En mi anterior colaboración, escribí acerca del uso de los signos de puntuación para elaborar un texto cohesionado, enfocándome en el punto y seguido. Como lo había anticipado en aquella ocasión, en este artículo seguiré explicando cómo se utiliza otro de los signos de puntuación denominados «delimitadores principales» según la RAE: la coma.

Ya mencioné en esa oportunidad que el experto Daniel Cassany, en su libro Enseñar lengua, plantea algunos «síntomas» gramaticales habituales de deficiencias en la redacción. Uno de ellos es el mal uso de la puntuación: colocar coma entre sujeto y verbo, o entre verbo y complementos; escribir incisos sin comas —o solamente con una—, guiones ni paréntesis; y colocar comas en lugar de puntos. En dicha colaboración, expliqué sobre el uso inadecuado de comas en lugar de puntos para separar oraciones. Por tanto, ahora escribiré acerca de la coma entre sujeto y verbo; además, sobre la coma en incisos y complementos circunstanciales.

No se escribe coma entre sujeto y verbo

En su obra Ortografía de la lengua española (OLE), la RAE señala que tradicionalmente se ha vinculado el uso de la coma a la presencia de una pausa en la cadena hablada. Aunque esta relación se verifica en muchos casos, existen pausas que no deben marcarse gráficamente mediante comas, como la que se hace oralmente a veces entre sujeto —asunto sobre el que se escribe— y predicado —aquello que se afirma del sujeto—. Dicha institución indica que no se debe añadir este signo entre el sujeto y el verbo en casos como, por ejemplo, los siguientes:

  • El que calla otorga.

  • Lo que pasó pasó.

En esa fuente se agrega que, si el sujeto es largo, suele hacerse oralmente una pausa y una inflexión tonal antes del comienzo del predicado; pero esta frontera fónica no debe marcarse gráficamente mediante coma. Como ejemplo, aporta el siguiente enunciado que, pese a incluir un sujeto extenso, está bien escrito sin colocar coma donde se ubica la barra:

  • Los alumnos que no hayan entregado el trabajo antes de la fecha fijada por el profesor / suspenderán la asignatura.

Asimismo, en dicha obra se precisa que incluso cuando el sujeto está compuesto de varios elementos separados por comas es incorrecto escribir dicho signo entre el grupo que desempeña la función de sujeto y el verbo de una oración:

  • Mis padres, mis tíos, mis abuelos me felicitaron ayer (y no Mis padres, mis tíos, mis abuelos, me felicitaron ayer).

No obstante, la RAE precisa que existen tres excepciones a la regla que impide escribir coma entre sujeto y verbo.

Se escribe coma para delimitar los incisos

Según la OLE de la RAE, uno de los principales usos de la coma es aislar los incisos. Estas expresiones son elementos suplementarios que aportan precisiones, ampliaciones o rectificaciones a lo dicho. Existen secuencias necesariamente incidentales, como las explicativas. Ejemplo:

  • La presentación de Eduardo Romero, el gerente de RR. HH., fue muy aplaudida.

Dicha institución indica que otras secuencias, en cambio, pueden ser incidentales o no, en función de cómo el escritor prefiere presentar la información. Ejemplo:

  • Juana vino junto con su colega / Juana vino, junto con su colega.

Cabe precisar que, en el segundo caso, se ha colocado coma luego de «vino» con la intención de presentar la secuencia «junto con su colega» como un inciso.

Si desean conocer con más detalle cuáles construcciones gramaticales siempre son incisos que, por tanto, se escriben entre comas, pueden revisar un artículo referente al tema.

La RAE señala que normalmente los incisos aparecen intercalados en el enunciado y se escriben entre comas. Ejemplos:

  • El proyecto, según lo acordado, se iniciará en febrero.

  • Los dispositivos, en especial los celulares, son muy útiles.

Dicha institución indica que, otras veces, la información incidental encabeza o cierra el enunciado, y debe aparecer igualmente aislada mediante coma. Ejemplos:

  • Según lo acordado, el proyecto se iniciará en febrero.

  • Los dispositivos son muy útiles, en especial los celulares.

De otra parte, en el Manual de escritura académica y profesional, se afirma que es un error habitual omitir una de las comas en los incisos o colocarla donde no se debe.

Para explicar ello, a continuación se plantea el siguiente ejemplo:

  • Don Alfonso a quien todos recordamos con cariño, estuvo siempre a nuestro lado.
    Tomado y adaptado de Gramática y ortografía básicas de la lengua española (RAE).

En esta oración, se ha omitido una de las comas en el inciso subrayado, la cual debió colocarse antes de la primera preposición a.

