El presente mes de noviembre de 2021 se cumplen los 46 años de la maniobra de presión de los Estados Unidos y Hasan II (rey de Marruecos), para forzar a España la entrega de su colonia del Sahara Occidental. El 5 de noviembre de 1975, unos 350,000 civiles desarmados, enarbolando banderas marroquíes cruzaron la frontera del territorio colonial español del Sahara, en la llamada Marcha Verde, mientras las potencias internacionales no condenaron lo sucedido. Finalmente, España, Marruecos y Mauritania, tras tensas conversaciones diplomáticas, acordaron que España abandonaría el territorio que era y es de los saharauis. Actualmente, España no puede hacer nada a favor de la antigua colonia del Sahara Occidental sin enfadar a Rabat que lo ocupa ilegalmente desde 1975, que lo considera suyo, por el simple hecho de ser colindantes. Marruecos tiene en contra, más de 50 resoluciones de la ONU a las que no hace caso. Marruecos es miembro de la ONU desde el 12 de noviembre de 1956.

No obstante, pienso que la ONU sigue siendo una organización en gran parte débil e ineficaz cuando se trata de disputas territoriales, con gran influencia de los Estados Unidos como vimos con las armas de destrucción masiva de Sadán y que acabó en guerra contra Irán. Invierte la mayor parte de sus recursos de manera desviada y equivocada en la disputa territorial israelo-palestina mientras ignora la disputa del Sahara Occidental y la ocupación ilegal del norte de Chipre por parte de Turquía, o la ocupación de Crimea por parte de Rusia, por nombrar solo algunos conflictos territoriales más próximos.

El 5 de noviembre de 1975, el rey de Marruecos Hasan II se dirigió a los voluntarios para anunciarles que al día siguiente, avanzarían hasta cruzar la frontera con el Sahara Occidental, advirtiendo que era una acción de ocupación pacífica, sin armas: «No quiero hacer la guerra a España», dijo el monarca alauí en su discurso a su pueblo, animándolo a confraternizar con los españoles que encontraran a su paso: «Si encuentras a un español, militar o civil, abrázalo y bésalo y festeja el encuentro». Sus palabras privaron a las tropas españolas de la posibilidad de intervenir militarmente para sujetar a las masas invasoras.

El reino de Marruecos no tiene ninguna legitimidad ni apoyo legal de la ONU para haber invadido la colonia del Sahara Occidental y menos para ocuparla bajo estado de sitio permanente y en guerra con el Frente Polisario. Los Acuerdos de Madrid por los restos políticos del régimen franquista transfirieron la administración del territorio a Marruecos y Mauritania que son ilegales y en absoluto afectaban a su estatuto de territorio no autónomo. De esta opinión eran los equipos técnico-jurídicos de Naciones Unidas en un paradigmático dictamen. Lo recordó la Oficina de Asuntos Jurídicos de Naciones Unidas (secretario general Adjunto de Asuntos Jurídicos, Hans Correl, 2002) en carta al presidente del Consejo de Seguridad tras la solicitud de un dictamen. Allí se dictaminaba como los Acuerdos de Madrid no transferían soberanía alguna sobre el territorio. Ni tampoco podían conferir a sus signatarios el estatus de potencia administradora, ya que España, desplegada en la frontera, no tenía capacidad jurídica para poder hacerlo.

Actual crisis diplomática entre España y Marruecos

Los espías marroquíes en España descubrieron al líder del Frente Polisario, Brahim Gali, bajo un nombre falso en un hospital de La Rioja, enfermo, supuestamente de COVID-19. «Ocultar la verdad tiene su precio», dice el sabio dicho popular, por ello ocultar a Gali que viajó a España en secreto, por medio los auspicios del gobierno español, según informaron fuentes de los servicios secretos españoles, ha tenido sus consecuencias políticas y ha reavivado el tema del Sahara Occidental y el recuerdo de la Marcha Verde. La pesadilla de España y Europa son las olas continuas de los inmigrantes cruzando el Mediterráneo desde el norte de África.

