Su nombre de pila fue Jean Bodin, pero es conocido en español como Juan Bodino. Nació en Angers, la capital de Anjou, Francia, entre junio de 1529 y junio de 1530. Su padre era un sastre acomodado. Algunos suponen que su madre era israelita y que Bodino pudo ser judío. Dominaba la lengua hebrea y conocía el pensamiento de los rabinos. Su tránsito por el cristianismo fue errático y tormentoso.

Bodino se distinguió como un gran intelectual, que trabajó en los campos del derecho, la filosofía, las ciencias políticas y la economía. Fue el más famoso filósofo político de su tiempo en Francia.

Se le considera, junto con el Cardenal Richelieu, como uno de los fundadores del absolutismo francés y un precursor teórico del gobierno de Luis XIV de Francia, el rey Sol, quien en un discurso ante el Parlamento de París dijo: L’État, c’est moi, «El Estado soy yo».

Juan Bodino resumió a la monarquía absoluta como un régimen de poder absoluto, poder indivisible y poder perpetuo; un tipo de régimen que vuelve a estar presente como una de las opciones de la agenda política del siglo XXI. Contribuyó a la refundación de la «ciencia política» y a la defensa de la «razón de Estado», pero dándole (a diferencia de Nicolás Maquiavelo) una base jurídica.

Asimismo, aportó el concepto de soberanía y retomó de Aristóteles la idea de que los mejores gobiernos son los de la ley. En fin, se trata de un absolutismo que anuncia el Estado de Derecho. En este aspecto constituye un puente hacia el liberalismo de John Locke.

En 1545, viajó a París para realizar estudios en el convento de los Carmelitas.

Su formación la debe a los carmelitas, primero, en Angers y, luego, en París, en la Universidad y en el Colegio de Francia, donde se respiraba aún la escolástica medieval y el humanismo renacentista; una mezcla que marcó las ideas de Bodino.

En 1547, rompió sus lazos con la Orden y quedó liberado de los votos monacales, probablemente debido a sus ideas consideradas heterodoxas por sus superiores. Parece que en ese tiempo estudió a los rabinos y a los calvinistas y, quizás, estos influyeron en su pensamiento. Entonces regresó a Angers.

En 1548, se abrió un proceso ante el Parlamento de París contra algunos religiosos que fueron considerados heréticos, entre ellos un tal Bodin que podría ser nuestro célebre Jean Bodin.

En 1552, contrajo, en Ginebra, su primer matrimonio.

Durante la década de 1550, estudió, primero, Jurisprudencia y, luego, enseña Derecho Romano en la Universidad de Toulouse, entonces un centro de efervescencia humanista. Pero ser humanista en ese momento histórico era ser sujeto de muchas sospechas, sobre todo, por parte de las autoridades eclesiásticas.

En 1561, volvió a París y trabajó como abogado y miembro en el Parlamento de París.

En 1566, publica el Método para el fácil conocimiento de la historia, que anuncia los contenidos de su obra cumbre.

En 1568, publica la Respuesta de J. Bodin a las paradojas de M. de Malestroit, considerado por algunos comentaristas como el inicio de la economía política porque expone la teoría cuantitativa del dinero. Señala, entre las causas del alza en los precios o inflación, la abundancia de oro y plata venida de América, además de los monopolios, la escasez y el lujo (LX). Sin embargo, más adelante, se descubre que dicha teoría fue elaborada y divulgada anteriormente por Martín de Azpilcueta de la Escuela de Salamanca y quien, además, estuvo en Toulouse.

En el campo del comercio internacional Bodino fue contradictorio, a veces un mercantilista y partidario de un sistema protector de la industria nacional, y a veces parece promover la libertad de comercio (LX).

En 1576, se casó por segunda vez con Françoise Trouillart. Dos matrimonios para un ex carmelita era una práctica controversial aún en el Renacimiento. También en ese año fue electo diputado por el Tercer Estado de Vermandois y publica su obra maestra Los seis libros de la república, de un éxito tan grande que llega a ser libro de texto en las universidades de Londres y Cambridge.

Con dichas reflexiones sobre la república, Bodino se convirtió en uno de los grandes referentes de la filosofía política universal.

Su obra El teatro de la naturaleza universal fue publicado en 1596 e incluido en el índice de libros prohibidos por la Iglesia Católica.

Ante las guerras religiosas de su época entre católicos y protestantes, primero, estuvo a favor de la Iglesia Católica, pero luego se une al partido de los políticos que constituían una tercera vía y promovían la tolerancia religiosa y la paz fortaleciendo el poder del monarca. También, en cierto momento, fue calvinista. Ese tono de mediador de Bodino entre los bandos en pugna no fue necesariamente bien visto por las autoridades de la Iglesia Católica y tampoco por las iglesias protestantes.

Entre sus ideas políticas es esencial el concepto de soberanía que define (1973, XXXVIII) como:

El poder absoluto y perpetuo de una República y el poder de dar leyes a todos en general y a cada uno en particular… sin consentimiento de superior, igual o inferior.

Distinguió tres tipos de gobierno según se ejerza la soberanía:

  • En la monarquía la soberanía está concentrada en una persona.

  • En la aristocracia la soberanía está concentrada en una parte del pueblo.

  • En la democracia la soberanía se encuentra en el conjunto del pueblo.

Entre las tres, Bodino opta por la primera, es decir la monarquía (XLIV).

A diferencia de Santo Tomás de Aquino, rechazó, en todos los casos, el derecho de insurrección contra el soberano, pues considera que es preferible la tiranía a la anarquía. De ese modo, sus ideas fortalecen el poder del monarca, por lo que se le considera un fundador del absolutismo. Sin embargo, también promueve ciertos límites al soberano, como la prohibición de imponer nuevos impuestos sin el consentimiento de los representados de los contribuyentes.

En su obra trató de refundar la ciencia política, pero, a diferencia del Florentino, les da una base jurídica a los conceptos de poder, Estado y gobierno, por lo que anuncia el Estado de Derecho. En este aspecto, retomó la ruta de Aristóteles. Bodino promovió y defendió un absolutismo en lo político y, a veces, un mercantilismo en lo económico, pero todo dentro del marco de un Estado de Derecho.

Distinguió entre Estado y gobierno, «identificando al primero con el poder del soberano» y al segundo con el aparato que permite el ejercicio del poder del Estado» (1973, XLILX).

Adelantándose al Barón de Montesquieu, estudió la relación entre el medio natural y las características de los pueblos.

Durante sus últimos años de vida se dedicó al oficio de Procurador.

Desde mi punto de vista Juan Bodino fue un espíritu volátil y atormentado de una época de transición.

Jean Bodin falleció azotado por la peste en Laón, Francia, en 1596.

En su testamento, fechado el 7 de junio de 1596, dice que ha cumplido sesenta y seis años y pide que se le brinde cristiana sepultura en la iglesia de los franciscanos, lo que revela una plena reconciliación con sus fuentes espirituales originarias al final de sus días.

En dicho testamento ordena, también, quemar cinco de sus obras inéditas.

Referencias

Bodino, J. (1973). Los seis libros de la república. Madrid: Aguilar.
Chevallier, J. J. (1974). Los grandes textos políticos desde Maquiavelo hasta nuestros días. Madrid: Aguilar.