Son las 6:00 de la mañana. Estamos esperando en la entrada de nuestro hotel, cerca de Tulum (Quintana Roo, México), el minibús que nos llevará a realizar una aventura soñada desde hace meses, desde el momento en que supe que era posible nadar con tiburones ballena.

¿Tiburones ballena? Exclamé la primera vez que escuché acerca de estos fascinantes animales. Pero, si se trata de un tiburón no puede ser una ballena y si es una ballena no se trata de un tiburón, dije, expresando mi ignorancia. Fue a partir del momento en que supe de la existencia de estas fascinantes criaturas que quise nadar con ellas, una verdadera maravilla de la naturaleza.

El tiburón ballena (Rhincodon typus) es la especie más grande de peces vivientes y, por ende, el tiburón más grande del mundo. Su nombre, sin embargo, es muy apropiado, ya que si bien en ningún caso se trata de una ballena así lo parece y se debe a dos razones: la exuberancia de su tamaño, algunos llegan hasta 15 metros de longitud (con un promedio de 8) y 15 toneladas de peso. La otra razón es que se alimentan por un mecanismo de filtración de aguas, principalmente de fitoplancton, algas y kril, como lo hacen, efectivamente, las ballenas.

Con una boca de hasta 1,5 metros de ancho y 300 filas de pequeños dientes (llegan a tener hasta 3000), el tiburón ballena puede inspirar mucho miedo pero, en realidad, son criaturas dóciles y no representan ningún riesgo de mucho cuidado para los seres humanos, y hay veces que suelen tener un comportamiento bastante juguetón con los mismos. De hecho, sus dientes no juegan papel alguno en su proceso de alimentación. El tiburón ballena se alimenta abriendo la boca y aspirando grandes cantidades de agua, luego, cierra la boca y comienza a expulsar el agua a través de sus branquias. Puede filtrar hasta más de 1.500 litros de agua, por hora, a través de sus branquias.

Los tiburones ballena viven principalmente en las cálidas aguas oceánicas de los trópicos. Aquí, en la Riviera Maya, entre otros ambientes, se encuentran alrededor de la costa de Isla Mujeres, y es por eso nos encaminamos hacia Cancún. Nuestro minibús nos pasa a recoger y, con sentimientos divididos entre la excitación y la somnolencia, nos dirigimos hacia esta entusiasmante aventura. Dos horas más tarde llegamos a Puerto Morelos, al norte de Cancún, de donde zarpan los barcos que nos llevan a nadar con los tiburones ballena. El tiempo de tomar un café, comer un bocado y los pasajeros son distribuidos entre las distintas embarcaciones, según los diferentes idiomas nativos de los participantes.

¡Partimos! Nuestra guía nos dice que hay casi dos horas de navegación para llegar al último sitio donde fueron avistados los tiburones ballena.

Julie, la guía (francesa con un excelente acento sea en inglés que en castellano), nos informa que el cuerpo del tiburón ballena es, generalmente, de color gris, con manchas blancas en la espalda y de vientre blanco. Como sucede con las huellas digitales, la distribución de las manchas sobre la espalda del tiburón ballena es univoca para cada animal. Julie sugiere de tomar fotografías a los que tienen cámaras submarinas. Las fotos mismas son el medio que usan los biólogos marinos para estudiar las migraciones de los tiburones ballena a través del globo.

Aún si los barcos pertenecen a diferentes compañías, los capitanes mantienen la tradición de ayudarse mutuamente, lo que es propia de las cooperativas de pescadores. Así los capitanes se comunican entre ellos para dar las coordenadas del sitio donde se encuentran los tiburones ballena. Después de una hora y media de navegación oímos por la radio los gritos del capitán que vio primero los tiburones ballena. Si bien en general los tiburones ballena son criaturas solitarias y rara vez se ven en grupos, ahí vemos las aletas dorsales de al menos 50 de ellos.

Julie nos dice que vamos a saltar al agua de a dos en dos y después de 10 minutos de natación nos volveremos al barco para dar la oportunidad a los demás pasajeros de gozar de la experiencia, y así sucesivamente. Por un lado, este procedimiento nos evita perturbar al animal y por otro facilita la seguridad de los participantes. Llega nuestro turno ¡Salten, dice Julie! ¡Enseguida nos encontramos nadando muy cerca de un tiburón ballena! El animal es majestuoso. Antes de saltar no sabía si iba a tener miedo o no, pero la sensación es fantástica y muy estimulante, debo estar soñando, me digo. El tiburón abre su enorme boca para alimentarse por filtración de agua, yo nado rápido hacia el para verlo mejor. En general, el tiburón ballena es un nadador lento pero, el que encuentro, de repente, puede cambia de opinión y parte rápidamente con un solo golpe de cola. No vale la pena cansarse para tratar de estar a su lado ya que el tiburón ballena se encuentra ya a más de 100 metros de distancia.

Es hora de volver al barco para dejar la oportunidad a los siguientes buzos. De esta manera, vamos saltando sucesivamente por un tiempo de 2 horas. Volvemos al agua. De repente decido de sobrepasar al tiburón ballena para tomar una foto de frente. Julie comprende lo que quiero hacer así que se pone a nadar rápidamente por el otro flanco del animal. Estoy adelante del tiburón ballena y él abre la boca de un metro de ancho. Así tengo la suerte de tomar una foto que memorable, y Julie me filma al mismo tiempo.

Son ya las 14h, los tiburones ballena han terminado su comida y empiezan a sumergirse a profundidades de más de 80 metros. Es hora de volver al puerto. El mar es hermoso, el cielo está perfectamente azulado, y avistamos a lo lejos pelicanos y delfines. Todos llevamos grandes sonrisas de placer, satisfacción y felicidad.

Antes de llegar a Puerto Morelos, la tripulación nos da una sorpresa. Nos detenemos cerca de una playa, en la Isla Mujeres para nadar y relajarnos mientras el capitán nos prepara un suculento ceviche de camarones y un delicioso guacamole. Es un placer total.

De regreso a Puerto Morelos, es el momento de recibir las fotos que Julie tomó y despedirnos. ¡Los tiburones ballena existen! Los he visto y puedo decir a mis amigos y a mi familia que esta fue una de las más bellas experiencias de mi vida.

Photos: Whale Shark Tours, Isla Mujeres Adventures.