Al respecto, en El libro del español correcto, se precisa —en el mismo sentido que el Manual de escritura — que es muy común el error de olvidar poner una coma del par cuando se trata de las denominadas comas «dobles».

Para explicar ello, en dicha obra se presenta el siguiente ejemplo:

  • Es muy saludable practicar deporte a diario, pero si se padece al algún tipo de enfermedad, hay que tomar precauciones.

En esta oración, se ha omitido una de las comas en el inciso subrayado, la cual debió colocarse antes de la palabra si.

Por otro lado, de acuerdo con el Manual de escritura, un inciso, dado su carácter explicativo, puede eliminarse del discurso sin que por ello se produzca un cambio esencial en el significado del enunciado en el que se inserta. Según dicha fuente, esta es una prueba fundamental para reconocer la presencia de un inciso y para comprobar que este se encuentra bien puntuado.

Para explicar lo anterior, en la mencionada obra se plantea como ejemplo el artículo 163 de la Constitución española de 1978:

Cuando un órgano judicial considere, en algún proceso, que una norma con rango de ley aplicable al caso, de cuya validez dependa el fallo, pueda ser contraria a la Constitución, planteará la cuestión ante el Tribunal Constitucional en los supuestos, en la forma y con los efectos que establezca la ley, que en ningún caso serán suspensivos.

Al eliminarse los incisos subrayados, el resultado sigue siendo un párrafo correcto:

Cuando un órgano judicial considere (…) que una norma con rango de ley aplicable al caso (…) pueda ser contraria a la Constitución, planteará la cuestión ante el Tribunal Constitucional en los supuestos, en la forma y con los efectos que establezca la ley (…).

En esa misma línea, el experto Sandro Cohen, en su libro Redacción sin dolor, afirma que la información que agregan las secuencias explicativas puede ser de cualquier naturaleza; pero no debe resultar esencial para la comprensión cabal de la oración. Asimismo, agrega que dichas secuencias pueden ser fácilmente suprimidas sin que se afecte el significado profundo o esencial de sus respectivas oraciones.

Se escribe coma para delimitar los complementos circunstanciales

Según la Gramática y ortografía de la RAE, los complementos circunstanciales que aportan informaciones de tiempo, lugar, compañía, causa, etc., no se aíslan por comas cuando se posponen al verbo. Ejemplos:

  • La convivencia era idílica en aquellos calurosos días de verano.

  • Te acompañaré dondequiera que vayas.

  • Viajé a Cuba con mi hermano y unos amigos.

Dicha institución señala que, solamente si quien escribe desea presentar esa circunstancia como información incidental o accesoria, el complemento circunstancial puede aparecer aislado por comas. Ejemplos:

  • Se jubiló, justo al cumplir 70 años, tras una larga y exitosa trayectoria.

  • Se jubiló tras una larga y exitosa trayectoria, justo al cumplir 70 años.

Cabe precisar que, en los dos casos anteriores, se ha separado del resto de la oración el circunstancial «justo al cumplir 70 años» mediante comas con la intención de presentarlo como un inciso.

La RAE indica que, cuando el circunstancial precede al verbo, va normalmente seguido de coma. Asimismo, señala que la presencia de este signo puede contribuir a facilitar la interpretación del enunciado. Ejemplos:

  • En aquellos calurosos días de verano, la convivencia era idílica.

  • Dondequiera que vayas, te acompañaré.

  • Con mi hermano y unos amigos, viajé a Cuba.

En cambio, según dicha institución, no se recomienda escribir coma tras los complementos circunstanciales antepuestos al predicado cuando son breves. Ejemplo:

  • En casa no puedo estudiar.

Por otro lado, en Redacción sin dolor, Cohen explica que los complementos circunstanciales, a diferencia de los incisos, no pueden suprimirse de una oración sin que se afecte el sentido de lo que se está diciendo.

Para explicar lo anterior, en dicha obra el autor plantea el siguiente ejemplo:

  • Juan llegó a las seis de la tarde.

Cohen afirma que se escribe el circunstancial «a las seis de la tarde» en esa oración porque se desea que se sepa en qué momento llegó Juan. Asimismo, precisa que, si se suprime dicho circunstancial para dejar únicamente «Juan llegó», se desnaturaliza aquella oración.

Para finalizar, les presento algunos enlaces de artículos de mi autoría, basados en las normas de la RAE, en los que explico acerca de otros usos de la coma:

Queda pendiente explicar cómo se utilizan los restantes signos de puntuación denominados «delimitadores principales» según la RAE —punto y coma y dos puntos— para elaborar un texto cohesionado. Por ello, me comprometo a seguir escribiendo sobre dichos signos en la tercera parte de este artículo. Me despido hasta una próxima oportunidad.