Sócrates, Platón, Aristóteles, Tomás de Aquino, Hume…. Todos estos nombres dejan de aparecer en el temario de los estudiantes de bachillerato con la entrada en vigor de la nueva ley de educación (LOMCE). Gracias a esta nueva normativa, la asignatura de Historia de Filosofía deja de ser troncal en segundo de bachillerato y pasa a ser una optativa más, de manera que si los alumnos no la escogen no tendrán que estudiar lo que supusieron los inicios del conocimiento, la curiosidad y el afán por aprender sobre la naturaleza y el ser humano.

Con esta nueva ley, es otra de las asignaturas de humanidades que se quedan relegadas a un segundo plano. La dialéctica, la retórica y los pensamientos de los genios de la antigüedad, como los filósofos griegos Platón y Aristóteles, pasarán a formar parte de un nivel de enseñanza secundario, pues los únicos jóvenes que estudiarán estas ideas serán aquellos que por curiosidad quieran cursar dicha materia.

Las ideas de los presocráticos, de Inmanuel Kant, Nietzche, Guillermo de Ockham han servido durante mucho tiempo como sustento del pensamiento crítico y científico de la sociedad actual. Si en Grecia no se hubieran cuestionado el movimiento de los planetas, ¿habría Galileo expuesto su teoría? La idea de “enterrar” el estudio de esta materia lleva a pensar que no se quiere que se desarrolle un pensamiento crítico. Historia de la Filosofía no es una asignatura que nos enseña historia, sino que nos introduce en la forma de pensar de los que eran considerados sabios en el pasado, aquellos que no se conformaron solo con vivir en la época en la que habían nacido, sino que se cuestionaron su propia naturaleza y la del mundo que les rodeaba.

Por suerte, todo aquel que sienta curiosidad por esta rama del conocimiento siempre podrá servirse de la literatura para formarse en esta materia, La República de Platón es una gran obra de la que podemos aprender gran parte del pensamiento de este filósofo, pero si no queremos adentrarnos en una obra tan densa, siempre podemos leer Etica para Amador de Fernando Savater o El mundo de Sofía de Jostein Gaarder. En esta última, de manera sencilla y amena, presenciamos el aprendizaje de una niña de casi quince años sobre las obras de los grandes filósofos de la historia desde Mesopotamia hasta la actualidad.

Habrá quien considere que la Filosofía es una de esas materias ‘paja’ que solo sirven de relleno en el currículum de los escolares. Sin embargo, el pensamiento crítico es algo que siempre debería poder desarrollarse, sobre todo entre las mentes más jóvenes. Esperemos que nuestros escolares sientan curiosidad por estas cuestiones y elijan esta materia como una de sus optativas.