La selección española de baloncesto encara un relevo generacional que tendrá su puesta de largo en el próximo Eurobasket (en Francia, Alemania, Letonia y Croacia, del 5 al 20 de septiembre). La generación de jugadores que ha llevado al baloncesto español a la cumbre vive sus últimos años en activo y es de esperar que los más jóvenes den un paso al frente para liderar el proyecto en las próximas temporadas. Los Gasol, Navarro o Reyes son nombres que los amantes del baloncesto llevamos grabados en esa memoria de los días de oro, pero otra generación, los Rubio, Mirotic, Llull, etc, están listos para asumir el mando.

Con dos subcampeonatos olímpicos (Pekín 2008 y Londres 2012), un campeonato del mundo y dos eurobasket logrados en la última década, nombres como Pau Gasol y Felipe Reyes vivirán el que probablemente sea su último campeonato de Europa, antes de la despedida final de los próximos Juegos Olímpicos. Otros jugadores básicos para entender el éxito de esta generación, como son Juan Carlos Navarro y José Manuel Calderón, ni siquiera podrán defender a España este año, lastrados por las lesiones durante toda la temporada.

A estos nombres se une la baja de Marc Gasol, uno de los pilares sobre los que el entrenador basaba la preparación de este campeonato. Marc, agente libre NBA desde este verano, ha firmado el ansiado contrato con su equipo, los Memphis Grizzlies, y era de esperar su renuncia tras 14 años ininterrumpidos en la selección. Tampoco estará otro de los bases estrella: Ricky Rubio.

Con el fiasco que supuso el quinto puesto en el último mundial de España (2014), en el que se alzaron algunas -pocas, pero algunas- críticas al grupo de jugadores y al equipo técnico, y tras la medalla de bronce del Europeo de Eslovenia en 2013 -que tampoco dejó buen sabor de boca-, la Federación Española de Baloncesto ha puesto su confianza en un técnico 'de la casa', el italiano Sergio Scariolo".

Con una amplia experiencia en la Liga española, Scariolo fue uno de los protagonistas de los últimos años dorados del equipo, proclamándose bicampeón de Europa consecutivamente en 2009 y 2011 y subcampeón olímpico en los Juegos Olímpicos de Londres. Para lograr la plaza para los de 2016 y volver a la senda de las medallas, el técnico italiano ha configurado un equipo con el eje fundamental de Pau Gasol.

En general, Scariolo ha seguido una línea bastante conservadora, con algunas gratas sorpresas como la incorporación de Mirotic en detrimento del lesionado Ibaka en la plaza de nacionalizado. El grupo de Fase Previa que aguarda a España no es cosa de niños: Serbia, Turquía, Italia, Alemania e Islandia. Casi nada. España disputará la primera fase en Berlín, entre el 5 y el 10 de septiembre, y de obtener el pase a la fase final, se enfrentaría a los clasificados del grupo de Francia, Finlandia, Bosnia, Polonia, Israel y Rusia. Se antoja, pues, un camino complicado. Porque mientras hace años esta selección vencía con autoridad, los últimos dos campeonatos han dejado algunas dudas en el parqué.

El relevo se empieza ya a vislumbrar: en la fase de preparación, Scariolo ha querido incluir a una segunda línea de jugadores llamados a vestir la camiseta de España en los años venideros: Guillem Vives, Quino Colom, Dani Díez, Xavi Rabaseda y Willy Hernangómez. Presente ya, pero sobre todo futuro. Mucho futuro en las canteras del baloncesto español con la responsabilidad de parecerse, siquiera de lejos, a la generación de oro.

“El nuestro es un grupo realmente difícil que dejará algún cadáver ilustre”, ha reconocido el técnico, Sergio Scariolo. De los doce de Scariolo depende que ese cadáver no lleve los colores de la camiseta española.