Las disquisiciones que omitió el jurado del premio nobel de física y medicina del año 2021.

Cada vez que trascurre fin de año, esperamos con mucha expectativa el otorgamiento de premios nobeles y cuál ha sido el mérito por el cual serán galardonados.

A la final cuando se hace un análisis sobre la clase de trabajo y la calidad de este, se detecta una falta no solo de información por parte del jurado calificador, también se detecta falta de conocimiento sobre el tema.

Aun cuando de salida la presentación a postulación es discriminatoria y excluyente, ya que dicho comité solo envía invitaciones a quienes ellos consideren y no se hace por convocatoria abierta, además se detecta que se trata de un sistema de selección programada con diversos intereses geopolíticos, de mercado y, por otro lado, se galardona la «copialina» o el plagio.

Empezaremos por analizar el galardón del nobel de física, que esta vez vino enlazado con otros trabajos como para amortiguar un poco la desfachatez. El nobel de física 2021 ha sido para dos expertos en «modelos físicos de cambio climático», los «hallazgos» de los tres científicos están relacionados y «aportan» mucho para comprender el clima y «predecir el cambio climático». Según el desfasado comité de Karolinska, Syukuro Manabe, nacido en Japón y residente en Princeton, Estados Unidos de Norteamérica, demostró en los años sesenta cómo el aumento de los niveles de dióxido de Carbono, el CO2 en la atmósfera provoca un incremento en la temperatura terrestre.

Reciclados de inconsistente fórmula de hace 125 años

Un detalle que ignoró el jurado del Instituto Karolinska fue precisamente que, en el año de 1896, hace exactamente 125 años, el físico químico Svante August Arrhenius proclamó que «los combustibles fósiles podrían dar lugar o acelerar el calentamiento de la Tierra entre uno y dos grados Centígrados, entre dos y tres mil años». Arrhenius diseñó una ecuación matemática en la que relaciona la temperatura del planeta con relación al incremento del volumen del Gas carbónico (CO2), igualmente ignorando que con anterioridad a esto el físico Irlandés John Tyndall (1820-1893) ya había demostrado cómo el vapor de agua absorbe la radiación infrarroja. Hasta el presente al parecer se ignora que el petróleo es un combustible orgánico y es un hidrocarburo que en ningún momento sus partículas orgánicas (H, C) han sido sustituidas por partículas minerales. Por consiguiente, el petróleo no es un fósil. Jean Laigret demostró que el petróleo se produce en presencia de la bacteria bacillus perfringens. Actualmente en países como México se está reciclando desechos de la petroquímica (plásticos) para producir gasolina y diesel, lo que nos demuestra que este material es reciclable.

Por consiguiente, se aconseja no vaciar los pozos petroleros, sino dejarles al menos un 30% y volverlos a sellar a ver si se produce el repoblamiento petrolero, además nos encontramos frente a un combustible biológico y natural.

Se preguntará cualquiera si efectivamente esta misma situación se traslada hoy para endilgar premio nobel a los citados para atribuirles la originalidad de una ecuación diseñada en forma arbitraria para vaticinar un supuesto calentamiento terrestre. Seguirán los misterios y secretismos del comité de premios nobeles que cada año terminan más desacreditados. Habrá que esperar 50 años para desclasificar la información y verificar que es otro engaño más.

No se logra comprender por qué ninguna entidad de carácter académico se pronuncia ante esta desfachatez literaria sin fundamento científico alguno. Teniendo en cuante que el gas carbónico CO2 es un gas, valga la redundancia, cómo en forma arbitraria se le han pretendido imponer unas características a este gas, ni aun metales conductores del calor como la plata, el cobre, el aluminio que tienen la particularidad de dejar pasar el calor a través de sus moléculas sin que éstas cambien de posición, mientras que los gases en la atmósfera se desplazan por el fenómeno de la convección (las masas de aire calientes se desplazan para dar paso a otras más frías y densas) .Ni siquiera si lo miramos por el lado del asbesto como material retenedor de calor, el oscurantismo académico contemporáneo ha manifestado en forma arbitraria que un gas como el carbónico atrapa el calor y lo mantiene allí, cuando el calor es energía en tránsito y necesariamente se ajusta a las leyes de la física y de la termodinámica y el gas carbónico a las leyes de los gases.

