A las 11:45 del 22 de septiembre de 2001 un joven rubio y espigado de Sant Boi se disponía a tomar un avión rumbo a EE.UU. ¿Estás seguro de lo que vas a hacer?, le preguntaban minutos antes sus familiares entre besos, abrazos y alguna que otra lágrima. Sería el segundo español en pisar las canchas de la NBA, tras el inolvidable Fernando Martín, que demostró 15 años antes que el 'sueño americano' no era imposible. Aquel joven imberbe era Pau Gasol, un chaval de 21 años que había ganado ese año la Copa del Rey y la ACB con el Barcelona y que había sido el máximo realizador de la Liga con 62 mates. Los primeros días en Memphis del catalán, que había sido elegido en el número 3 del draft por los Atlanta Hawks y traspasado después al equipo de la ciudad de Elvis, no fueron nada fáciles: los veteranos le hacían novatadas, se sintió ''hecho mierda'' tras su primer entrenamiento y en un cartel identificativo le pusieron 'Pao' en vez de Pau, error que él mismo se encargó de subsanar con un bolígrafo. El periodista Ronald Tillery escribió en 'The Comercial Appeal' un artículo sobre el español titulado: "Más nos vale que sea bueno". Y al fin llegó el gran día, aquel 1 de Noviembre de 2001 media España trasnochaba para ver el debut de 'ET' Gasol en la NBA...

La irrepetible voz de Andrés Montes y su inseparable Antoni Daimiel se encargaron de hacernos llegar hasta nuestros hogares ese histórico Detroit Pistons - Memphis Grizzlies desde la Pirámide. Pau salió desde el banquillo para anotar 4 puntos y capturar cuatro rebotes en 17 minutos de juego. Como él mismo reconoció más tarde, le atenazaron los nervios y la presión, pero el joven ala-pivot se encargó de mandar un mensaje a los escépticos: "Que nadie dude que voy a dar el callo en cada encuentro y voy a hacerlo mucho mejor. Quiero ser un gran jugador ya esta temporada". El 6 de diciembre llegó el momento en el que América y el mundo entero descubrieron a Pau Gasol. ¿Quién no recuerda el mítico 'Un, dos, tres, OLÉ!' del narrador de los Grizzlies? Aquel mate in your face a todo un Kevin Garnett (que se había mofado del español semanas antes) fue el punto de inflexión, el click que la máquina de los sueños necesitaba para empezar a andar... y nunca detener su camino. El de Sant Boi disputó el partido de Rookies vs. Sophomores del All Star y fue nombrado Rookie del año de la NBA.

Otro momento importante en su carrera llegó en 2004, cuando ya plenamente integrado en la vida NBA, logró la clasificación de los Grizzlies para los playoffs por primera vez en la historia de la franquicia. El equipo repitió la hazaña los dos años siguientes, a pesar de que no superaron la primera ronda en ninguna de las tres temporadas, sin anotarse la victoria en ninguno de los cuatro enfrentamientos. A pesar de los malos resultados colectivos, la progresión de Pau parecía imparable. En 2006 rompió otra barrera más: fue seleccionado con los suplentes para disputar el ''All Star Game''. El 20 de febrero de 2006 será una fecha difícil de olvidar para el catalán. Sus números no fueron los de un MVP aquella noche en Houston (0 puntos, 12 rebotes y 1 asistencia), ya que estaba aquejado de una amigdalitis, que no consiguió robarle la ilusión de verse entre los mejores jugadores del planeta, un derecho que ya se había ganado más que a pulso. Ha repetido convocatoria en este partido tres veces más: en 2009, 2010 y 2011.

1 de febrero de 2008. Ese día la vida de Pau Gasol dio un giro de 180º, cuando le llamaron a un despacho del FedEx Forum de Memphis y le apremiaron a que hiciera la maleta y cogiera el primer vuelo a Los Ángeles: era nuevo jugador del equipo de Hollywood, L.A. Lakers. El mismísimo Kobe Bryant bendijo la llegada del español al Staples Center: "Me quito el sombrero con el fichaje de Gasol". Su nuevo técnico, Phil Jackson, también llamado 'el señor de los anillos', (ha ganado la Liga 11 veces como entrenador entre 1991 y 2010) le dio enseguida su confianza. El esperado debut con la franquicia californiana se produjo el 6 de febrero ante los New Jersey Nets. Los de púrpura y oro ganaron 90-105 y el español anotó 24 puntos y capturó 12 rebotes en los 35 minutos que le dio el 'Maestro Zen'. En junio de 2008 vivió su primer revés al perder en la final ante los Boston Celtics por 4-2. Pau tuvo que hacer frente a las críticas que suscitó su defensa a un viejo conocido, Kevin Garnett, que fue tachada de 'soft' (blanda) por algunos sectores de la prensa. Los medios más sarcásticos comenzaron a llamar al catalán 'Gasoft'.

