El Romanticismo potenció también la visión de la relación del hombre con lo “trascendente” incrementándose la religiosidad, pero de un modo más íntimo y coloquial.

El mundo de lo popular se manifestó en este terreno mediante esos belenes o calvarios de pequeñitas figuras metidas en urnas de cristal, vidrios devocionales, exvotos de ingenua narrativa e imágenes de rezo en la intimidad de la alcoba. En esta sala se muestra una interesante y variada relación de estos objetos.