No hay un pronunciamiento de parte de la IUPAC (Asociación Internacional de Química Pura y Aplicada), en cuanto al concepto de caloría, ya que para esta se toma como referencia el agua y no el CO2. Afirmar que el CO2 atrapa el calor y lo mantiene sobre el suelo, implica que no hay circulación gaseosa en la atmósfera, que se trata de una atmósfera estática, por ende, si el calor no circula, ¿cómo es posible que pretendan imponer un supuesto deshielo en alturas superiores a 4.000 metros sobre el nivel del mar?

¿Es tan perverso el CO2 que el jurado calificador ignoró su papel protagónico en la vida del planeta Tierra?

Si hay algo que debemos resaltar es el papel que desempeña el gas carbónico en lo relacionado a la perpetuación de la vida en el planeta Tierra, ya que el CO2 es quien garantiza la existencia continuada de la vida, además se constituye en la principal materia prima para los procesos de elaboración de oxígeno y la producción de alimentos, porque mediante la luz solar las plantas realizan la síntesis clorofilana a partir de la energía solar. Del carbono derivamos nuestro sustento todas las especies vivientes de nuestro planeta. Por lo general las proporciones de CO2 se mantienen en forma constante en la atmósfera y los océanos disuelven los excesos de CO2 de la atmósfera, contribuyendo a la formación de vida marina.

Lo que se detecta a simple vista es un ataque feroz por mantener la hegemonía mundial y para poder dominar las economías de países que están emergiendo, manipular el mercado energético, atacando a la industria petrolera, a la OPEP, por ello es esta la última oportunidad para ventilar este asunto, aprovechando ese espectáculo circense del Instituto Karolinska. A toda esta ola de desinformación hay que ponerle freno, no más mentiras. Se les recuerda nuevamente que la protección al medio ambiente es un problema de dignidad nacional, ética y soberanía de cada país.

Nadie hace referencia a la depredación en la exploración y explotación del petróleo, solo hacen hincapié en el CO2 y por allí no es el asunto, sobre todo con tanto argumento sin fundamento científico. Una vez más el Instituto Karolinska y su jurado títere, recicla un absurdo y lo cataloga como hecho científico. Lo absurdo de la ecuación es que implica que la temperatura de la tierra está en función del Gas carbónico, al afirmar que, si este aumenta su volumen, la temperatura global aumenta, es decir, confunden clima con temperatura, desconociendo los factores que intervienen en las condiciones de estudio del clima terrestre, ignorando que el clima terrestre depende de la circulación global del agua, latitud, altitud, distancia al mar, corrientes oceánicas, orientación del relieve (imaginemos el daño que hicieron con haber derribado al Yanacocha en Perú para extraer oro), dirección de los vientos planetarios y estacionales (los vientos son reguladores térmicos del planeta: sistemas de alta y baja presión).

Por lo tanto, no hay ni habrá fórmula matemática alguna que vaticine un supuesto cambio climático y menos un calentamiento global. Este es un tema que deben ventilar profesionalmente los países industrializados, pero sobre todo, aquellos que por estrategia geopolítica se les pretende sabotear sus industrias energéticas. Sin lugar a duda están el Nord Stream 2 y la OPEP a la cabeza. Se reitera que el asunto no es por el lado del CO2, ya que este es un gas con efecto de enfriamiento y teniendo en cuenta sus propiedades físicas, este cumple un ciclo en la naturaleza. Sigue el engaño de que el efecto invernadero significa incremento de calor, cuando corresponde a evitar que el planeta se enfríe porque en ningún momento se han incrementado las calorías y estas permanecen constantes. En buena hora, aprovechando esta oportunidad, los países y organizaciones, motivo de interés, deberían de presentar sus demandas respectivas mediante un consenso académico y científico para poner fin a toda esta bazofia literaria, porque lo que verdaderamente están ocultando es una depredación incontenible.

El nobel de Medicina 2021

Aun cuando no nos interesan los nombres de los «favorecidos» ya que nos interesa centrarnos es en los «trabajos» realizados. Al parecer se hace otro homenaje al plagio y a la «copialina».