Pero todo esto quedó en una mera anécdota aquel maravilloso 15 de junio de 2009. Los Lakers se impusieron por 99-86 a los Orlando Magic en el quinto partido de la final (4-1 en el global de la serie de 7 partidos) y por primera vez en la historia un español se hacía con el anillo de Campeón de la NBA. Las lágrimas de alegría que brotaban de los ojos de Gasol eran las lágrimas de toda España. Estoy segura que allá donde esté, Fernando Martín esbozó una gran sonrisa de satisfacción. Yo escuché el partido en Radio Marca desde mi cama y se me saltaban las lágrimas y todavía me emociono al recordarlo, y me emociono al recordar el llanto en las ondas de un grande de la comunicación, Ramón Trecet, instantes antes de que acabara el partido. Pau estuvo emparejado en la serie con el pívot más dominante de la Liga, Dwight Howard, al que superó en prácticamente todas las facetas del juego. Kobe Bryant, como no podía ser de otra forma, fue designado MVP de aquella final. La 'Mamba Negra' llegó a asegurar que sin el de Sant Boi no hubieran conseguido la ansiada joya. Pau comprendió entonces que todo el esfuerzo y todo lo vivido hasta llegar a ese momento habían merecido la pena. En 2010 los angelinos llevaron a cabo su venganza contra los Celtics y ganaron nuevamente la NBA tras imponerse esta vez en el séptimo partido por 83-79. Pau se impuso en la pintura a un Kevin Garnett mermado por una lesión en la rodilla. Y así hasta llegar al 2011, donde los Lakers cayeron prematuramente ante los Dallas Mavericks de Nowitzki (a la postre los Campeones) en segunda ronda de los playoffs. Mucho se habló de la situación del equipo en aquellos días, pero son solo eso, habladurías que buscan hacer daño sin motivo.

Los siguientes años de Pau en la NBA y en los Lakers fueron tormentosos. El equipo entró en una dinámica negativa e incluso sus números no eran los habituales. A la marcha del entrenador franquicia y once veces ganador del anillo, Phil Jackson, se unieron muchas derrotas seguidas, lesiones, algunas graves como la de Kobe Bryant, que tuvo que ser operado del tendón de Aquiles en 2013. La afición que antes le aclamaba empezó a abuchearle y en los despachos se le buscaba una salida. La llegada de D’Antoni como entrenador supuso el fin de Pau en los Lakers. El técnico no supo aprovecharle en el campo y Pau mostró su incomodidad en la prensa. El año pasado se confirmó su marcha de los Lakers y tras un verano de negociaciones como agente libre, aterrizó en los Chicago Bulls. 2015 ha sido su despertar y un poco el del baloncesto español. En Chicago sus números vuelven a ser los normales, el equipo está en zona de playoff y la afición vuelve a mostrarle el respeto que merece. Además, por primera vez, Pau, junto a su hermano Marc, ha sido titular en el All Star Game, siendo los primeros hermanos que lo consiguen en el mundo. Además, tuvieron la suerte de disputar el salto inicial. Ese póster ya es historia de nuestro baloncesto.

Con la selección española también ha conseguido grandes éxitos, los más importantes son el Mundial junior de 1999, el mundial de Japón 2006, donde fue designado MVP sin jugar la final; la plata en el Eurobaket de España 2007 y en los Juegos Olímpicos de Pekín, donde España cayó ante EE.UU. en el mejor partido de la historia del baloncesto español; y los dos oros en los últimos europeos -Polonia (2009), donde fue el MVP del Torneo y el máximo anotador del mismo, y Lituania (2011)-. En los Juegos Olímpicos de Londres, Pau fue el abanderado de España tras la renuncia de Rafa Nadal a participar debido a una lesión. Nuevamente, esta generación de Oro no defraudó y volvieron a colgarse la medalla de plata ante una EE.UU. que se vio en más de un apuro ante los nuestros. El europeo de 2013 no contó con la participación de Pau debido a su renuncia. Allí, una España que contaba con el castellonense Juan Antonio Orenga como seleccionador se colgó la medalla de bronce tras caer en semifinales ante Francia. Su vuelta al combinado nacional tuvo lugar en el Mundial 2014, donde España era anfitriona. Las expectativas estaban por todo lo alto, pero todos somos humanos y estos genios no son menos. Francia volvió a cortarnos las alas en octavos de final, dejando a todo un país helado y unos jugadores que solo acertaban a pedir perdón a la afición.

Este es el resumen de los últimos 15 años en la vida de E.T. Gasol, una década en la que nos ha hecho soñar a todos y sentirnos orgullosos de que sea español y de que nos represente siempre allá por donde va. Esta es la vida de un chico normal y humilde, orgulloso de sus raíces (El titular de un reportaje con él en el periódico El Mundo rezaba: "cuando me preguntan de dónde vengo yo siempre respondo: de mi madre, de Barcelona, de España"), que se sabe un privilegiado por todo lo que le ha tocado vivir y que siempre que puede aporta su granito de arena en causas humanitarias, como por ejemplo la construcción de escuelas en Etiopía. La pregunta es ¿dónde está su límite? Creo que no tiene, es un ganador nato y siempre lucha a muerte por cada rebote, como dijo en su presentación en el pasado Eurobasket, siempre juega ''para ganar''. Me quedó grabada una frase suya durante las finales de 2010: "Dónde no lleguen las piernas llegará el corazón". Así es Pau Gasol, un hombre entregado al deporte que ama, el baloncesto, y que pone el corazón en cada cosa que hace, tanto dentro como fuera de la cancha. Me pregunto qué pensará hoy aquel directivo azulgrana que le despidió con un ''Volverás con el rabo entre las piernas''.