Ya vimos, en un artículo anterior en Wall Street International, la función de las proteínas en nuestro sistema inmunológico. Hoy, ante las críticas que se hacen con relación al uso de las proteínas para enfrentar enfermedades que afectan exclusivamente al ser humano y que se originan en un ARN con problemas, les planteo los siguientes argumentos:

  • ARN no es ADN.
  • ARN es el canal de vida, centro de estímulo a la información genética (ADN).
  • Si desde el ARN no se aportan elementos biológicos para que se haga presente una enfermedad que está dentro de la información genética del ADN, la enfermedad no se hace presente en forma sintomática en el organismo en cuestión. Esto quiere decir que, desde la composición del ARN, se pueden evitar algunas enfermedades de tipo hereditario.
  • ADN es la información generacional que tiene el ser humano.
  • El uso de proteínas por parte del ser humano se ha dado sin un control por medio de la alimentación.
  • El ser humano histórica y biológicamente ha usado la proteína de la carne animal, empezando por el hombre de la era de piedra.
  • Quienes están en desacuerdo y temen que se use la proteína, consciente y científicamente parecen ignorar lo señalado en el punto anterior.
  • Afirmo que ese uno por mil que diferencia el ADN del humano en relación con el animal, habla del consumo de proteínas o intercambio de proteínas entre las distintas especies.
  • Nosotros digerimos proteína animal que viene de seres vivos que han tenido y tienen grandes diferencias desde el punto de vista de la evolución de las especies en relación con nosotros.
  • Entonces ese uno por mil es significativo.
  • Señalo que es a través del ARN de la vaca, cerdo o pollo, con todo y hormonas, como estaríamos estimulando o variando nuestro ADN, si seguimos el criterio de quienes se oponen al uso del manejo de las proteínas científicamente. Y, según ellos, así debería seguir siendo.
  • Conste, no me opongo al consumo de carne, sí al consumo inconsciente de carne.
  • Siguiendo dentro de esta perspectiva ¿es racional que el ser humano permita que sean los animales entonces quienes definan, ciegamente, las proteínas que irán a alimentar la base informática y el canal de vida ARN humano y con él su ADN humano y el sistema inmunológico humano también?
  • Lo cierto es que quienes se oponen al ARN tratado científicamente parten de prejuicios e ideas equivocadas respecto de la relación ADN-ARN.
  • El ARN humano es el que da fuerza de vida y determina la capacidad del sistema inmunológico humano.
  • El ARN animal puede alterar la información que llevamos a nuestro sistema inmunológico, pues todo proceso biológico actúa inteligentemente provocando cambios químicos en el organismo. Y es por aquí por donde pueden hacerse presentes algunos problemas de la salud humana.
  • Por lo anterior, el estudio y manejo de proteínas es vital.
  • El ADN es nuestra historia biológica, ahí están las enfermedades crónicas, la historia ancestral que parte desde miles de años atrás.
  • Es increíble que aún haya gente que quiere vivir en la era de piedra rechazando la ciencia.
  • La historia proteínica humana habla de disfunción por las enfermedades que hasta el día de hoy hemos arrastrado generación a generación a través de nuestro ADN, proyección de ADN que pasa primero por nuestra base proteínica ubicada en nuestro ARN.

Concluyo este artículo diciéndoles que es la ciencia la que ha llevado al ser humano a aumentar su esperanza de vida. ¿Vamos a estas alturas de nuestra civilización a rechazar la ciencia y el avance científico que puede favorecernos? ¿Y con argumentos sin una base científica sólida? Porque los argumentos que dan para oponerse al manejo humano de las proteínas no es más que el miedo del cavernícola al fuego cuando lo miró por primera vez.

Y es que el estudio de las proteínas abre todo un horizonte a la investigación científica y, posiblemente, al fortalecimiento de nuestro sistema inmunológico, que estará preparado para enfrentar cualquier cambio que puedan producir las proteínas que consume como alimentación el ser humano. ¿Por qué? Porque sabremos cuál es la composición química de las proteínas animales y su afinidad con la composición química que presenta el organismo humano en materia de proteínas de acuerdo con nuestra información genética.

Si las proteínas de origen animal producen en nuestro plasma proteínas de rechazo, sería porque lo que estamos consumiendo no es afín a nuestra condición biológica humana (si el plasma presenta una composición química que choca con la composición química del ADN individual). Esto se hará presente en nuestro plasma. Si el consumo de proteína animal de un animal en específico crea proteínas afines (una composición química acorde con el contenido químico plasmático del ADN individual), entonces es casi seguro, que este tipo de proteínas no va a activar enfermedades crónicas presentes en nuestro ADN. En toda enfermedad crónica hay una presencia proteínica disfuncional que la activa desde el ARN.

En el caso de la doctora mexicana que presentó efectos adversos a la vacuna, es porque probablemente ella poseía una información genética en su ADN donde se arrastraba la enfermedad que se despertó al ser vacunada. Por eso, es recomendable que cada persona establezca ante las autoridades de salud su condición física hereditaria antes de ser vacunado, para determinar si el contenido de la vacuna específica activa algún problema de salud generacional. Por otra parte, es conveniente que las autoridades de salud conozcan en detalle la composición química de las vacunas, precisamente para evitar que se presenten estos problemas.

Sin embargo, hasta ahora el proceso de vacunación ha sido bastante favorable. Al respecto afirmo, que no se deben brincar etapas:

  • Conocer historia familiar e individual en salud de la persona que va a ser vacunada.
  • Conocimiento por parte de las autoridades de salud, que van a llevar adelante el proceso de vacunación, de la composición química de la vacuna específica que se va a poner y, además, conocer la situación de salud de cada paciente.

Por todo lo anterior, solo señalo que no debemos temer a la ciencia, si esta viene a mejorar nuestra condición de vida. Y, como última observación, dejo este artículo a los científicos, en caso de que pueda aportar de alguna manera a la labor que se hace en este campo y agrego que soy una gran aficionada a todo lo que sea ciencia.