¿Es usted un amante del mar? ¿Alguna vez ha soñado con vivir la vida de un pescador, saliendo a arrojar sus redes y cosechando los frutos de la pesca? Alexander D’Isanto les ofrece una experiencia inolvidable, compartiendo un día de pesca con ustedes a bordo de su navío, el Lucivic.

¿Está claro para todos, como presumo, que el día del pescador comienza por la noche? No es fácil para los turistas, como somos, levantarse a las 2:00 de la mañana para ir al encuentro de Alex en el antiguo puerto de Cap d'Agde (en la región de Languedoc-Roussillon) mas, para él, es su vida cotidiana, una vida que ha hecho desde su juventud, al igual que su padre, su abuelo y de generación tras generación en la familia D’Isanto. Una familia de pescadores que supo transmitir su conocimiento y amor por el mar y la pesca.

Alex nos recibe con una inefable sonrisa, su gran sonrisa, que demuestra la felicidad que le lleva a desempeñar su trabajo. ¿“Listos para zarpar”?, nos pregunta. Son las 3:45 cuando abordamos el Lucivic y se parte. Para nosotros, los habitantes de grandes ciudades y curiosos turistas del mar, esta es una oportunidad extraordinaria para descubrir el apasionante mundo de la pesca, el estilo de vida de los pescadores, sus costumbres y cultura. Soltamos las amarras y ganamos rápidamente el mar abierto, después de pasar a través de las balizas del puerto y el Fort Brescou, la única isla en la región de Languedoc-Roussillon. Delante de nosotros, la inmensidad del mar; detrás, envuelta en la noche profunda, se discierne la costa iluminada por una pocas luces. Desde el barco se adivinan a lo lejos Sete, Cap d'Agde y Grau d'Agde.

Para Alex es el comienzo de la faena. Primero arrojamos las redes, dos redes de 700 metros de largo y tres de ancho cada una. Trabaja sin dudar, con movimientos rápidos y precisos. ¡Lleva la profesión en el cuerpo! Sin dejar su intensa tarea, no se olvida de mirarnos y sonreír amistosamente.

“Ahora vamos a levantar una red que arrojé hace dos días”, nos dice. “¿Cómo te las arreglas para encontrar los puntos donde están las redes?”, le pregunto, con familiaridad, después de un corto tiempo en el barco. “Tengo las posiciones marcadas en el GPS. Una boya marca el extremo norte de la red y la otra el extremo sur.” Así comienza nuestra conversación y Alex, generosamente, nos cuenta sus experiencias y algunos detalles de su arte como pescador.

“Este tipo de barco se llama un "petit métier" (pequeña empresa). Empecé a trabajar en el pesquero de arrastre de mi padre cuando tenía 16 años. Después, continué en el mismo barco con mi hermano, pero más tarde decidí cambiar de camino. Desde hace 30 años trabajo en un barco atunero, mi labor es encontrar los bancos de atunes alrededor de las Islas Baleares. Preparamos el barco durante marzo y abril y luego nos vamos de pesca durante los meses de mayo y junio. Cuando termino, vuelvo a Cap d’Agde a pescar con mi "petit métier" Lucivic. El turismo de pesca me permite diversificar mis actividades e interactuar con personas que desean conocer la vida de los pescadores.”

Llegamos al lugar marcado en el GPS. Alex levanta las redes y nos dice con una gran sonrisa: “Tres rascacios. No hay mucho pescado hoy, es debido a la corriente”. Por cierto, nada le desanima. “Me encanta mi trabajo, me encanta el mar, nos dice”. Voy a pescar cuando quiero, a veces a las 11 de la noche, a veces por la tarde. “¿Y cuando duermes? “Duermo un poco por la tarde”. Está claro, nada le cansa y nada le desalienta.

Alex es un pescador consciente del medio ambiente. “El Mediterráneo ha sido sobrepescado”, me dice. “Participo en una organización, Natura 2000, a fin de crear santuarios en los que no se pueda pescar para que los peces puedan reproducirse y repoblar el Mediterráneo.”

Terminada la faena de recogida, partimos hacia otro sitio para arrojar nuevamente las redes. En una fracción de tiempo vemos cómo lanza la primera boya con una mano sobre la palanca de velocidad al mismo tiempo que el Lucivic avanza desplegando la red hasta la segunda boya, mientras controla que la red no se atore. “¿Cómo eliges los sitios donde arrojas las redes? “Es sólo una cuestión de experiencia” nos dice. A mí me parece arte de magia, un sexto sentido para la pesca que se ha transmitido de generación en generación.

“Ahora vamos a levantar otras redes que arrojé ayer”, nos dice, con otra de sus sonrisas. Piloto automático, primero las dos manos en las redes para evitar que se enreden, después una utilizada para extraer el pescado, la otra sobre la palanca de control de velocidad. Y yo me pregunto: “En realidad ¿cuántas manos tiene Alex?” Otros rascacios, pero esta vez hay también calamares, pulpos, doradas, sargos, pargos, lenguados, rapes, besugos, caballas, merluzas que van llenando las cestas.

“Es hora de volver, tengo que estar en el puerto a las 8:30, los clientes nos esperan”, me dice. Rumbo a Cap d'Agde, el tiempo que lleva el regreso es utilizado para lavar y separar el pescado. Al llegar al puerto Corine, su esposa ya está en su puesto, con el mostrador lleno de hielo, dispuesto para acoger el pescado y ella, lista para la venta mientras los clientes habituales esperan pacientemente en la cola. Mientras que el barco es amarrado, se va disponiendo el pescado sobre el hielo y empieza la venta, con Corine sonriendo calurosamente a sus clientes. El pescado se venden enseguida y, sin embargo, el trabajo de Alex aún no ha terminado. Es hora de desenredar las redes y prepararlas para la próxima salida al mar.

El turismo de pesca es una actividad reglamentada en Francia. Cuando usted reserva, Alexandre notifica a su compañía de seguros y hace una declaración de embarque a las autoridades del puerto. Puede tomar sólo dos pasajeros por vez. Para poder sacar el máximo provecho de esta experiencia es recomendable llevar ropa adecuada: pantalones vaqueros, zapatos cerrados y una chaqueta impermeable para soportar el frio -incluso en las noches de verano-, la humedad y el contacto con los pescados. Lleve protector solar y, si le afecta el mareo, le deseamos buenas noches.

La tarifa es de 50 € por persona con derecho a pescado del día por 10 €.

Pescatourisme au Cap d’Agde
Alexandre D’Isanto
Département de l’Hérault
Languedoc-Roussillon
France
Portable : +32 614 38 58 08
alexandre.disanto@sfr.fr