A consecuencia de ello, Marruecos acaba de acusar a España y a Europa —con la que tiene acuerdos comerciales— de estar en el lado equivocado de la historia por no reconocer al Sahara Occidental como territorio marroquí. No lo reconoce y no lo puede reconocer porque ni lo fue históricamente, y sucedió una descolonización irregular. Actualmente España es uno de los 27 países de la Unión Europea y no puede desvincularse de las directivas europeas. Sin embargo, actualmente sí mantienen relaciones y alianzas políticas y económicas, sobre todo por los acuerdos europeos con la pesca, la emigración y la agricultura.

Independencia de Marruecos

Marruecos proclamó su independencia política de Francia y de España el día 2 de marzo de 1956; y el día 7 de abril del mismo año Francia abandonó oficialmente su protectorado en Marruecos, y, a partir de aquí tuvo otras ambiciones territoriales como la anexión del Sahara. Los acuerdos con España sucedieron entre 1956 y 1958, Marruecos recuperó territorios antes controlados por dicho Francia y España que lo ocupaba colonialmente en Rif (norte de Marruecos). De dichos territorios, hemos de advertir que ni Ceuta ni Melilla son colonias españolas en Marruecos, sino territorios históricos desde los siglos XV y XVI. La ciudad internacional de Tánger fue reintegrada a través del Protocolo de Tánger el 29 de octubre de 1956. En 1957 emprendió la Guerra de Ifni para conquistar otros territorios coloniales españoles cedidos por el Tratado de Wad-Ras de 1860, por el sultán Mohammed IV. En 1958 Marruecos recupera de España la provincia de Cabo Juby. Hassan II se proclamó Rey de Marruecos el día 3 de marzo de 1961.


Magreb

La Marcha Verde en tiempos de un Franco agonizante

España anunció en 1974 que celebraría un referéndum de autodeterminación en los primeros meses de 1975 en el Sahara Occidental. Pero entonces, Marruecos puso en marcha toda su maquinaria para evitarlo y ante la disputa, la ONU encargó un dictamen al Tribunal Internacional de La Haya, que finalmente fue publicado el 16 de octubre del mismo año. Su conclusión: el Sahara Occidental no tenía vínculos de soberanía ni con Marruecos ni con Mauritania. Pero Hasan II silenció parte del dictamen e instrumentalizó su contenido para apropiarse derechos sobre el territorio. Ese mismo día, convocó públicamente la llamada Marcha Verde y dijo: «No nos queda más que recuperar nuestro Sahara, cuyas puertas se nos han abierto».

La situación política en 1975 era delicadísima porque Franco agonizaba, y Hasan II supo aprovechar el vacío de poder. El 5 de noviembre, el dictador sufrió una nueva hemorragia y fue trasladado al hospital de La Paz para ser operado por segunda vez, murió el 20 de ese mismo mes. Mientras, el aparato diplomático marroquí negociaba en Madrid y Nueva York, ante el Consejo de Seguridad de la ONU. La provincia del Sahara Occidental llevaba años siendo la china en el zapato del tardofranquismo. El Comité de Descolonización de la ONU recomendó en 1966 la autodeterminación del territorio saharaui, decisión que España —en un principio reticente— acató un año después.

Corte de las alambradas en el Sahara Occidental

El día 2 de noviembre de 1975, el entonces jefe del Estado en funciones, el príncipe de Asturias Juan Carlos, se desplazó hasta El Aaiún y dio un discurso a las guarniciones españolas «prometiendo en ese viaje que España no se iba a retirar, que se defendería el prestigio del ejército español y no se abandonaría al pueblo saharaui», de hecho se colocaron unas 60,000 minas contra personas para evitar que la Marcha Verde entrara en el territorio, pero posteriormente recibimos la orden de retirarlas. Después de este viaje a La Aiún, Juan Carlos fue a Washington a recibir instrucciones del entonces secretario de Defensa, Henry Kissinger.

Lo que ocurrió después fue decepcionante, se acordó el abandono del Sahara, puesto que las tropas militares marroquíes entraron aún con los militares españoles. La Marcha Verde fue diseñada por Kissinger, y negociada con los altos cargos españoles que tomaban las decisiones ante la ausencia del dictador Franco por enfermedad. Estados Unidos presionó entonces para que el Sahara no cayera en la órbita argelina, más próxima al bloque socialista, y por los intereses económicos de los fosfatos de Bucra, la pesca del litoral y el gaseoducto de Argelia que pasa por Marruecos.

