Aún hoy día, existe mucha controversia (sobre todo entre las comunidades y sociedades más conservadoras y ortodoxas) acerca de la vida y la existencia humana. Más específicamente acerca de cuándo inicia la vida humana y de sí, como seres pensantes y racionales que somos los humanos, tenemos el derecho o no (sobre todo las madres), de negar la vida a un ser humano en gestación; es decir, abortarlo. O peor aún, a considerar como un «ser humano» a algo (un cigoto) que todavía no lo es. Eso es, a considerar al conjunto de células embrionarias indiferenciadas y totipotentes que, a pesar de estar vivas, aún no se puede decirse o afirmarse que constituirán un ser humano (o muchos de ellos, todos idénticos).

Pues, es un hecho que, después de formado el cigoto (la primera célula, con la dotación genética completa y a partir de la cual se desarrollará el embrión humano), durante la fase de segmentación; por mitosis, el cigoto se convierte en uno o múltiples embriones multicelulares. Y a través de subsecuentes divisiones del cigoto; en células totipotenciales más pequeñas y de tamaño uniforme (en la forma de blastómeros). Proceso que continúa hasta alcanzar 16 células embrionarias o blastómeros (todos totipotentes y capaces de formar un embrión humano multicelular) y convertirse la mórula en blástula; al formase la hendidura embrionaria y con ella iniciar el proceso de diferenciación celular y formación de tejidos en lo que se denomina fase pluripotencial.

Al cuarto día después de la fecundación, se formará el blastocito libre. Luego los blastómeros internos se convertirán en el embrioblasto que dará origen al embrión. Y los blastómeros externos formaran el trofoblasto que posteriormente conformará la placenta. Entre el día 5 y el 6 el blastocisto se unirá al endometrio. Finalmente, la implantación del blastocisto en el endometrio del útero dará origen a un embrión humano que, finalizado el periodo de gestación, será un ser humano hecho y derecho (ver embriogénesis humana).

Menciono todo eso porque todavía existe la creencia (producto de dogmas religiosos y sociales) de que la vida humana y, por ende, la existencia del ser humano, empieza desde la concepción. Es decir, desde la fecundación del óvulo de la madre por el espermatozoide del padre. No desde la implantación efectiva en el endometrio del útero.

Esto podría generar imposibilidades y exageraciones biológicas superlativas como la posibilidad teórica de que los 16 blastómeros de la mórula se separen y de que cada uno de ellos madurara y desarrollara un embrión humano con la capacidad de efectiva de llegar a implantarse en el endometrio. Situación teórica, muy remota, pero ciertamente posible que, de llegarse a dar, produciría 16 fetos humanos viables dentro del vientre de la madre. Todos ellos luchando por sobrevivir (si es que alguno o algunos sobreviven).

Lo que me lleva a una meditación más profunda: ¿qué es la vida humana? O mejor aún, ¿qué significa la existencia humana? Y aprovecho para responder a esas preguntas. Más bien, para ponerlos a pensar a ustedes acerca de esas preguntas. Con tres razonamientos anti dogmáticos utilizados para desmentir los dogmas políticos y religiosos acerca de esos cuestionamientos éticos y morales que atañen a toda sociedad y persona, independientemente de su credo religioso o filiación política y partidista.

El primero de ellos es acerca de la situación contraria al supuesto teórico de llegar a producir 16 fetos humanos viables dentro del vientre de la madre: nunca poder producir un cigoto capaz de convertirse en un embrión humano multicelular. Esta posibilidad no solo es teórica; también es real. La incapacidad de producir o liberar óvulos se llama anovulación. ¿Qué pasa con estas mujeres? ¡Acaso dejan de serlo porque ya no pueden reproducirse! ¿Están muertas en vida? Porque según los dogmáticos y conservadores: ¡su existencia está hecha para casarse, reproducirse y tener hijos (descendencia)!

El segundo es el fracaso o fallo de implantación del embrión humano que, literalmente «es un término técnico que se refiere a la situación en la cual después de múltiples intentos (clásicamente 3 o más) de transferir un embrión en una fase temprana del desarrollo (días 2, 3, 4 o 5) no se consigue un embarazo». ¿También dejan de ser mujeres? ¡Estas no posibles madres! ¿Tampoco merecen seguir existiendo? ¡Por no poder dar nueva vida!

Y el tercero es la endometriosis que «consiste en la aparición y crecimiento de tejido endometrial fuera del útero, sobre todo en la cavidad pélvica como en los ovarios, detrás del útero, en los ligamentos uterinos, en la vejiga urinaria o en el intestino». Y es una de las principales causas de infertilidad en la mujer. ¡Mismas preguntas! ¡Mismos cuestionamientos!

Conclusión y corolario: ¿es la vida y la existencia humana antes de la vida y la existencia humana, vida y existencia humana? (disculpen la redundancia).