Desde el primer día de agosto, hasta el 13 del mismo mes, se correrá el evento ciclístico más importante de Colombia: la Vuelta a Colombia. Una competencia que se realiza de manera ininterrumpida desde 1951 en las carreteras nacionales y de la que surgieron los primeros ‘escarabajos’ que representaron al país en las grandes carreras europeas. Como Martín Emilio Cochise Rodríguez, quien fue el primero en ganar una etapa en el Giro de Italia en 1973, o ‘Lucho’ Herrera, primer campeón colombiano de una de las tres grandes: la Vuelta a España en 1987.

Sin embargo, parece que esas épocas de gloria de la competencia colombiana han quedado en el pasado, ya que ni Rigoberto Urán, ni Nairo Quintana, ni Esteban Chaves u otro de los colombianos sonados en el pelotón internacional estarán presentes en su país. De hecho, ninguno de estos tres mencionados antes la ha corrido nunca.

Las razones son varias, una de las más claras es la fecha de competencia, tal como lo señala el ciclista español Óscar Sevilla, tres veces campeón de la vuelta colombiana y radicado en el país. Es difícil que los equipos importantes incluyan en su calendario un viaje a Colombia teniendo varias competencias del circuito World Tour, como la Vuelta a Polonia o la Clásica de San Sebastián, que se disputó el 29 de julio. Se puede distinguir como el equipo de más renombre al Movistar Team Colombia, que es liderado por el boliviano Óscar Soliz. A lo anterior se le añade que dentro de las categorías establecidas por la unión Ciclística Internacional (UCI) la vuelta está en el ranking más bajo: 2.2.

Está además el poco interés que ha despertado la Vuelta a Colombia entre los mismos equipos internacionales. Como una regla para ser parte del calendario internacional del UCI America Tour, se requiere que la competencia cuente con cinco equipos internacionales, algo que no consigue desde el año 2009. Sin embargo, no ha salido de ahí como una excepción a la regla. En varias ocasiones se habló de la participación de ciclistas de prestigio, como el estadounidense Chris Horner, campeón de La Vuelta a España en 2013; pero al final no se presentaban ni ellos ni sus equipos.

Otra razón a tener en cuenta es la organización misma del evento. El despliegue mediático ha sido mayor en las últimas ediciones gracias a lo hecho por Urán, Quintana, Atapuma, Henao, etc. Pero la Federación Colombiana de Ciclismo no ha sabido capitalizar esto. La producción visual de la competencia no es la mejor, como lo indicaba el mismo Óscar Sevilla, y los trazados no piensan en el espectáculo, en mostrar al país.

Las críticas a la federación han sido constantes. Este año, Nairo Quintana se animó a denunciar los problemas que tiene la dirigencia encabezada por Jorge Ovidio González. Víctor Hugo Peña, exciclista que corrió en el US Postal y el único colombiano que se ha vestido de amarillo en el Tour, también mencionó la posibilidad de crear una competencia diferente a la Vuelta y que tenga más peso a nivel internacional.

Para cerrar, varias personas, como el periodista francés Clément Guillou de Le Monde, han manifestado su preocupación ante la falta de un control de dopaje en Colombia. Eso es un gran problema en un deporte que ha tenido que luchar tanto contra el manto de duda que cubrió las competencias. Para la muestra está la salida del Tour de Francia de este año, que fue en Alemania y no tuvo en cuenta al único campeón de la competencia de ese país, Jan Ullrich, a quien se le descubrió que se dopaba.