Dos científicos que descubrieron cómo nuestros cuerpos sienten cosas como el calor del sol o el abrazo de un ser querido son los ganadores del premio Nobel de Medicina de 2021.

David Julius y Ardem Patapoutian fueron laureados por sus «descubrimientos de receptores de la temperatura y el tacto», anunció la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska de Suecia recientemente.

Los científicos estudiaron cómo nuestros cuerpos convierten las sensaciones físicas en mensajes eléctricos en el sistema nervioso. Sus hallazgos podrían conducir a nuevas formas para tratar el dolor.

El calor, el frío y el tacto son cruciales para percibir el mundo que nos rodea y para nuestra propia supervivencia. Pero cómo los detectan nuestros cuerpos había sido uno de los grandes misterios de la biología.

En 1973, Solomon Snyder y Candace Pert del John´s Hopkins descubrieron la endorfina. La endorfina es el nombre corto de «morfina endógena» (presente en la heroína). Es estructuralmente muy similar a los opioides (opio, morfina, heroína, etc.) y tiene funciones similares: está implicada en la reducción del dolor y en el placer. Las drogas opiáceas funcionan adhiriéndose a los receptores de endorfinas. Es también el neurotransmisor que ayuda a los osos y otros animales a hibernar. Considera esto: la heroína enlentece la tasa cardiaca, la respiración, y el metabolismo en general –exactamente lo que necesitarías para hibernar. Por supuesto, algunas veces la heroína enlentece totalmente: hibernación permanente.

No es nada novedoso la forma cómo nuestros cuerpos convierten las sensaciones físicas en mensajes eléctricos en el sistema nervioso. El jurado de Karolinska olvidó que esto se hace a través de los neurotransmisores y que nos muestra algo que ya ha sido estudiado con mucha anterioridad, la relación entre el sistema nervioso central y el sistema nervioso periférico.

El sistema nervioso central (SNC) está formado por el cerebro y la médula espinal. El sistema nervioso periférico consiste en un sistema complejo de neuronas sensoriales, ganglios (grupos de neuronas) y nervios. Este sistema está conectado entre sí y también al sistema nervioso central y regula sus funciones.

Así que estos señores no han descubierto nada nuevo. Los chinos, hace más de dos mil años, ya aplicaban el mentol como terapéutico para el dolor, precisamente comprendiendo los efectos del mentol y las sensaciones del dolor a través de los neurotransmisores, además también han utilizado la acupuntura y la acupresión (digitopuntura) para manejos del dolor desde hace mil años.

Peticiones y sugerencias

Aprovechando la cumbre del Clima de Glasgow 2021 que se está desarrollando en la actualidad es necesario que se ventile este asunto con respecto al fraude académico del cambio climático, dado que lo que realmente existe es una crisis ambiental resultado de la depredación trans-nacionalista; por ende, las cumbres de medio ambiente deberían de estar centradas en como acabar la depredación ambiental y humana que existe en el planeta Tierra por causa de la avaricia desenfrenada y el afán de arrasar, dominar, someter a países débiles e indefensos bajo el yugo de la bota colonialista e imperial que se enriquecen a costa de la destrucción y muerte de toda clase de seres vivos y de sus hábitats.

Por otro lado, los países miembros de la OPEP presenten sus argumentos científicos sobre este tema, el cual en el fondo encierra es una estrategia mal diseñada, mal planificada y ejecutada, ya que no se centra en la realidad del asunto, es la oportunidad para que todos los países miembros de la OPEP se reúnan y que la academia se centre en la verdad y en la ciencia y no en el fraude y el engaño como estrategia geopolítica.

Se le recomienda al Instituto Karolinska y a la academia de Ciencias de Suecia abstenerse de galardonar la «copialina», el engaño y el fraude que redundan en torno a los premios nobeles de física y de medicina 2021, ya que esto es un mal ejemplo para la humanidad y para el mundo académico-científico. Se está difundiendo la mentira refrendada en un máximo galardón, solo por mezquinos intereses geopolíticos y para manipular a antojo de los poderosos el mercado energético mundial.