El pasado mes de enero se presentó en sociedad la Vuelta a España para este año 2016. Unipublic ha querido seguir siendo fiel al estilo de los últimos tiempos que tan buenos resultados ha dado entre los corredores y la afición. A pesar de que a los más puristas no les guste este “ciclismo de Youtube”. Pero la verdad es que la fórmula de establecer metas en rampas con gran porcentaje de pendiente y en cimas míticas es efectiva. Así que si algo funciona, ¿para qué cambiarlo?

La primera semana en Galicia estará marcada por una contrarreloj por equipos en la jornada inicial. 29,4 kilómetros entre la localidad de Laias y el Parque Náutico de Castelo de Miño, en Ourense. Los organizadores han tomado nota del fiasco que representó la criticada CRE de Puerto Banús y han ideado una etapa en donde se marcarán las primeras diferencias en la clasificación general. Cumbres explosivas como son el Mirador de Ézaro o San Andrés de Teixido son el complemento perfecto para poner a tono a todo el pelotón que se disponga a disputar la ronda española.

Posteriormente llegamos a un triplete montañoso (o cuarteto, si contamos el día de descanso) con llegadas en alto en La Camperona, el Naranco, los Lagos de Covadonga y Peña Cabarga. En este caso, Unipublic ha apostado por valores seguros que, sin duda, darán mucho espectáculo. La finalización en los Lagos siempre es sinónimo de éxito, ya que la magia y la dureza que desprende la Huesera (800 metros al 17% de desnivel) están fuera de toda duda. Peña Cabarga, afectada por los incendios del pasado diciembre en la comunidad cántabra, tendrá su merecido homenaje ciclista en la próxima edición de la Vuelta.

Pasando por las calles de Bilbao y los parajes de Urdax-Dantxarinea desembocamos en la que será la etapa reina de la carrera. Llegada al mítico Aubisque previo paso por puertos de Inharpu, la Pierre de Saint Martin (donde Chris Froome se coronó en el pasado Tour de Francia) y el Marie-Blanque. Terroríficos 195,6 kilómetros en los que se decidirá, casi con total seguridad, el ganador de la tercera grande del calendario internacional. El final en Aramón-Formigal al día siguiente solo es el postre de un fin de semana que muchos tienen marcado en rojo en el calendario.

Y por si no fuese suficiente, los responsables de la Vuelta a España tienen preparada una nueva trampa, situada en la provincia de Castellón. La rampa de Mas de la Costa (4 kilómetros al 12’9% de pendiente media con picos que llegan hasta el 21% y con carretera de cemento rugoso) es el resultado de la continua innovación a la que se ha sometido la carrera en la actualidad. Para terminar, los especialistas contra el crono tendrán su oportunidad en los 39 kilómetros que separan Xàbia de Calpe para meter presión a los escaladores. El retorno al alto de Aitana (lugar en el cual José María “Chava” Jiménez se dejó sus opciones de triunfo en la Vuelta a España de 2001) pondrá el punto final a una edición que se prevé apasionante, pero que estará marcada por las ausencias en un año en donde los JJ.OO. de Río de Janeiro determinarán la preparación de los grandes corredores. Madrid espera, otra vez más, al triunfante ganador que relevará al italiano Fabio Aru en el palmarés de la ronda española por excelencia.