A las 10:33 horas del 6 de noviembre, arribaron los primeros civiles de la Marcha Verde —que no fue más que una escenificación de una presión de invasión de un territorio vecino. Fue una cobertura populista para justificar que España entregara al Sahara y a los saharauis obedeciendo a los Estados Unidos, el mejor aliado internacional de Marruecos.

Hacia la tarde, unos 50,000 civiles establecieron un campamento dentro del territorio español. Al día siguiente, más voluntarios rebasaron la línea de demarcación. España envía un ministro a Agadir para negociar con Hasan II el retorno de la marcha a Marruecos, bajo promesa de abrir negociaciones para ceder el Sahara.

El 9 de noviembre, una vez conseguidas por el rey Hasan II las suficientes garantías de entrega que se le va a efectuar, el rey ordena el repliegue. Unos 350,000 civiles marroquíes alzando banderas verdes de su país y fotografías de su rey Hassán II, seguidos de 20,000 soldados, ponían rumbo hacia la entonces provincia española, el Sahara Occidental, para intentar mediante la fuerza lo que no había conseguido el monarca diplomáticamente, la anexión ilegal de ese territorio. El Tribunal de Justicia de La Haya, el mes anterior, había dictaminado que no existía ninguna soberanía marroquí sobre el territorio del Sahara Occidental.

Para evitar una guerra, el 14 de noviembre se firmaron los Acuerdos de Madrid, por los que España cedió la administración del territorio a Marruecos y Mauritania. España no transmitió la soberanía del territorio (a Marruecos), porque no se puede entregar a otro país algo que no es suyo, sino del pueblo saharaui.

Muchos saharauis huyeron hasta Argelia, a los campamentos de refugiados de Tinduf donde hoy permanecen. Otros quedaron en el Sahara Occidental, donde el régimen marroquí sigue imponiendo una férrea ocupación militar. La guerra perduró hasta 1991, cuando se firmó un alto al fuego bajo el auspicio de la ONU que prometió un referéndum de autodeterminación al pueblo saharaui. El referéndum todavía no se ha llevado a cabo. Los saharauis fueron víctimas de bombardeos con napalm y fósforo blanco, un supuesto caso de genocidio, porque el destino de los saharauis sigue ligado legalmente a España.


MarchaVerde

Creación del Frente Polisario

El Frente Polisario es el sucesor del Movimiento para la Liberación del Sahara, de finales de la década de 1960, dirigido por Moahamed Sidi Brahim. Para Marruecos son terroristas.

Varios grupos de saharauis formaron el 10 de mayo de 1973 en Zuérate (Mauritania) el Frente Polisario, con el propósito de alcanzar la independencia del territorio del dominio colonial español y actualmente de Marruecos. El día 20 inician los primeros enfrentamientos armados, El 5 de mayo de 1974, El Uali Mustafa Saved es nombrado secretario general del Frente Polisario en su segundo congreso. La misión visitadora de la ONU reconoce al movimiento como la única fuerza política dominante en el territorio. El 27 de febrero de 1976, el Polisario proclama desde Bir Lehlu (Sahara Occidental). El 8 de junio de 1976, alrededor de 200 guerrilleros saharauis atacan Nuakchot, la capital mauritana, después de haber recorrido más de 1,000 km por el desierto.

El actual líder es Brahim Gali. Ha destacado en Europa Press que el grupo «no se quedará de brazos cruzados» ante las acciones de Marruecos contra los civiles saharauis y ha reclamado a Naciones Unidas que intervenga de forma «urgente y rápida» para lograr la liberación de los presos políticos y conseguir la autodeterminación del territorio; y exigen a España que actúe como mediador por el país descolonizador.

Conclusiones

Aunque los tiempos cambien la memoria siempre persiste, y los hechos son los que son. Las pésimas descolonizaciones siempre tienen sus consecuencias. Los actuales saharauis, naturales del Sahara Occidental son los legítimos propietarios históricos de ese territorio que ocupa Marruecos ilegalmente. Pienso es que este conflicto va para largo, y España está entre la espada y la pared sin poder posicionarse de un lado o de otro. El no reconocimiento de España de Marruecos sobre el Sahara nos causa problemas de emigración descontrolada, restricciones de pesca y otros acuerdos económicos como el gas que viene de Argelia por territorio alauita.