La educación, es un tema que debe ser prioridad para cualquier nación, ya que de ello depende en gran medida su desarrollo. Conforme aumenta el nivel educativo de un país, se alcanzan mejores niveles de bienestar social y crecimiento económico. De acuerdo a estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), por cada año de escolaridad, aumenta el PIB per cápita de un país entre un 4 y un 7%. Lo cual se ve reflejado en sociedades más justas y productivas.

Sin embargo hay mucho trabajo por hacer: de acuerdo con datos de la UNESCO, aproximadamente unos 617 millones de niños y adolescentes en el mundo no alcanzan siquiera el nivel mínimo en lectura y matemáticas.

¿Cuál es el panorama educativo en América Latina?

La UNESCO realizó una evaluación en todos los países latinoamericanos, a excepción de Cuba, El Salvador, Bolivia y Venezuela. Los resultados que se arrojaron con dicho estudio fue que México, Chile y Costa Rica obtuvieron los resultados más altos de la región. Se espera que para 2030 América Latina tenga un 96,6% de cobertura en educación primaria y se espera que para el año 2042 se haya cubierto por completo este nivel.

Dicho organismo señaló que, pese a que todos estos países han tenido avances en materia de educación y alfabetización, aún hay queda mucho trabajo por hacer para estar al nivel de otros países desarrollados.

La situación educativa en México

México ha tenido importantes logros en materia de educación. La cobertura en educación primaria ha llegado a ser casi universal. Pero hay muchos retos por cumplir para que lograr una educación equitativa y de mejor calidad.

Respecto a este tema, tuve la oportunidad de platicar con Noel Trainor y Noemí Valencia, quienes se han dedicado por más de 23 años a crear ambientes innovadores de aprendizaje en México y son creadores de Knotion, un novedoso ecosistema educativo, para conocer su opinión sobre la educación en el país.

¿Qué opinan del nivel educativo actual que tiene México tanto en el sector público como privado?

Creo que las cosas siempre pueden mejorar, solo es cuestión de trabajar por ello. Sé que la educación de México tiene todo para ser de las mejores en el mundo, ya sea en el sector privado o público. Uno de los indicadores más importantes que tenemos es la prueba PISA, que marca que el nivel de satisfacción personal en México es uno de los más altos en el mundo, y ese es un punto de partida para lograr todo lo que nos propongamos. Lo que tenemos que hacer ahora es fortalecer el aprendizaje, para que nuestros niños y jóvenes se desenvuelvan como ciudadanos competentes en el mundo.

¿Consideran que este nivel educativo nos pone en seria desventaja frente a otros países desarrollados y por qué?

No lo consideraría una desventaja, sino un área de oportunidad. Saber que tenemos retos tan grandes motiva, y de la motivación surgen la innovación y la creatividad. En México han surgido ideas asombrosas, ideas que al evolucionar nos llevarán a formar parte de los países líderes en desarrollo. La educación es un pilar esencial de cualquier sociedad, y por ello es de suma importancia actualizarla y fortalecerla. Debemos redefinir el proceso de aprendizaje en el país, dinamizando los ambientes dentro de las instituciones educativas, a través del uso eficiente de las nuevas tecnologías, el desarrollo de competencias integrales y, sobre todo, la generación de conciencia y autonomía. Así lograremos que los niños se desenvuelvan como ciudadanos globales, encargados de cambiar y mejorar la realidad actual.

Si estuviera en sus manos, ¿qué es lo primero que cambiarían para mejorar este nivel educativo?

Lo primero para mejorar es darnos cuenta que necesitamos innovar y redefinir los procesos de aprendizaje. A diferencia de otras industrias, como el transporte y la medicina, en la educación seguimos igual que el siglo pasado, mientras que estos sectores integran tecnología y adaptan nuevos modelos que les permiten solucionar problemáticas actuales.

Hoy el alumno debe situarse en el centro del aprendizaje, ser el protagonista de los modelos educativos, y constructor de nuevos patrones de conocimiento, de pensamiento y de emocionalidad. No debemos perder de vista que ellos son el porqué de lo que como formadores hacemos, que son nuestra mayor inspiración. Por ello, debemos ofrecerles la oportunidad de un futuro en plenitud, gracias a las herramientas que pongamos hoy a su alcance.