Has nacido entre 1980 y el año 2000, pero eso no quiere decir nada.

Un día estás mirando LinkedIn y aparece una infografía que define a los Millenials o Generación Y. Otro día te topas de bruces con otra infografía en Facebook y ahora en Twitter hay unas cuantas. Los periódicos y revistas también hablan de esa generación y Goldman Sachs saca un estudio sobre los jóvenes que van a revolucionar el mundo de la economía. La idea se queda deambulando en tu cabeza, pero no te preocupa ni conmueve lo más mínimo porque tú no entiendes de generaciones. Eres Millenial, pero aún no lo sabes.

Pero oye, piénsalo bien: manejas las redes sociales perfectamente, no tienes ningún bien a tu nombre, la forma de trabajo tradicional te aburre y desespera, te has enrolado en una aventura con el deporte para mantenerte en forma, y eres fiel a la llamada economía colaborativa de Uber e Easytaxi, AirBnB, Bla Bla Car y los huertos urbanos.

Y de repente, de la noche a la mañana te das cuenta de que sí, eres Millenial. Y ¡ofú, qué agobio!

Agobio porque todo el mundo espera que tu generación cambie las reglas de la economía y el trabajo y, sin embargo, te dicen que eres rebelde, exigente, impaciente e inconformista. No encajas en los puestos en los que tus superiores son chapados a la antigua, ni en horarios estrictos y rígidos. Además, te niegas rotundamente a tener sólo 30 días de vacaciones y limitarte a viajar a Benidorm, tus fronteras son mucho más extensas y no ves que un trabajo dentro de los parámetros de normalidad te permita hacer lo que quieres. ¿Pero entonces cómo vas a cambiar el mundo?

Los “mayores” (léase nacidos antes de los 80) se han empeñado en llamaros niños mimados, y siguen en sus trece de resaltar vuestra peor cara y no reforzar las grandes virtudes que pueden aprovechar de vosotros. Y es que no se dan cuenta – o quizá no quieran hacerlo- de que la Generación Y está titulada y sobretitulada (las licenciaturas y másteres son regla general), tiene una gran capacidad de adaptación a nuevos entornos, un desarrollado carácter social y una gran rapidez de acción y reacción en el entorno digital y las nuevas tecnologías.

Esto significa que tornan divertido el ambiente laboral mientras hacen uso de esa cualidad intrínseca de desarrollar varias actividades en diferentes pantallas (multitasking, multipantalla y multidispositivo). Efectividad y diversión en el trabajo. ¿Por qué los “mayores” no casan con ello?

Los cambios siempre han asustado a la humanidad y todas las generaciones anteriores han sufrido problemas de adaptación por querer evolucionar. Los Millenials no sois Dios pero tampoco el Demonio. Sois una nueva generación. Sin más. Como los Baby Boomers y la Generación X, que cambiaron el mundo a su manera y en su momento. Ahora te toca a ti recibir críticas por intentar cambiar lo preestablecido y no cejar en tu empeño porque, como dijo Charles Darwin,

no es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio.