido por una proteína. Aprenderíamos mucho más del coronavirus si comparáramos su forma de reproducción proteica con la nuestra. Y si no tuviera una reproducción proteica, lo destruimos con solo agregarle una determinada proteína. Al coronavirus le agregamos otra proteína y deja de ser coronavirus, según la proteína que le agreguemos quedará neutralizado e incapaz de dañarnos.

Cabe destacar que también puede ser importante cambiar el entorno para provocar cambios en la forma de reproducción proteica celular.

Otro juego que podría hacerse con el coronavirus es ponerlo a destruirse a sí mismo engañándolo. Se necesitarían primero pruebas de laboratorio para poner a una cepa a destruir a la otra. Se pone en fluido el virus cepa A de covid, se le adhieren anticuerpos humanos y luego le insertamos el fluido virus cepa B de covid.

Luego, a ver los resultados. En la de menos hasta se crearía un fortalecimiento de los anticuerpos.

Vemos así cómo a través de la organización proteica se abre un mundo de posibilidades en el campo de la salud humana.

Proteínas afines y proteínas de rechazo

Para clasificar los virus y bacterias según su organización proteica es necesario establecer composición química del organismo en cuestión según proteínas. Para neutralizarlos es importante determinar proteínas afines y proteínas de rechazo.

El virus o bacteria tenderá a reproducirse en aquel cuerpo con el que comparte proteínas afines según su composición química, o sea proteínas compatibles con el contenido de elementos que lo conforman.

Las proteínas de rechazo son aquellas con las que debemos trabajar para cultivar anticuerpos. De los elementos existentes conocidos determinamos cuáles son químicamente incompatibles con el patrón químico proteico del virus. Estos elementos de rechazo se toman y se mezclan con el virus en laboratorio hasta crear los anticuerpos después de un proceso de ensayo y error.

La clasificación de los virus y bacterias según contenido químico proteico es necesaria para prevención en caso de que alguno de los virus y bacterias existentes ya, nos ataquen y podamos enfrentarlo por comparación con la organización proteica humana tomando en cuenta proteínas afines y proteínas de rechazo por composición química.

En el caso de resistencia a los antibióticos, ésta se da porque el antibiótico está ayudando más bien a la bacteria a repicarse porque creó en el paciente proteínas afines a la bacteria misma, creando un desequilibrio en la organización química del organismo que ataca.

Algunos detalles sobre inmunidad y efectividad de los medicamentos

Las mutaciones son la respuesta de los virus y bacterias a los anticuerpos creados por nuestro sistema inmunológico apoyado con la medicación.

La mejor manera de controlar una mutación es agregar, quitar o cambiar la medicación, pues si hay una mutación es porque el medicamento dado está colaborando con la creación de proteínas afines al virus o bacteria según composición química.

Cuando una bacteria se vuelve resistente a un medicamento es porque dicho medicamento más bien debilita el sistema inmunológico creando proteínas afines.

¿Cómo evitar las mutaciones? Con pruebas de laboratorio donde el contenido de los medicamentos dados se mezclen con el plasma del paciente para ver si ello crea más anticuerpos o más bien los deprimen o debilitan.

Esta prueba se puede hacer no solo en el caso de la medicación para virus o bacterias sino para cualquier medicamento, porque ante cualquier medicamento el organismo reacciona con más o menos proteínas afines o proteínas de rechazo, con lo cual es detectable su posible efectividad. Se trata de ver cómo afecta un medicamento el organismo de un paciente según las proteínas afines y proteínas de rechazo que provoca, mediante el análisis del plasma que produce el paciente.

Estas pruebas son necesarias para crear conocimiento y para buscar la medicación indicada.

La respuesta a la mutación de un virus o bacteria debe ser ver qué nueva o nuevas proteínas está creando la medicación y en laboratorio considerar su eficiencia para ver si es necesario agregar una proteína de rechazo para vencer la infección.

La proteína de rechazo es aquella que de acuerdo a la composición química del virus o bacteria se opone químicamente a la acción del virus sobre nuestro organismo.

Resumo, las mutaciones surgen en respuesta a la acción de los anticuerpos que crea el paciente. Solución: reforzar el sistema inmunológico con anticuerpos (plasma) a los que se les agregue una proteína de rechazo.

El estudio de las proteínas afines y proteínas de rechazo es muy necesario en el cuadro clínico de los pacientes de cualquier enfermedad, pues determinará la efectividad de un tratamiento.

Enfermedades crónicas y ARN

Siempre he considerado que las enfermedades crónicas son originadas por virus o bacterias heredados a nuevas generaciones, por ello las enfermedades que provocan son más agresivas.

Como virus o bacteria son pasivos, pero las enfermedades crónicas que provocan son muy agresivas por cuanto se ubican en la genética del individuo. Todas las enfermedades crónicas como artritis, esclerosis múltiple, epilepsia, en fin, todas, son provocadas por virus o bacterias cuya infección fue arrastrada de padres o abuelos a hijos o nietos.

De acuerdo con la composición química y peso atómico que poseen los elementos que componen las proteínas existentes en el individuo enfermo crónico, podemos llegar al virus originario, es decir, al que provocó la enfermedad desde su origen. Lo logramos al analizar las proteínas del paciente, determinando cuáles proteínas afines y cuáles proteínas de rechazo posee para estudiar el cuadro epidemiológico desde la composición química de dichas proteínas, pero antes debe haberse hecho la clasificación de virus y bacterias según organización proteica por composición química. Y es en esta clasificación en la que obtendremos el virus o bacteria que provoca cada enfermedad crónica.

Al llegar al virus originario que está ubicado en el ADN del paciente, podemos recurrir a las tecnologías de alteración proteica de beneficio para atacarlos y enfrentar con éxito la enfermedad desde trabajo de laboratorio. Es decir, al conocer el virus o bacteria original que provoca la enfermedad, con las proteínas adecuadas podemos atacar dichas enfermedades como lo haríamos con cualquier virus no heredado.

Esto por cuanto podremos detectar el nivel de proteínas afines y proteínas de rechazo que está produciendo el organismo en su plasma.

También con este procedimiento podemos frenar la herencia hacia las generaciones.venideras, neutralizando el virus con proteínas de rechazo. Estas proteínas se pueden obtener en el plasma de las personas que padecen la enfermedad mezclándolo con los elementos que conforman proteínas de rechazo según composición química.. Es una forma de crear anticuerpos preventivos en personas con herencia para evitar que la enfermedad se manifieste. Entonces el individuo se hará asintomático. En este caso el ADN no se modifica en laboratorio sino con el paso de una generación a otra, logrando la neutralización de la herencia.

Si ustedes analizan detenidamente lo dicho aquí arriba se darán cuenta que las modificaciones o cambios no van al ADN directa sino indirectamente , es decir, al ARN, es decir, a la organización proteica celular.

No estoy de acuerdo con la división del ADN pues sus resultados en las nuevas generaciones pueden ser impredecibles.

Los cambios en la organización proteica celular se da desde laboratorio y no en las personas, pues está sujeto a ensayo y error o sea a investigación en el caso de cada enfermedad crónica específica. Aclaro porque mucha gente confunde ADN con ARN.

Todo este artículo, señalo, está sujeto a prueba y error, o sea, a investigación, pero si puede aportar alguna idea sobre estos temas, me sentiré complacida, pues solo soy una aficionada a los temas científicos.

Quedaría entonces en manos de los especialistas y científicos.